Semana clave para propuestas ambientales emblemáticas que han contado con un fuerte rechazo por parte de las comunidades vecinas. Este martes le toca el turno al ducto que Celco pretende instalar frente a la playa de Mehuín.
Esta ha sido una semana clave para propuestas ambientales emblemáticas que han contado con un fuerte rechazo por parte de las comunidades vecinas.
El lunes, la Corema de Valparaíso dio luz verde a una nueva Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de la Central Termoeléctrica Campiche, de AES Gener. Esto, luego de un largo periplo que llegó hasta la Corte Suprema-que obligó a detener las obras- y que fue rescatado gracias a una modificación a la OGUC impulsada por el ministerio de Vivienda.
La semana pasada, el municipio de Puchuncaví, donde se emplaza la central a carbón, rechazó aplicar esta modificación, pero según diversas fuentes esto no sería vinculante.
Este martes le toca el turno al ducto que Celco pretende instalar frente a la playa de Mehuín, en la Región de los Ríos. A las 16:00 horas se reunirán los 22 miembros de la Corema presididos por el intendente (s) Francisco Mena., para definir el destino del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado por la compañía para botar los riles de la celulosa Valdivia.
El ducto también ha enfrentado un largo camino, ya que por más de 10 años la mayoría de los pescadores de la zona se opusieron a su construcción, situación que cambió en octubre de 2007 luego de que tres sindicatos de pescadores de Mehuín negociaron con la empresa del Grupo Angelini y aceptaran respaldar la construcción del ducto.
Esto dividió enormemente a la población, que protagonizó duros enfrentamientos.
Entre los detractores se encuentra el sindicato de pescadores y buzos artesanales de Queule, cuyo presidente, Patricio Olivares, señaló que “los pescadores de Queule expresamos nuestra oposición, llevamos 13 años de lucha. Es algo grave para el borde costero de la Novena Región y de la Región 14”.
