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Ximena Rincón, rostro de la centroizquierda del Rechazo, cabalga en tierra derecha PAÍS

Ximena Rincón, rostro de la centroizquierda del Rechazo, cabalga en tierra derecha

Rodrigo Córdova
Por : Rodrigo Córdova Periodista en El Mostrador
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El viraje a la derecha de la senadora y su escudero, Matías Walker, tensionó las relaciones en la Cámara Alta y se hace más evidente el control de la derecha en el Senado. Si bien Rincón asegura que “no cambiamos nuestras convicciones” y que es “meramente administrativo”, sus pares oficialistas y excorreligionarios han hecho saber sus dudas. Ahora, existen 27 de 50 senadores que están adscritos a un comité de derecha. De aquí en adelante, con reformas del Gobierno en pleno trámite legislativo, y con los cupos por comisiones del Senado en veremos, se podrá observar qué tan al centro está la senadora Rincón y qué tan alineada se encuentra su oposición con la de sus nuevos compañeros de bancada. En definitiva, qué tan administrativo es este cambio.


Hace varios meses, quizá hace un año dirán los más lapidarios, que Ximena Rincón y Matías Walker corren en un carril muy distinto al que transita el Presidente Gabriel Boric y los partidos del oficialismo. Se desmarcaron de la izquierda afirmando que habitaban en un centro, con herencia DC. Ahora, más que una izquierda moderada y recapacitada del extremo, su domicilio político se fija en la derecha, luego de que anunciaran su incorporación administrativa al comité de la bancada Evópoli en el Senado. Formando así, de manera oficial, en una bancada opositora al Gobierno y dejándole a la derecha el control de la Cámara Alta.

Rincón señaló que el oficio que se envió al Senado fue para aceptar la invitación del comité Evópoli y suscribir a un acuerdo meramente administrativo, puesto que tanto ella como Walker, al no tener comité, no podrían contar con voz ni voto en las decisiones administrativas de la Cámara Alta. Sería, entonces, un movimiento que está en función de “ejercer los mismos derechos, y en igualdad de condiciones que el resto de los senadores y senadoras”. Rincón pretendió dejar en claro que “no cambiamos nuestras convicciones, esto es meramente administrativo”.

Otro de los problemas que se presentaban al no tener comité es que tampoco podían contratar “asesorías expertas para tratar ciertos proyectos de ley de alta complejidad, como pensiones, por ejemplo. Tampoco usar el tiempo de incidentes en la Sala para plantear cuestiones regionales de relevancia, al que solo acceden los comités”. Lo anterior –dijo– “evidencia un vacío legal y reglamentario que debemos arreglar”. 

Además, aprovechó para agradecer “a la única bancada del Senado que nos ofreció esta posibilidad, entendiendo que esto nos ayudaba a resolver temas administrativos y nada más. No cambiaron nuestras convicciones”. 

Otra polémica que se destapó con esta nueva alineación la levantó la senadora y excandidata a la Presidencia, Yasna Provoste. La jefa de la bancada DC exigió que le devolvieran al partido falangista los cupos asignados a los exmilitantes Ximena Rincón y Matías Walker. Provoste advirtió que el acuerdo que llevó a Juan Antonio Coloma (UDI) a presidir el Senado también comprometía una rotación en comisiones por cupos, y estos son cupos que pertenecen a los comités partidarios. Entonces, como los ex-DC renunciaron al partido, estos cupos en las comisiones deberían volver a dicho partido. 

La senadora que ahora está inscrita en el comité Evópoli respondió a sus antiguos correligionarios: “Provoste y Huenchumilla votaron por la mesa del Senado y ello implica cumplir un acuerdo tomado. Es ilógico que respeten esa parte y no respeten otra. El acuerdo es uno solo”. Además, agregó que “las comisiones están consignadas por nombres y no por comités o bancadas”. 

Con este movimiento, el Senado queda a manos de la oposición y se transforma en un camino pedregoso para cualquier proyecto del Ejecutivo, pues ahora la derecha cuenta con 27 votos de 50. El anuncio se hizo justo después del rechazo a la idea de legislar la reforma tributaria y cuando se estudia la posibilidad de que el Gobierno insista en la Cámara Alta. 

Desde el oficialismo que está representado en el Senado, Juan Ignacio Latorre, presidente de RD, ve esta inscripción con preocupación: “Ellos dicen que no son de derecha, que son de centro y que esta incorporación al comité de Evópoli es solo administrativa. Ahora, cuando uno hace acuerdos administrativos en el Senado, en mi experiencia, se buscan espacios afines desde el punto de vista político. Espero que la política centrista, que dicen representar los Demócratas, no termine siendo funcional a la derecha conservadora”.

Ximena Rincón fue testigo del rechazo de la reforma. Era la única senadora dentro de la Sala en ese momento. Ingresó al hemiciclo minutos antes de la votación a conversar con las diputadas Erika Olivera, Joanna Pérez y los diputados Miguel Ángel Calisto y Jorge Saffirio.

Algunos aseguran que en esa conversación la senadora habría influido en el voto de sus compañeros para que rechazaran la reforma y, así, hacerle un punto al Gobierno luego de no haberlos considerado en una conversación. Estaba en medio de la Sala cuando las pantallas del hemiciclo revelaron que una de las reformas principales de la actual administración caía. Como si hubiese venido a ver el esperado final de una película que ya sabía cómo terminaría, sostienen fuentes en el Congreso. 

