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La reconversión de Juan Pinto: de niño símbolo de las contaminantes micros amarillas a paladín de la electromovilidad

La reconversión de Juan Pinto: de niño símbolo de las contaminantes micros amarillas a paladín de la electromovilidad

Transantiago tiene nuevos buses. Se trata de una nueva flota ecológica que será operada por Metbus. Su dueño, Juan Pinto Zamorano, cuenta con orgullo la idea que se le ocurrió estando en Estados Unidos y que pudo concretar en Chile junto a la actual ministra de Transportes. El empresario, uno de los más antiguos del país en el rubro, no ha estado exento de polémicas.


Los buses eléctricos renovarán la cara del transporte público en Santiago y la idea se la atribuye Juan Pinto Zamorano, presidente ejecutivo de la empresa operadora y uno de los empresarios del transporte más antiguos del país.

“Soy innovador. En un viaje a Lancaster [EE. UU.] los vi y pensé que Santiago ganaría con esto, pues son cero ruido y no contaminan. En abril pasado me reuní con la ministra [Hutt] y me preguntó qué pensaba del Transantiago. Le dije que lo que faltaba era comprar buses eléctricos y que yo tenía dos que andan muy bien: que diéramos el salto. Y ella tomó el desafío”, dijo el empresario a comienzos de diciembre en entrevista con Pulso.

Metbus y Pinto de a poco comienzan a conformar su flota de buses eléctricos. Probaron por algunos meses dos buses chinos de la marca ByD, y ahora está incorporando otros 100 buses, de la misma procedencia; todo con el apoyo de Enel, que los adquirió y se los entregó a Metbus en leasing.

Metbus y Pinto se quedaron con ocho servicios de la fenecida Alsacia, cinco de los cuales unen a Renca con otras zonas de la ciudad.

Los buses son buenas noticias para el medio ambiente en una contaminada capital. Pero Juan Pinto no solo tiene buenas ideas. El hombre clave tras la electromovilidad del transporte público santiaguino se ha visto enfrascado en más de un problema a lo largo de los años.

Previo al bullado intento por controlar el caos del transporte urbano que significaban las denominadas “micros amarillas” en el 2001, seis líneas de microbuses, parte de la Asociación de Empresas de Transporte de Pasajeros (AETP), presentaron un recurso de protección contra del dirigente microbusero Juan Pinto, el ministro de Transportes Carlos Cruz y otras autoridades ante la Corte de Apelaciones de Santiago.

Los microbuseros acusaron a las autoridades de haber favorecido indebidamente a Pinto Zamorano al permitir a su empresa –Los Halcones S.A.– establecer un recorrido que utilizaba vías licitadas para el transporte público, en perjuicio de las líneas que habían obtenido previamente la franquicia. Los dirigentes tras las micros amarillas argumentaron que por esas vías solo podían circular ellos y los vehículos del sistema Metrobús de color celeste clásico. Dijeron que las autoridades hicieron la vista gorda sobre el trazado, lo que constituía una muestra de “tráfico de influencias”. La acusación y el recurso presentados por los microbuseros finalmente quedaron en nada y Juan Pinto Zamorano siguió adelante.

En otro caso, ya con el Transantiago operando en el 2015, el 34º Juzgado del Crimen de Santiago procesó y declaró reos a siete ex dirigentes de la Asociación Gremial Metropolitana de Transporte de Pasajeros (Agmtp). Los dirigentes fueron acusados de celebrar –entre el 2004 y el 2010– ventas de acciones, compraventa de bienes raíces y ventas de flujos futuros para quedarse con las empresas operadoras del Transantiago, dejando fuera del camino a más de 2.800 microempresarios.

La lista de procesados criminalmente incluyó a Juan Pinto Zamorano, acusado –junto con el controlador de STP Santiago, Jorge Gómez Pérez– de firmar un acuerdo con el ex dirigente microbusero Manuel Navarrete, para repartirse las líneas del sistema de transporte capitalino.

Finalmente, tras una serie de quejas y recursos ante la Justicia, la Corte de Apelaciones revocó la sentencia y sobreseyó a los involucrados, entre ellos, Juan Pinto Zamorano.

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