Con la noticia de que Banco Estado debe devolver a sus clientes cerca de US$12 millones, la derecha salió con todo a desquitarse del “bullying” sufrido por el caso Cencosud, que significó la caída del presidenciable de la UDI, Laurence Golborne. Esto, debido a que la noticia salpica a nombres emblemáticos de la Concertación que fueron directores del banco.
Jaime Estévez, sindicado como uno de los responsables, niega las culpas argumentando que todo lo hicieron al amparo de la SBIF.
Esto es que devela, una vez más, las falencias del “Socialismo Neoliberal” implementado durante los gobiernos de la Concertación, donde se propiciaba un mercado sin reglas al mismo tiempo que un Estado asistencialista, donde las personas son mas consumidores que ciudadanos.
Al mismo tiempo, la Concertación hizo un espectáculo al no ponerse de acuerdo para realizar primarias parlamentarias, lo que demuestra que quienes tienen el poder se hacen adictos a él, siendo muy difícil que den un paso al costado.