Desde la bancada de Demócratas, en cambio, advierten que la decisión estaba tomada hacía días y que su decisión se sostiene en que el Gobierno no escuchó las aprensiones de la oposición de una forma activa. El hecho de que la senadora estuviese en la Sala ese día fue porque coincidió con un punto de prensa que entregaría más tarde junto a Pérez y Olivera sobre la agenda de Mujer, que efectivamente se realizó. 

Con la adscripción a la bancada de Evópoli en el Senado, Rincón le da un giro a su historial político y a su herencia partidista. Fue ministra del Trabajo y Previsión Social y ministra Secretaria General de la Presidencia durante el segundo mandato de Michelle Bachelet, con quien compartió un domicilio político muy distinto al de hoy.

Las diferencias más claras se empezaron a vislumbrar con el proceso constituyente anterior, en el que se vio a la ex Mandataria y a su otrora ministra en veredas diferentes. Bachelet, por un lado, empujó por el Apruebo como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los DD.HH., cuando citó a Pablo Milanés para referirse a la ahora rechazada propuesta: “No es perfecta, mas se acerca a lo que siempre soñé”. 

Rincón, por otra parte, fue mucho más proactiva en el debate de nueva Constitución, junto a Cristián Warnken, e incluso ingresó una reforma que luego fue aprobada y que, de alguna manera, cambió los balances respecto a lo que significaba votar por una opción u otra en el plebiscito.

El proyecto buscó reducir el quórum de reforma constitucional a 4/7 a cambio del famoso cerrojo de los 2/3. Vale decir, una de las piedras angulares del debate constituyente y una de las razones fundamentales del poco avance en derechos sociales a lo largo de los gobiernos concertacionistas. 

Con esta reforma aprobada, la opción del Rechazo pudo prometer reformas constitucionales con mayores posibilidades y así drenar agua desde la piscina del Apruebo. Según advirtió la senadora, el proyecto lo ingresó para demostrar sus intenciones y confirmar que el interés de su sector político pretendía “transmitir a la ciudadanía que estamos comprometidos con una Constitución en la que participen todos los actores. Queremos que sea realmente la casa de todas y todos”, no así como –a su juicio– la propuesta de nueva Constitución que finalmente fue rechazada el 4 de septiembre. 

En ese proceso de campaña del Apruebo y el Rechazo, en un programa de televisión en formato debate entre personeros de cada opción, la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, quien fue por el Apruebo, vaticinó el domicilio político que hoy parece acoger a Rincón. La senadora, en ese minuto DC, dijo en referencia a la propuesta de nueva Carta Magna: “Discutamos de nuevo, hagámoslo bien porque la ciudadanía va a rechazar”. Vodanovic retrucó: “Hagámoslo bien, hasta que a la derecha le guste. Yo no estoy de acuerdo”. Rincón respondió: “Yo no soy de la derecha, Paulina. Por qué insistes en meterme en ese grupo”. 

Rincón ya tiene historial. Fue intendenta de la Región Metropolitana de Santiago entre 2005 y 2006. Apenas terminó su trabajo en la intendencia, fue nombrada como directora de la AFP Provida con un sueldo de $60.000.000 al año que cobró hasta el último mes, justo antes de ese marzo en que asumió como senadora por el Maule Sur. 

Cuando ya estaba ocupando un sillón en la Cámara Alta, fue una de las voces que propuso un sistema de pensiones distinto: “Venimos a proponer una reforma que permita que los chilenos cuenten con alternativas en materia previsional, pudiendo optar por un sistema de capitalización individual o por uno de reparto”. Años más tarde, como ministra de Trabajo, fue una de las voces más duras en contra del sistema de las AFP. 

El tema de las pensiones no terminó ahí. El 2020, en medio de la discusión por el segundo retiro del 10% de los fondos de las AFP en la Comisión de Constitución del Senado, una intervención de Rincón generó la molestia de sus pares. Es que la parlamentaria presentó una indicación que beneficiaba directamente a Felices y Forrados, empresa que se dedicaba a entregar recomendaciones respecto al cambio de fondos previsionales por un pago mensual. Así decía la indicación: “No podrá restringirse la asesoría previsional, sea gratuita o remunerada, para efectos del retiro de fondos de pensiones que las disposiciones transitorias de esta Constitución establezcan, o para otros fines previsionales que el afiliado determine”.

Ocho días más tarde, el CEO de la consultora, Gino Lorenzini, admitió su relación de trabajo con Ricardo Rincón, hermano de la senadora. Este vínculo no fue transparentado en la Comisión de Trabajo. Además, existieron correos electrónicos que habrían vinculado a los hermanos con la consultora e, incluso, audios en los que Lorenzini habla sobre los movimientos que deberá hacer “Ximena” en el Parlamento. En esa oportunidad, Rincón negó el vínculo particular con la empresa. 

Ahora, con reformas del Gobierno en pleno trámite legislativo, y con los cupos por comisiones del Senado en veremos, se podrá observar qué tan al centro está la senadora Rincón y qué tan alineada se encuentra su oposición con la de sus nuevos compañeros de bancada. En definitiva, qué tan administrativo es este cambio.

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