La inauguración del más importante de los festivales de la industria audiovisual del país, resultó el escenario perfecto para que el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, diera a conocer la primicia: el resultado de los nuevos fondos del Consejo -por asignación basal-, que contemplan un apoyo de $100 millones para el Centro de Promoción Cinematográfica (organizador del evento), y el compromiso de otros $500 para restaurar el céntrico Teatro Cervantes, como próxima sede de la muestra, el 2016.
La lluvia que cayó insistentemente sobre la capital de la Región de los Ríos, no impidió que un centenar de autoridades de la zona, y de realizadores, productores, actores, y público en general, se dieran cita anoche, en la Aula Magna de la Universidad Austral de Chile (UACh), para presenciar el evento inaugural de la versión 22° del Festival Internacional de Cine de Valdivia (5 al 11 de octubre).
En la oportunidad –y en un evento que contó con la animación de Luis Alarcón y del último Premio Nacional de Dramaturgia 2015, Héctor Noguera- el ministro de Cultura Ernesto Ottone Ramírez, uno de los oradores de la cita, entregó los resultados de la nueva línea convocada por el Gobierno para proyectos culturales por asignación directa, que con un presupuesto de $ 1. 500 millones, tiene como restricción que el 70 % de sus recursos, sea concedido excepcionalmente a las regiones del país, descartando a la Metropolitana de Santiago.
De los dieciséis proyectos seleccionados con el propósito de recibir el aporte, uno corresponde al Centro de Promoción Cinematográfica de Valdivia, uno de los principales organizadores del Festival, junto a la Universidad Austral, el Consejo de la Cultura, el Gobierno Regional y la Ilustre Municipalidad de la ciudad. También, comprometió la entrega de otros $500 millones con el objetivo de refaccionar el antiguo Teatro Cervantes, emplazado en el centro de la capital de Los Ríos, y así el edifico pueda acoger permanentemente las actividades de Ficvaldivia en el futuro. Al respecto, indicó Ottone, “sólo falta que se tramiten los papeles definitivos”, con el propósito de ejecutar la iniciativa.
Un evento de repercusión internacional
Asimismo, el ministro se refirió a la significancia de Ficvaldivia para la industria nacional, y al hecho que a su juicio, representa el gran obstáculo que impide el crecimiento del cine chileno, entre las audiencias locales: la mala distribución de las cintas que se producen en el país.
“Este es un evento que tiene una resonancia internacional de mucha importancia: la pauta se la toma el audiovisual durante esta semana, y eso no lo logran muchas ciudades. Pero Valdivia posee eso, gracias al alero de la Universidad que tiene, y que aporta una mirada a la diversidad, en una forma de contemplar el mundo”, reflexionó Ernesto Ottone para El Mostrador Cultura+Ciudad. “El Festival ha cambiado en su dirección hace dos años, y necesitaba airearse, como todas las instituciones lo requieren, lo que me parece correcto, para evolucionar en el tiempo”, continúo.
Consultado acerca del problema de la circulación de las películas nacionales, respondió lo siguiente.
“El acceso a la cultura es un derecho, y se necesita crear instancias desde el Estado, para que puedan ser disfrutados por gran parte de los ciudadanos de este país, y si en tres meses tenemos que estrenar 48 filmes, eso quiere decir que existen problemas graves en la circulación de las producciones, y los festivales cumplen esa función, de dar a conocer lo bueno que no tiene cabida en el sistema comercial. Los aportes nuevos que van a llegar del Consejo caminan en ese sentido, vamos a lograr hacer circular eso, tener nueva infraestructura, evaluar lo que hay, refaccionar salas antiguas en Provincia. Ahora tenemos un programa de centros culturales para ciudades de más de 50 mil habitantes, y en 2017, tendremos una propuesta que se haga cargo de las urbes de menos 50 mil habitantes”, precisó la autoridad.
“Los resultados anunciados esta tarde, del fondo especial, destinado en un pretenden ayudar en esa dirección: el 70% de su presupuesto se encuentra restringido para regiones y fueron proyectos institucionales que se estimaron de la siguiente manera: primero fueron vistos por la dirección regional, por cada área, unidad, y una vez que hubo un resultado, se entregaron los fallos a la comisión y al directorio nacional del Consejo (de 24 iniciativas en primera instancia), entonces se realizó una mirada estratégica como país, y se escogieron a diez instituciones de provincia, entre ellas el Centro de Promoción Cinematográfica de Valdivia, pensando no sólo en el festival de este año, sino que también en el próximo”, confidenció Ottone.
