No todos los graduados de Estados Unidos se benefician del título universitario. Parte del problema radica en que el mercado laboral está saturado de titulados, mientras que las condiciones laborales ajustadas han aumentado la demanda de un tipo diferente de capacidades, lo que beneficia a electricistas o fontaneros, por ejemplo.
Millones de graduados estadounidenses no ven mucho beneficio de sus costosos títulos universitarios, incluso en el ajustado mercado laboral actual.
Por primera vez en décadas, los recién graduados universitarios tienen más probabilidades de quedarse sin trabajo que la población en general, según la Reserva Federal de Nueva York. Y para la mitad de los graduados universitarios de ingresos más bajos, la prima salarial se está reduciendo rápidamente.
El desempleo en los estadounidenses de edades entre los 22 y 27 años que recientemente obtuvieron una licenciatura o un título superior era del 3,9% en diciembre, aproximadamente 0,3 punto porcentual por encima de la tasa de todos los trabajadores.
Es otra señal preocupante para una generación que pidió prestado cantidades récord de dinero a fin de poder acceder a una educación superior a medida que los costes de matrícula se disparaban. La deuda estudiantil de US$1,6 billones en Estados Unidos está lastrando la economía y ha llevado a los políticos a ofrecer soluciones que van desde ayudas específicas hasta la condonación generalizada.
El fuerte mercado laboral debería estar ayudando a los graduados a pagar lo que deben, y en el extremo superior de la escala salarial, así es. Pero en los últimos años, mientras que los graduados de escuelas secundarias han registrado un fuerte aumento en las ganancias, la mitad de los graduados universitarios con ingresos más bajos no lo han hecho, y la diferencia entre estos dos grupos ahora es la más pequeña en 15 años.
Más de cuatro de cada 10 recién graduados están trabajando en empleos que generalmente no requieren un título universitario, dice la Fed de Nueva York. Y aproximadamente uno de cada ocho trabaja en un campo donde el salario típico es de alrededor de US$25.000 al año o menos.
La economía está creando muchos empleos de este tipo y se prevé que creará aún más. En las ocupaciones para las que se pronostica un crecimiento más rápido en la próxima década, según la Oficina de Estadísticas Laborales, desde el cuidado del hogar hasta los cocineros de restaurantes, los salarios típicos oscilan entre los US$24.000 y los US$26.500.
Parte del problema estriba en que el mercado laboral está saturado de titulados, mientras que las condiciones laborales ajustadas han aumentado la demanda de un tipo diferente de capacidades, lo que beneficia a electricistas o fontaneros, por ejemplo.
Los estadounidenses que solo tienen titulación secundaria han estado disminuyendo desde hace largo tiempo, e incluso después de las mejoras de los últimos años, ganan menos de lo que ganaban en 1990.
Entretanto, los graduados universitarios con mejores condiciones han sido los grandes ganadores en los últimos 30 años, pese al aplanamiento de sus ganancias últimamente. Pero la mitad inferior de los graduados universitarios han perdido tanto a corto como a largo plazo.
Probablemente ese es el grupo que tiene más dificultades para devolver el dinero que pidieron prestado para ir a la universidad, y podrían enfrentarse a esa lucha durante toda su vida laboral. De hecho, el 5% de la deuda estudiantil ya está en manos de personas de la tercera edad, y la cifra ha aumentado gradualmente.