PAÍS
Con una revalorización silenciosa del centro político, la mayoría de los chilenos da por concluido el proceso constituyente. Se ubica en una racionalidad de centro frente a la polarización de la elite política y le otorga indirectamente, legitimidad de origen a la constitución vigente.
La encuesta Signos de la semana del 18 al 22 de diciembre muestra que frente al juego polarizante y pendular de la elite política en el proceso constituyente que duró cuatro años, la ciudadanía prefirió la continuidad con una constitución conocida y moldeada en un juego democrático de 30 años, a una aventura en cualquiera de los dos extremos políticos.
Dando por concluido el período, la gran mayoría de los chilenos, un 71,3%, considera que no debiera haber un nuevo proceso constituyente, y sólo el 25,4% cree que sí debiera haberlo. Entre los que votaron A Favor, ese porcentaje sube a un 89,5% mientras que solo un 39,5% de aquellos que votaron en contra considera que sí debiera haber un nuevo proceso. Es decir una gran mayoría, de 55,2% del sector desea darlo por concluido.
Con ese resultado, es mas que evidente que la gente considera el proceso cerrado, e indirectamente -porque nunca estuvo considerada como opción- le otorga un sello de legitimidad y normalidad a la Constitución vigente.
Un matiz de continuidad constitucional se desprende también del hecho que si bien una mayoría del 60,8% considera que ni el Gobierno ni la oposición se favorecieron de este proceso, los que consideran que se favoreció el Gobierno casi triplica a los que consideran que favoreció la oposición (26,7% a 9,8%), optando por claro clivaje de continuidad constitucional.
La importancia del centro político
En esta oportunidad la encuesta buscó profundizar en la hipótesis de una revalorización silenciosa del centro político ocurrida en medio de un proceso constituyente dominado por posiciones políticas extremas, y en ella hay varios datos que respaldan esa idea.
En primer término, cuando a los entrevistados se les pregunta dónde les gustaría que se ubicara un próximo Gobierno en una escala de izquierda a derecha de 1 a 10, un 43,5% lo ubica con la nota 5, con amplias diferencias para los que lo ubican en la Derecha (30,4%) o en la Izquierda (26,1%),
En la misma línea, el promedio en el que se ubica a un futuro gobierno es con el puntaje promedio de 5,3, que significa en el Centro, pero con una leve inclinación hacia la Derecha. Dentro de los que votaron A Favor, consideran que un futuro Gobierno debiera ubicarse en el puntaje 6,1 mientras que los que votaron En Contra creen que debe hacerlo en un puntaje 4,8. Ambas notas, promediadas dan el 5.3 y se muestran mucho más cercanas al centro que a los extremos.
La idea de la revalorización del centro también se avala con la ubicación personal en la misma escala, donde un 44,2% se ubica con la nota 5, es decir, exactamente el centro, mientras que el 29,4% se ubican hacia la izquierda y un 26,4% hacia la Derecha.
En general las personas se auto ubican en la escala en una posición ligeramente más hacia los extremos que donde espera que se ubique un futuro Gobierno. En promedio, las personas se ubicaron en la nota 5,3, equivalente con lo esperado para un futuro Gobierno. Sin embargo, las posiciones de los que se identifican con la Izquierda o con la Derecha son algo más extremas (6,5 y 4,3 respectivamente).
El centro político y el impacto en las figuras políticas relevantes
A pesar de esta nueva importancia del Centro, no hay un consenso respecto de cuál figura política representa ese centro político en Chile. De hecho, en menciones espontáneas la lista la encabeza Evelyn Matthei con un 12% seguida por Claudio Orrego con un 7,2%. Pero le siguen una enorme cantidad de menciones que implican una amplia fragmentación de opiniones y la opción de ninguno (político conocido) es dominante en la idea que el centro político está huérfano de liderazgo.
En cuanto al impacto que el proceso constituyente que se da por terminado tuvo en ciertas figuras políticas relevantes, sólo un pequeño porcentaje de la población considera que las 2 principales figuras de la Derecha se favorecieron de él. Por el contrario, una mayoría del 61,6% considera que el proceso debilitó a José Antonio Kast, y un 40,9% que debilitó a Evelyn Matthei.
Esos datos contrastan con la figura de Michelle Bachelet quien se involucró muy directamente en la parte final del proceso, donde un 23,6% considera que se fortaleció comparado con el 19,5% que considera que se debilitó. Si se analizan estos datos en clave presidencial, indican que el proceso abrió la puerta para instalar su candidatura en la próxima competencia de 2025.
La fuerte tensión de competencia presidencial implícita que tuvo la última etapa del proceso constituyente recién terminado, aumentó la disposición de los entrevistados a manifestar inclinación por algunas de las figuras evaluadas, disminuyendo significativamente el porcentaje de personas que no manifiestan inclinación hacia alguna de ellas comparado con las anteriores encuestas.
En el sector político de la Derecha, Evelyn Matthei aumenta más de 2 puntos, 24,6%, y se aleja por más de 7 puntos de José Antonio Kast, quien baja 2 puntos para situarse en 17.2%.
En el otro campo, hay varios hechos notorios: el primero es el ascenso ostensible de Michelle Bachelet que se ubica en un cuarto lugar (10,2%) a 0,6 puntos de Carolina Tohá que llega a 10,8%. También notable es el ascenso de Claudio Orrego a un 8,4%, superando a Camila Vallejo quien muestra la tercera semana consecutiva con una tendencia al descenso.
Dos personas lideran marcadamente la tasa de rechazo: Kast y Vallejos con porcentaje de rechazo de 39,2% y 36,8% respectivamente, lo que parece congruente con el fortalecimiento de una idea de centro político en el país.
La encuesta corresponde a un sondeo realizado por Smartanalytics en colaboración con el diario electrónico El Mostrador. Encuesta probabilística aplicada entre el 18 y el 22 de diciembre a un panel con apoyo de instrumentos de IA para mejorar su eficiencia. Ver Ficha Técnica
