En la administración de Piñera fue Jefe de Fomento del Consejo de la Cultura y las Artes
Javier Chamas fue el Primer Secretario del Fondo de la Música en la administración de José Weinstein, conservó el cargo con Paulina Urrutia y saltó a la fama como director de Fomento de Luciano Cruz Coke, donde se le responsabiliza de desmantelar las áreas artísticas del CNCA. Tras su salida del Consejo con Barattini, Chamas se fue a trabajar al Centro Cultural de Álvaro Saieh, desde donde presenta un proyecto al Fondart por $150 millones, ganándoselo íntegramente.
Es conocido que Javier Chamas se define como un técnico de la cultura. Un técnico que pasó de la administración de José Weinstein a la de Paulina Urrutia sin sobresaltos, y luego a la de Luciano Cruz Coke, donde alcanzó poder y notoriedad en un cargo de primera línea. Con la llegada de Claudia Barattini se terminó su larga estadía en el Consejo.
Hoy su vasto conocimiento del Consejo de la Cultura no ha hecho más que generar recelo en el mundo de la cultura, puesto que este ex funcionario es el ejecutor responsable de los $150 millones que el Fondart le pasó a CorpArtes, la fundación cultural del dueño de CorpBanca, el Hotel Hyatt y Copesa, Álvaro Saieh, en la línea de apoyo a organizaciones culturales.
Habría que partir diciendo que es bajista del grupo La Rue Morgue y Diplomado en Administración Cultural de la Universidad Católica, pero, sobre todo, es una figura no querida en el sector cultural por ser considerado el responsable de haber desmantelado las áreas artísticas del CNCA durante la administración de Cruz-Coke, y de haber firmado los despidos de varios de sus ex colegas de la misma institución.
Caracterizado por un perfil netamente técnico, Chamas fue el primer Secretario Ejecutivo del Consejo de la Música nombrado por José Weinstein en el año 2005, luego de que se creará el CNCA. Siguió en su mismo cargo durante la administración de Paulina Urrutia, dando su salto al estrellato en el Gobierno de Sebastián Piñera, período en el que fue nombrado Jefe del Departamento de Fomento e Industrias Creativas, incluso hasta Subdirector del Consejo tras el traspié y salida del ya olvidado Nicolás Bar.
Entre las cosas que se le critican a Chamas, aparte de haberse “dado vuelta la chaqueta” política –groseramente, según algunos–, también está el penoso episodio con la ex Secretaria Ejecutiva del Libro, Paz Balmaceda García-Huidobro, con quien intercambia una serie de correos electrónicos en donde se mofan de una Consejera del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, incidente que le valió el repudio del sector y de la Sociedad de Escritores de Chile.
Mediante una carta dirigida al entonces secretario de Estado, Roberto Ampuero, la Sociedad de Escritores de Chile reveló que el jefe del Departamento de Fomento de las Artes, respondió con “un lenguaje ofensivo y procaz” una petición de la escritora y consejera del CNCA, Ximena Troncoso.
Tras habérsele aceptado la renuncia cuando asumió la ministra Claudia Barattini, Chamas se fue a trabajar a CorpArtes, que administra el Centro Cultural CA 660, perteneciente a CorpBanca, la institución financiera del empresario Álvaro Saieh. Desde su nuevo puesto postuló al Fondart como ejecutor principal de un proyecto por el que pidieron $150 millones, para ser utilizado en proyectos educativo-culturales y cuyo plazo de ejecución son tres años.
Su conexión con el Consejo, para sus detractores, lo convierte un agente privilegiado en cuanto a la información, hecho por el cual estarían solicitando que el proyecto sea revisado por la Dirección Jurídica del mismo servicio.
