Nacido en la comuna de Purén, en «Purén Indómito», como él denomina a la tierra de Pelantaro y Ancalemun, la candidatura de Ancalao no se sitúa exclusivamente desde lo mapuche, sino como representante de dos mundos, el mapuche y el chileno, integrando la cultura ancestral de las naciones originarias que habitan Chile con la cultura del Chile mestizo contemporáneo. «El hecho de que la bandera mapuche sea utilizada por chilenas y chilenos en las multitudinarias manifestaciones, nos habla de una identificación con la causa de los excluidos y por ello con el movimiento Por el Buen Vivir de Chile. Esta candidatura representa las necesidades de todo Chile dentro de las normas del sistema democrático existente»,
Diego Ancalao, profesor, columnista, académico e intelectual mapuche se encuentra en plena campaña para recolectar las 33 mil firmas que necesita para inscribir su candidatura presidencial como independiente.
Nacido en la comuna de Purén, en «Purén Indómito», como él denomina a la tierra de Pelantaro y Ancalemun, los «libertadores del pueblo mapuche», la candidatura de Ancalao no se sitúa exclusivamente desde lo mapuche, sino como representante de dos mundos, el mapuche y el chileno, integrando la cultura ancestral de las primeras naciones que habitan Chile con la cultura del Chile mestizo contemporáneo. Desde ahí es que busca convertirse en la primera candidatura mapuche a la Presidencia real, de manera de incluir la cosmovisión, filosofía y liderazgo indígena en el debate presidencial.
«El hecho de que la bandera mapuche sea utilizada por chilenas y chilenos en las multitudinarias manifestaciones, nos habla de una identificación con la causa de los excluidos y por ello con el movimiento Por el Buen Vivir de Chile. Esta candidatura representa las necesidades de todo Chile dentro de las normas del sistema democrático existente».
Si bien, antes de Ancalao, Aucán Huilcamán también exploró ese camino, la diferencia es que Aucán hizo una performance a caballo para validarse dentro del pueblo mapuche, en cambio el líder del movimiento «Por el buen vivir» lo hace desde el país en su conjunto.
«Yo siempre he sostenido que la controversia se resuelve dentro del marco democrático, en un diálogo político, pero intercultural y plurinacional», sostiene.
