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Manuel José Vial Vial: el abogado que investigó a la denunciante de los Legionarios de Cristo

Manuel José Vial Vial: el abogado que investigó a la denunciante de los Legionarios de Cristo

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El profesional, de larga trayectoria y actual presidente del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago, fue contratado por la congregación religiosa para realizar una investigación paralela contra una víctima de abuso sexual, todo ello mientras la causa era sustanciada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, con sede en el Vaticano. Su mandato para llevar adelante tales “averiguaciones” fue confirmado –aunque sin identificarlo– por el director territorial para Argentina y Chile de la entidad religiosa, Gabriel Bárcena.


Manuel José Vial Vial es abogado y ha sido profesor de Introducción al Derecho y Derecho Civil en la Universidad Católica de Chile, donde fue presidente del Centro de Alumnos en 1974. Es miembro del Colegio de Abogados, presidente del Centro de Arbitrajes y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago; además, fungió como presidente del directorio del Scotiabank, fue consejero de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) y, hasta 2005, ejerció como socio de Vial y Palma Abogados, que se transformó en el Grupo Vial, donde es uno de los profesionales de mayor trayectoria.

Estas son algunas de las tantas preseas que Vial Vial luce en su currículo y quienes lo conocen aseguran que cultiva un bajo perfil, atendidas las materias del mundo corporativo que pasan por sus manos.

Sin embargo, en 2020 fue contratado por los Legionarios de Cristo para realizar una “investigación paralela” y establecer quién había presentado una denuncia por abuso en contra de la rama católica, la que era sustanciada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, con sede en el Vaticano.

La víctima (hoy de 32 años) presentó una demanda civil hace algunas semanas en contra de la congregación. Si bien en ella no menciona la identidad de Vial Vial, distintas fuentes aseguraron a El Mostrador que el profesional se desempeñó como un verdadero investigador privado para los legionarios e, incluso, entregó un informe.

Quien confirmó la contratación del profesional y la “investigación paralela” –aunque no mencionó nombre y apellido, en una entrevista en El Mercurio– fue el director territorial para Argentina y Chile de la entidad religiosa, Gabriel Bárcena. En dicho artículo, Bárcena aseguró que nunca se le entregó información confidencial de la víctima, pero dijo que, gracias a un “trabajo profesional” de “los investigadores”, lograron agenciar los datos y acreditar la identidad de la denunciante, vulnerando las normas de confidencialidad.

Sin embargo, en la demanda la víctima relató que Vial Vial “se dedicó a contactar –a mis espaldas– a numerosas personas que estaban o podían estar vinculadas conmigo, incluyendo a conocidos, amigos, familiares, terapeutas y a un consejero espiritual”, agregando que “muchos de ellos no tenían conocimiento de los hechos denunciados, enterándose de los mismos por los dichos del abogado al momento de interrogarlos. Esta circunstancia se la informé a la Congregación para la Doctrina de la Fe, la que optó por no tomar ninguna medida de protección (…)”.

Hostigamiento

La mujer tomó conocimiento del hecho en abril de 2020 y explicó que el alcance de la indagatoria fue “verificar la efectividad de los hechos respecto de algunos de los sacerdotes denunciados, que en ese entonces actuaban como capellanes de colegios de la Congregación”.

Como sintió la revictimización en carne propia, junto a su familia pidió tanto a la directora del Colegio Cumbres, Beatriz Moreno, como al propio Vial Vial, que cesaran con la obtención de información, pero la indagatoria –apuntó– siguió desarrollándose, al menos hasta junio de 2020.

Nunca se nos entregó una copia del informe, sino que solo se nos comunicó, por la Directora del Colegio Cumbres, que si bien el abogado había encontrado elementos de credibilidad respecto de los hechos denunciados, no había hallado antecedentes que inculparan específicamente a los capellanes de los colegios”, sigue el libelo.

Para la hoy profesional, quien permaneció hasta 2007 en la congregación, se trató de un acto de hostigamiento que la afectó, como también a su familia.

De acuerdo con su versión, la recopilación fue “realizada torpemente por un abogado dedicado a asuntos comerciales y con cero experiencia en temas de abusos, que lo único que provocó fue difundir información confidencial y causarme una dolorosa revictimización”.

Fuentes del Colegio de Abogados indicaron a este medio que la situación es al menos cuestionable desde el punto de vista ético y que Vial Vial podría enfrentar un proceso disciplinario. La sanción, como máximo, es la expulsión de la entidad gremial.

La congregación ha manifestado su preocupación por la acción legal interpuesta en su contra, por lo que contrató los servicios del estudio Contreras Veloso para hacer frente al proceso civil.

Otra vez

La semana pasada, un nuevo golpe procesal llegó al Colegio Cumbres, después que el fiscal Oriente, Felipe Sepúlveda, iniciara una investigación, a raíz de la denuncia de otra víctima por hechos similares.

Fuentes del Ministerio Público indicaron que esta última deberá prestar declaración ante los especialistas, para luego continuar con la toma de declaraciones a empleados o sacerdotes del centro educacional, lo que podría implicar la formalización por delitos de connotación sexual.

La abogada patrocinante de la joven, la exdefensora de la Niñez Patricia Muñoz, indicó que todo ocurrió en el marco de una tutoría con su profesor de Matemática.

Chile 2001

La congregación fue creada en 1941 por su líder histórico, el mexicano Marcial Maciel (fallecido en 2008), quien –de acuerdo con una investigación del propio Vaticano– cometió 175 abusos sexuales durante décadas, con menores de entre 11 y 16 años.

Estos antecedentes fueron revelados por El Mostrador en 2001, luego de obtener la versión de distintos ciudadanos mexicanos, entonces adultos, que daban cuenta de las andanzas de Maciel.

No ha sido la única información que ha puesto en el ojo del huracán a los Legionarios de Cristo en Chile. En 2014, el cura irlandés John O’Reilly fue condenado a una pena de cuatro años de libertad vigilada por abuso sexual en contra de una menor de edad. Después perdió la “nacionalidad chilena por gracia” que le había sido concedida, para luego abandonar el país en 2018. Al año siguiente fue sancionado por el Vaticano en su ministerio sacerdotal por 10 años, al ser declarado culpable de abuso sexual. En la carpeta de investigación de la Fiscalía, quedó establecido su perfil sicológico: rasgos narcisistas, sexualidad infantil y búsqueda de poder, de acuerdo con una publicación de Ciper Chile.

En tanto, en octubre de 2021, los Legionarios de Cristo se vieron envueltos en la trama offshore del escándalo conocido como los “Panama Papers”.

En una investigación colaborativa del ICJ e integrada por “Quinto Elemento Lab” y la revista Proceso de México, además de los diarios El País de España y el Italiano L’Espresso, se estableció la ruta de 295 millones de dólares que recorrieron sociedades offshore y bancos de Suiza, Nueva Zelanda y Estados Unidos, para que no fueran detectados por los auditores del Vaticano (lea la investigación aquí).

El Mostrador intentó entrevistar a Manuel José Vial Vial sobre los hechos, pero nunca respondió a la solicitud. Por esta razón, se le envió un cuestionario, que tampoco tomó en cuenta. Lo propio ocurrió con el Colegio Cumbres.

Lea aquí las preguntas no respondidas

 

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