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Base policial china en Viña del Mar: la Cancillería de nuevo sin palabras

Base policial china en Viña del Mar: la Cancillería de nuevo sin palabras

Tras la publicación –la semana pasada en la revista Newsweek– sobre la existencia de centros de servicios policiales del Gobierno chino en más de 20 países, incluido Chile, las autoridades chilenas y la propia embajada asiática en nuestro país emitieron sendas declaraciones. La misión diplomática precisó que se trataba de un “centro de atención para los ciudadanos chinos en ultramar”, mientras que el Gobierno señaló “estar investigando la situación”. La afirmación provino de la ministra Carolina Tohá. Extraña situación de la que, una vez más, no participó la Cancillería, a la que corresponde, según la Convención de Viena, llevar la acreditación de los funcionarios extranjeros en servicio en nuestro país. Al parecer no había registro de este personal de China.


La ONG Safeguard Defenders publicó el pasado miércoles, en la revista estadounidense Newsweek, sobre la existencia de 54 «centros de servicios policiales» pertenecientes al Gobierno de China en más de 20 países y 25 ciudades en el mundo. Una de estas bases se encuentra en la ciudad de Viña del Mar. Ante esto, la ministra del Interior, Carolina Tohá, señaló «solamente podemos decir al respecto que este es un caso que tiene un carácter internacional, nosotros estamos dispuestos y activos, aportando a esa investigación a través de la Policía de Investigaciones”.

Según la publicación, se trata de un programa piloto dirigido por las oficinas de seguridad pública de los condados de Fuzhou y Qingtian, de las provincias costeras de Fujian y Zhejiang.

“Las estaciones de servicio en el extranjero se crearon para luchar contra la delincuencia transnacional, especialmente el fraude en las telecomunicaciones, que ya ha supuesto la detención de un gran número de ciudadanos chinos residentes en el exterior. Sus tareas declaradas también incluyen la prestación de servicios administrativos, como la renovación de las licencias de conducir chinas. Entre abril de 2021 y julio de 2022, las autoridades chinas arrestaron a 230 mil sospechosos de esta manera, la mayoría del sudeste asiático”, señala el informe de la ONG.

Al respecto, la embajada de la República Popular China en Santiago emitió un comunicado donde explica que no existen ese tipo de dependencias en el país y señaló que lo que funcionó en Viña del Mar corresponde a un “centro de atención para los ciudadanos chinos en ultramar que estuvo a cargo del ciudadano chino Wang Yinle”. Agrega que “el establecimiento de dicho centro solo es una medida provisional durante la pandemia. Como la situación pandémica mundial se vuelve estable y se alivian las medidas de control, y con la renovación de la plataforma de trámites en línea, las autoridades de Fuzhou han pedido a sus ciudadanos volver a China a realizar estos trámites, y los que tienen dificultad en viajar, pueden acceder directamente a la plataforma virtual, razón por la que el centro de servicio en Viña del Mar dejó de funcionar en este junio y en sus tres meses de existencia, asistió a un ciudadano chino para renovar su licencia de conducir”.

Cancillería muda

Ha pasado una semana desde la señalada publicación y la Cancillería chilena sigue guardando silencio al respecto (como en casi todo lo relacionado con China). No obstante, este caso transgrede flagrantemente la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas (1961), la que consigna que los funcionarios extranjeros –cualquiera que sea y el rango que ostenten– deben estar anunciados y acreditados ante el Estado receptor; porque existen derechos y deberes al respecto.

La existencia de agentes (de policía, de inteligencia o de otra índole) de regiones de China instalados en Chile, sin el conocimiento de las autoridades merece, a lo menos, una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores. Y eso que la ministra tiene vasta experiencia y la subsecretaria Fuentes es experta en Derecho Internacional. La pregunta es: ¿la reacción sería la misma si se tratara de otro país: Argentina, Perú, Bolivia, solo por nombrar a los vecinos? A esto se suma que la vocería la hizo el Ministerio del Interior, como si fuese un tema de seguridad interior, aunque el comunicado de la embajada de China reconoce que se trata de funcionarios “que apoyaban a la comunidad china en Chile”, pero soslayando que no habían avisado al Gobierno chileno ni acreditado a sus funcionarios.

A esta situación se agrega que aún el Gobierno no se ha pronunciado sobre el Informe de DDHH entregado por Bachelet, antes de dejar su cargo como Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Nuevo embajador

Ante estos hechos, el anuncio del nuevo embajador chileno en Beijing, Mauricio Hurtado –que está a la espera del agreement–, pasó casi desapercibido. Hurtado es abogado por la Universidad de Chile y egresado de la Academia Diplomática. Ha servido en las embajadas de Chile en Indonesia, Brasil, China, Singapur y Estados Unidos. Fue director de Programas en el Secretariado del Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico (APEC). Además, ejerció como ministro consejero de la embajada en China entre 2004 y 2008. Ha sido asesor de Ricardo Lagos Escobar. Y en lo que va del Gobierno del Presidente Boric, se ha desempeñado como director de la Dirección de Integración Regional Multilateral de la Cancillería.

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