TC se desmarca de la Corte Suprema: busca incidir en la Convención de forma académica y transversal para defender la justicia constitucional

El Tribunal Constitucional tomó un camino distinto al elegido por la Corte Suprema, quienes criticaron de frente a la Convención Constitucional por la propuesta de norma que limita el período de los jueces. En ese sentido, el TC adoptó una forma más académica y transversal, alejada de polémicas, para defender la justicia constitucional.

Según reporta el diario La Tercera, el Comité Académico del TC propuso una forma de incidir en la discusión de la Convención Constitucional. El plan se llama «¿Quién debe defender la Constitución?» y consiste en un ciclo de conferencias agrupado bajo un título común. De acuerdo al citado medio, la idea era aprovechar la calidad académica que hay al interior del órgano y mostrar a la comunidad jurídica los consensos que existen respecto a la materia.

Uno de los ministros que es cercano al plan detalló a La Tercera que la intención principal era hacer evidente la transversalidad que hay en la academia respecto de la necesidad de que los países cuenten con una justicia constitucional especializada. Lo que se traduce en una corte constitucional separada de la Corte Suprema, tal como actualmente es el modelo chileno. También, se suma el interés del órgano para tener espacios que incentiven las «reflexiones profundas».

Este ciclo de conferencias comenzó en la segunda semana de enero, en donde el catedrático de derecho constitucional de la Universitat de Valencia, Roberto Viciano, expuso en primera instancia. El jurista de izquierda -quien debido a su larga trayectoria académica y profesional, ha asesorado a grandes políticos, como es el caso del expresidente venezolano, Hugo Chávez- ha dirigido equipos de seguimiento y asesoramiento a las asambleas constituyentes de Ecuador, Venezuela. Así como también los procesos constituyentes de Bolivia y Ecuador.

En esa línea, Viciano deslizó críticas a falencias que tiene el TC nacional, en donde además hizo una enfática autocritica respecto a lo hecho en Venezuela. El abogado comentó que el principal fallo fue no hacer que existiera un órgano autónomo que pudiera controlar a los otros poderes del Estado, lo que se traduce en una carencia de un árbitro de conflictos institucionales.

Otros de los invitados a exponer fueron el rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña y el presidente honorífico de la Comisión de Venecia, Gianni Buquicchio, también expusieron en la instancia. Ambo, desde distintas visiones ideológicas, brindaron sus argumentos sobre por qué es mala idea que la justicia constitucional quede a cargo de la Corte Suprema.

Se desmarcan de la Suprema

Desde el TC indicaron al citado medio que la modalidad implementada por la Corte Suprema queda descartada absolutamente, debido a que los ministros son «muy respetuosos» sobre la autonomía de la Convención. De todas maneras, han extendido a los 19 integrantes de la comisión diversas invitaciones para ser partícipes del ciclo de charlas.

Aunque la postura institucional está clara, el ministro Iván Aróstica, se habría mostrado a favor de dar una señal más fuerte, como por ejemplo conferencias de prensa o la redacción de un documento oficial que materialice la postura que tiene el órgano sobre el asunto.

Por otro lado, cuando expuso el presidente del TC, Juan José Romero, dio su visión respecto del futuro próximo del órgano. «Si se valora la Constitución tiene también que valorarse el control de su supremacía por una judicatura constitucional independiente y, ojalá, especializada. Un análisis empírico a nivel internacional nos muestra, casi sin excepción, que aquellos países democráticos que han optado por un modelo de tribunales o cortes constitucionales han perseverado en el mismo», aseveró.