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El liberal que dejó los Tantauco para cambiar el binominal

Pocos días antes de que Fernando Flores se integrara al comando de Sebastián Piñera, los grupos Tantauco, encargados de elaborar el programa de gobierno del abanderado de la derecha, habían sufrido una baja, la del economista y cientista político Jorge González Aravena. Sin mucho alboroto, el profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez se incorporó a la campaña de Marco Enríquez-Ominami con quien siente una «coincidencia completa» en el área de las reformas políticas que Chile requiere que se implementen para profundizar la democracia: cambiar el sistema binominal, ya que pese a los compromisos asumidos por el empresario en esta materia, llegado el momento sus parlamentarios lo han rechazado en el Congreso.


Pocos días antes de que Fernando Flores se integrara al comando de Sebastián Piñera, los grupos Tantauco, encargados de elaborar el programa de gobierno del abanderado de la derecha, habían sufrido una baja, la del economista y cientista político Jorge González Aravena. Sin mucho alboroto, el profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez se incorporó a la campaña de Marco Enríquez-Ominami con quien siente una «coincidencia completa» en el área de las reformas políticas que Chile requiere que se implementen para profundizar la democracia: cambiar el sistema binominal, ya que pese a los compromisos asumidos por el empresario en esta materia, llegado el momento sus parlamentarios lo han rechazado en el Congreso. Este martes la Sala de la Cámara verá nuevamente la reforma constitucional que suprime la referencia al número de diputados, lo que abre las puertas a la modificación del actual mecanismo electoral, pero la derecha ya anunció su rechazo.

 

Para este martes 19 de mayo la primera iniciativa que está en tabla en la Cámara Baja, con discusión inmediata, es el proyecto de reforma constitucional, iniciado en mensaje, que suprime la referencia al número de diputados. Mismo que requiere el voto favorable de los 3/5 de los legisladores en ejercicio, es decir, 72. De lo contrario seguirá el mismo destino de su predecesor que fue rechazado por la mayoría de la oposición.

 

Es altamente probable que para un liberal como González seguir atrapado en un sistema como el actual es impensable y la señal más clara de parte de la derecha es que no va a hacer mucho para cambiarlo. De allí el salto de un comando a otro. Este se gestó a fines de abril, después de alrededor de dos meses en que el cientista político se dedicó a examinar con detención las propuestas que el diputado socialista iba incorporando al debate político. Conciente de que el actual sistema político «está restringiendo la profundización democrática», tomó la «dolorosa» pero firme decisión de respaldar la candidatura de Marco Enríquez, porque a su juicio el novel candidato está planteando «lo que hay que hacer ahora, lo urgente».

 

Una reunión con el candidato y parte de su equipo y otra solos fue el punto de partida para dar el vamos a esta alianza casi tan llamativa como la surgida entre Flores y Piñera. Después de todo González tiene una trayectoria de 40 años en la derecha, donde no sólo se cuenta entre los fundadores de la juventud del Partido Nacional por allá por el año 1968, sino también de su tienda heredera, Renovación Nacional. Fue uno de los encargados de las encuestas en la campaña de Hernán Büchi en el año 1989. E incluso llegó a ser candidato a diputado por su partido. Pero a pesar de su compromiso político, González sintió que era más fuerte su anhelo de cambiar algunos aspectos de la institucionalidad que, a su juicio, impiden no sólo la participación sino la expresión de ciudadanía como es el actual sistema electoral.

En los grupos Tantauco, González participó en las dos comisiones que podrían haber reflejado su sentir en este aspecto. A través de los equipos de reformas institucionales y regionalismo y descentralización el cientista político intentó plasmar en la campaña de Piñera su modo de pensar. Más parlamentarismo, cambiar el sistema electoral a uno mayoritario puro o mayoritario corregido, transformar la ley de partidos y elegir por votación popular los cargos regionales son aspiraciones que tiene la convicción de que podrá llevar a efecto Marco Enríquez.

Jorge González explica que en la campaña de Piñera «hay espacio para algunas cosas y para otras no, pero con Marco hay una coincidencia completa. En el tema de las reformas políticas estamos de acuerdo en las cuatro grandes que son las cuatro importantes». Por eso que en el grupo de Enríquez-Ominami está haciendo algo similar a lo que hizo en los Tantauco, explica.

«Marco tiene diez puntos en su programa, el punto tres es el de las reformas políticas y se está armando ahora un equipo similar a lo que pueden ser los Tantauco y nos vamos a empezar a reunir. Por ahora estoy buscando a la gente, los estudios, los temas y proponiéndole distintas cosas. Mi impresión es que más gente de derecha se va a sumar, porque yo no soy el único que está en ese tema».

 

 

 

 

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