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Presidente Piñera podría terminar su segundo mandato habiendo nombrado a 14 de los 21 ministros de la Corte Suprema

Presidente Piñera podría terminar su segundo mandato habiendo nombrado a 14 de los 21 ministros de la Corte Suprema

Además de la reciente postulación a la Corte Suprema de la ministra de Corte de Apelaciones María Teresa Letelier, para llenar el cupo que dejó en el máximo tribunal el fallecido juez Carlos Aránguiz, y cuyo nombre ahora debe ser revisado –y eventualmente ratificado– por el Senado, al Presidente Piñera le quedan tres nominaciones más, correspondientes a los cupos de los ministros jubilados Carlos Künsemüller y María Eugenia Sandoval, a lo que se sumará el de Rosa María Maggi, quien se jubila en septiembre de este año. De sortear una difícil negociación con el Senado, estos cuatro cupos permitirían al Mandatario –sumando sus dos periodos al mando de la nación– nombrar a más de dos tercios de los ministros titulares de la actual Corte Suprema, ya que habrá designado a 14 de los 21 jueces que la componen. Un enorme poder. Claro que la última palabra la tendrá el Senado, de mayoría opositora, el que podría demorar las gestiones o no ratificar a los candidatos, y, de ser así, los próximos Supremos tendrían que ser concordados por el próximo Presidente de la República y la nueva conformación de la Cámara Alta.


Antes de que termine su período, el Presidente, Sebastián Piñera, podría configurar un caso único en las últimas tres décadas de la historia de Chile.

Efectivamente, porque, si logra designar en lo que resta de su mandato a cuatros ministros más para el máximo tribunal, habrá nombrado a 10 ministros en los últimos cuatro años, conformándose así un caso totalmente inusual en la judicatura chilena. Y si a eso se le suman los cuatro ministros –aún vigentes– que nombró en su primer Gobierno, Sebastián Piñera dejaría la Presidencia del país habiendo nombrado a 14 de los 21 ministros de la Corte Suprema, más de dos tercios del total de jueces que la componen.

Según fuentes del Congreso, la reciente nominación de la ministra de la Corte de Apelaciones de San Miguel, María Teresa Letelier, una mujer de derecha conservadora pero reconocida por su pares por ser una muy buena jueza y de perfil dialogante, no generaría resistencia entre los senadores, por lo que se estima que su futuro en el Senado podría ser muy distinto al de Raúl Mera, quien fue rechazado por un voto en la Cámara Alta en agosto de 2020.

Si bien en la última quina enviada por la Corte Suprema al Presidente de la República el nombre de Raúl Mera nuevamente encabezaba la lista, el Ejecutivo optó por  nombrar a María Teresa Letelier, quien por primera vez  integra una quina para el máximo tribunal. Además de su larga trayectoria académica y en el Poder Judicial, destaca como profesora de Derecho en la Escuela de Carabineros. Su nominación y eventual ratificación reforzarían la intención del Ministerio de Justicia de avanzar en paridad.

Con  la «pelota» del lado de la cancha del Senado para llenar el cupo que dejó el deceso del ministro de carrera judicial Carlos Aránguiz, en el caso del sillón dejado por Carlos Künsemüller, quien recientemente se jubiló, y que corresponde a cupos «externos» al Poder Judicial, el Gobierno aún no toma la decisión, teniendo en sus manos los nombres –incluidos en la quina que le hizo llegar el Máximo Tribunal– de: las abogadas Leonor Etcheberry y María Cristina Gajardo, y los abogados Jean Pierre Matus, José Luis Guzmán y Natalio Vodanovic.

En el caso de Künsemüller, como el de María Eugenia Sandoval –cuya quina aún no es enviada por la Suprema al Ejecutivo–, la decisión será especialmente difícil, ya que cuando se trata de cupos “externos” al Poder Judicial todo resulta más complejo y enredado, por las redes, nexos e historia profesional que cada postulante tiene a sus espaldas. Según fuentes judiciales, la Corte Suprema aún no ha enviado la quina para reemplazar a la jubilada ministra Sandoval, a la espera de que se presenten más abogados candidatos, ojalá de renombre, para así tener más de donde elegir y, también, para ver antes qué hace el Gobierno con la quina de Künsemüller, que aún se encuentra en el congelador del Ministerio de Justicia.

El cuarto cupo a la Suprema se producirá en unos meses, en septiembre de 2021, cuando cumpla edad de jubilar la ministra Rosa María Maggi. Al igual que en el caso de Aránguiz, aquí los nombres que compongan la quina deben ser de carrera judicial.

De existir algún tipo de negociación que siga la ruta del binominalismo, esta no se ve para nada fluida, toda vez que la relación entre el Senado y el Presidente Piñera se halla en un débil equilibrio, y podría ser el momento en que los senadores hagan sentir la mayoría opositora en la Cámara Alta.

Tampoco queda fuera del terreno del análisis que la posibilidad de que el Presidente Piñera termine por elegir –sumados sus dos periodos al mando de la nación– a más de dos tercios de los ministros vigentes de la Corte Suprema, está cruzada con aires reformistas, lo que puso en marcha el propio Gobierno tras someter a trámite legislativo una iniciativa que crea una Comisión Nacional de Nombramientos Judiciales, que tendrá por objeto seleccionar y nombrar en sus cargos a jueces(as) y ministros(as) de Corte de Apelaciones del país, quitándole estas facultades a la Corte Suprema. La iniciativa busca establecer un sistema público que se base en el mérito para llenar los cupos jurisdiccionales, alejando así su criticada opacidad actual.

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