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Incierto panorama en las elecciones internas del Tribunal Constitucional para escoger a su próximo presidente

Incierto panorama en las elecciones internas del Tribunal Constitucional para escoger a su próximo presidente

Hasta hace pocos días el ministro que se veía con más opciones para reemplazar en el cargo a María Luisa Brahm, era Miguel Ángel Fernández. Sin embargo, hoy todo indica que podría ser Juan José Romero, de derecha conservadora –hijo del exsenador de RN (y presidente del Senado), Sergio Romero–, pero al que se le reconoce y aprecia su independencia y distancia con La Moneda. El otro gran punto a su favor es que –al contrario de Fernández– su período termina en marzo de 2022, con lo que su cargo estaría más acoplado con el funcionamiento de la Convención Constitucional, que seguramente se pronunciará sobre la vigencia y atribuciones del TC.


Este martes 10 de agosto podría ser el día que los ministros del Tribunal Constitucional (TC) elijan al sucesor de María Luisa Brahm en la presidencia del organismo, cargo muy importante porque, en caso de empate entre los diez ministros titulares, quien preside la instancia tiene voto dirimente.

Brahm, muy cercana al Presidente Sebastián Piñera, termina su mandato bastante cuestionada por su rol de operadora del Gobierno y, además, por varios procesos disciplinarios que se le han seguido al interior del organismo, por abusos y malos tratos laborales, así como por transgredir las normas internas de la entidad, al autorizar el ingreso de la PDI a dependencias de los ministros sin la debida autorización para ello.

Hasta hace pocos días, el ministro que estaba mejor aspectado para reemplazarla era Miguel Ángel Fernández, de perfil de derecha conservadora, y que es visto como un continuador de la «era Brahm», y, por lo mismo, es el favorito de La Moneda –fue designado el año 2018 por el Presidente Piñera, en reemplazo del DC Carlos Carmona–. Fernández siempre ha fallado alineado con los intereses del actual Gobierno. Durante las últimas horas, sin embargo, varios temas han jugado en su contra.

En primer lugar, porque su cargo dura hasta el año 2027, razón por la cual estaría completamente desacoplado con los tiempos de la Convención Constitucional, que tendrá que decidir acerca del futuro del TC y sus integrantes. Entre los ministros del tribunal se están inclinando por alguien que esté próximo a finalizar su período legal, ojalá ahora en marzo de 2022, para así dar una señal política y de acople con la Convención. En marzo del próximo año, finalizan el ejercicio de sus cargos los ministros María Luisa Brahm, Iván Aróstica, Gonzalo García y Juan José Romero.

Otro factor que ha enturbiado las aguas para Miguel Ángel Fernández es el relativo a sus vínculos, en el pasado reciente, con Soquimich (SQM), empresa símbolo de la corrupción, por su rol en el financiamiento ilegal transversal de la política. Justo antes de integrar el TC, Fernández fue abogado de SQM y estuvo por negar la Consulta Indígena a favor de las comunidades afectadas con la extracción de litio de los salares. También fue abogado de dicha compañía en el conflicto con Corfo a propósito del litio de los salares.

Y ya de ministro del TC, cuando Patricio Contesse fue sancionado por el caso cascadas de SQM, Fernández no se inhabilitó, dio su voto y redactó el fallo que acogió la solicitud de Contesse, favoreciéndolo.

En la época del segundo Gobierno de Bachelet, estuvo en contra de la Ley de Educación Superior, por considerar inconstitucionales las facultades de la Superintendencia de Educación para fiscalizar, por definir el Estado los requisitos de acreditación y aquellos respecto a la gratuidad, entre otros motivos (hay informe en derecho suyo en el expediente respectivo).

También, Miguel Ángel Fernández fue abogado activista contra la Ley de Aborto en tres causales, y en el año 2017 fue requirente y alegó la inconstitucionalidad de esta ley en representación de los senadores de derecha, alineado con las posturas de la Pontificia Universidad Católica (PUC), pretendiendo la existencia de una “objeción de conciencia institucional”, a la que el TC en definitiva dio ha lugar, torciendo así el sentido de la ley (borrando un par de palabras para que la norma diga exactamente lo contrario a lo legislado por el Congreso). Al interior del TC hace ruido que Fernández tenga contrato de trabajo en la PUC, incluso con un cargo de jefatura en su Facultad de Derecho.

Así las cosas, todo indica que al día de hoy el ministro del TC con más opciones para reemplazar a María Luisa Brahm es Juan José Romero, también de derecha conservadora, hijo del exsenador de RN (y expresidente del Senado), Sergio Romero.

El gran punto a favor de Romero es que termina su período en marzo de 2022. También, otro aspecto que es mirado con buenos ojos entre sus pares, es que es más independiente –o no alineado– de La Moneda, incluso estuvo en contra de los dos requerimiento del Gobierno contra los retiros de fondos desde las AFP.

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