Vitrina del cine chileno
Los aportes anunciados desde el Gobierno, sólo reafirman la visión que tienen en torno a Ficvaldivia los realizadores y actores nacionales, como la principal ventana del séptimo arte no sólo a ojos de las audiencias locales, sino que también extranjeras:
“Creo que este es un lugar donde hay atención, porque viene gente de afuera que es interesante, y es un lugar excepcional para estrenar dentro de Chile, y también coincide con las fechas: si terminas el segundo semestre tu película, es normal que ocurra esto, que la exhibas primero aquí. Es tan bajo el público en estos meses que no vale la pena estrenar después de octubre, y después de exhibirse en Valdivia, la gente sabe que hay un buen producto del que se está hablando”, opina el cineasta Sebastián Brahm, quien tendrá la premiere latinoamericana de su largometraje Vida sexual de las plantas (2015), en esta versión del festival.
El intérprete Luis Alarcón, piensa algo parecido a lo manifestado por su colega: “Esta es la gran vitrina que tiene el cine chileno, para que los directores puedan mostrar su obra, que a veces en el país no tienen la distribución que corresponde, aquí se puede mostrar todo el movimiento cinematográfico que existe en Chile, que a veces es soterrado, y nadie se da cuenta de su presencia, y Valdivia lo exhibe, lo que es muy importante, y eso es lo que hace este festival. Yo tengo aprecio especial por Valdivia, pues formé parte del inicio, lo ayudé a formarse, así es que soy gente de la casa, y sé que no es fácil hacer un festival como éste, uno que nació del cine club de la ciudad, y que creció de a poco, muy cálidamente, y eso es impagable”, opina el destacado actor nacional.
Por su parte, Raúl Camargo, director del Ficvaldivia desde hace dos años, dice: “Este es un evento especial para los realizadores chilenos, primero, por los equipos de tecnología con los que cuenta, fue el tercer festival en el mundo en tener RCP, y hay un respeto al cineasta, cariño para con el director, aprecio a los actores, al técnico, un sentimiento grande, y hay una vitrina muy importante, con grandes obras de la historia del cine presentes. Somos parte de un circuito nacional de exhibidores, y queremos que nadie se quede afuera, además de tener una excelencia reconocida internacionalmente, pero fueron los directores los que nos premiaron con eso”, analiza el profesional, para El Mostrador Cultura+Ciudad
Otro de los aspectos que hacen de esta cita, un atractivo para los autores audiovisuales, radica, según Camargo: “En que película que le va bien en Valdivia, tiene su estreno afuera, en un festival como Rotterdam, por ejemplo, y estamos trabajando para eso, para formar comunidad cinéfila de carácter internacional. Yo sitúo a Valdivia, en el concierto latinoamericano, un escalón más abajo de Bafici y de Mar del Plata, pero arriba de los festivales de Lima, de Transcinema de Perú (de no ficción), de Cali, de Cartagena, de Cosquín en Argentina, instancias que también se nos unen en el esfuerzo por hacer un cine que no está en las pantallas”, medita el cineasta formado en la Universidad Arcis.
Igualmente, existe una sensación de sorpresa acerca de la competencia en sus diversas líneas, y el misterio que inspiran la lejanía y la belleza de esta ciudad:
“Lo importantes es que nadie sabe cuál va a ser la competencia en Valdivia –se la juega Camargo-, porque nosotros no copiamos los catálogos de otros festivales, sino que tratamos de ser novedosos y de crear tendencias estéticas. Así, con un presupuesto de apenas $ 182-183 millones, hacemos bastante. Por eso agradecemos a los trabajadores, y a los directores que nos acompañan, y hemos postulado a una serie de fondos, pero siempre tenemos que estar dirimiendo en concursos, y nos gustaría tener una tranquilidad presupuestaria, mínimo tener a todos los realizadores acá, y en esa coyuntura, el tema complejo pasa por los pasajes aéreos a fin de traerlos acá. Tenemos que superar esas dificultades: es la única forma de que las grandes figuras del cinematografía internacional, puedan conocer una ciudad tan fascinante como Valdivia”, se sincera el director del festival de mayor relevancia en el circuito chileno.
