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El Consejo del Colegio de Abogados aclaró, a raíz del caso de Luis Hermosilla, que el respeto al secreto profesional no puede ser utilizado como escudo legal si él estuviera involucrado en delitos. Hermosilla está en el ojo del huracán por tener línea directa con el formalizado exdirector de la PDI.
“Un atentado a los deberes éticos”. Así, el Consejo del Colegio de Abogados manifestó su preocupación ante los recientes acontecimientos que han salido a la luz, los cuales implican la entrega de información confidencial por parte del otrora director de la Policía de Investigaciones (PDI), Sergio Muñoz, al influyente abogado Luis Hermosilla.
Muñoz, destituido jefe policial en prisión preventiva, compartía datos de cruciales investigaciones con Hermosilla, quien también está involucrado en un caso de coimas a cambio de información privilegiada sobre impuestos internos y el mercado financiero.
Entre los casos sobre los cuales Sergio Muñoz y Luis Hermosilla compartían información se encuentra el de la compraventa de la minera Dominga, donde el fallecido expresidente Sebastián Piñera era uno de los imputados, o el del fraude al fisco protagonizado por el exalcalde RN de Vitacura, Raúl Torrealba.
Esta situación, según el consejo del gremio de abogados, compromete el principio de igualdad de derechos en la litigación procesal.
A través de un comunicado, el Colegio de Abogados señaló que si bien tales acciones deben ser investigadas por las autoridades competentes, “lo que se conoce hasta el momento constituye un atentado a los deberes éticos y afecta a nuestra profesión y a la debida administración de justicia“.
En ese sentido, el escrito también expresó la preocupación del Consejo sobre el respeto al secreto profesional, recalcando que ni este ni el deber de confidencialidad permiten —en caso alguno— “amparar la comisión de hechos que puedan ser calificados de delitos si han sido cometidos por un abogado”.
“El secreto profesional resguarda al cliente del abogado, que cuenta con la garantía que la información que le ha entregado a su defensor solo será conocida por éste, pero no está concebido en defensa del abogado”, aclaró el gremio de juristas.
El organismo colegiado también enfatizó que el código de ética profesional establece claramente los límites del ejercicio de la abogacía y es imperativo que los abogados y abogadas respeten dichos límites en su actuación.
“El Código de Ética ordena al abogado actuar con honradez, integridad y buena fe y que no debe aconsejar al cliente actos fraudulentos; el abogado debe comportarse con lealtad ante el tribunal y su contraparte”, subrayó el comunicado.
Además, el Consejo del Colegio de Abogados resaltó que los hechos que se han denunciado, sin que ello signifique aceptar que han ocurrido del modo como se han descrito ni imputarlos a alguien en particular, “son contrarios al leal y correcto ejercicio de la profesión“.
Por lo tanto, han denunciado los hechos e informaron será el Tribunal Ético quien deberá analizarlos y juzgarlos, ya que —precisan— “no cabe a este Consejo emitir condena respecto de ninguna persona”.
Para finalizar, reiteraron el rol fundamental que cumple la ética en la correcta y eficaz administración de justicia principios que deben ser respetado por todos los abogados sean o no colegiados.
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