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Los correos de Eugenio Díaz que ponen en la mira a Jorge Selume en medio del escándalo por acreditaciones Continúa investigación por posible conducta de corrupción al interior de la CNA

Los correos de Eugenio Díaz que ponen en la mira a Jorge Selume en medio del escándalo por acreditaciones

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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En unos días más se conocerá el contenido de los computadores que se incautaron a una serie de autoridades de universidades vinculadas con el cuestionado ex presidente de la Comisión Nacional de Acreditación. Varios personajes del mercado de la educación en Chile han aparecido en la correspondencia, entre ellos, el presidente de la Región Andina de Laureate y vicepresidente de CorpBanca.


La investigación que lleva a cabo la Fiscalía Oriente sobre el cuestionado proceso de acreditaciones es un «reventón de pus». La semana pasada, el Ministerio Público anunció la posibilidad de formalizar al ex presidente de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) Luis Eugenio Díaz, por nuevos casos de irregularidades; esta vez en los institutos profesionales Arcos, Insec e Idma.

Los nombres que han quedado sobre la mesa, vinculados a Díaz, y la red trazada por el abogado, dejan una estela que ha salpicado a varios personajes vinculados al mercado de la educación en Chile.

En dos semanas más se sumará a la investigación una nueva ronda de correos electrónicos encontrados en los computadores que, por orden de la Fiscalía Oriente, fueron incautados en seis universidades vinculadas a las asesorías de Díaz. El día 6 de ese mes se solicitó a la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) de la PDI la entrega voluntaria de los equipos de diversas autoridades de la Universidad Nacional Andrés Bello (UNAB), que fueron utilizados durante el período 2008/2011. Entre ellos, se mencionaba el de Jorge Selume Zaror, vicepresidente de la Junta Directiva de la UNAB y presidente de la Región Andina de Laureate, cabeza del holding educacional más importante en el país.

Según datos procesados por la Fundación Sol, Laureate —UNAB, UDLA, AIEP, IP Escuela Moderna de Música y Universidad Viña del Mar— posee en total 123.739 alumnos.

Uno de los correos que constan en la investigación, fechado el 11 de diciembre de 2009, y que fue incautado al ex presidente de la CNA, da cuenta de forma más clara del vínculo entre Díaz y Selume: “Estimado Jorge: el próximo miércoles se verá el IP Escuela Moderna de Música. Yo debo inhibirme, aunque no haya una estricta inhabilidad legal. El informe está bueno. Los relatores internos (la opinión de ellos es muy importante) son —por favor esto es confidencial— Rodrigo Alarcón y Octavio Henríquez. Ya hablé con Rodrigo Alarcón y estoy llamando a Octavio. También hablé con Emilio y la Sally), y hablaré con Pedro Corona y Roberto Careaga. Creo que sería bueno que tú hablaras con Rodrigo para afirmarlo. Estoy pidiendo que se jueguen por cinco años aunque conociendo a mi comisión me sospecho o me temo que la discusión serán entre 3 y 4. Pídele a Rodrigo que se juegue por cinco. Aunque no estaré en sesión estaré encima de la decisión. El martes los repasaré a todos. Cordialmente, Eugenio”.

Eugenio Díaz trabajó para la Vicerrectoría de Aseguramiento de la Calidad de la UNAB desde enero de 2009 hasta marzo de 2011. El objetivo de su contratación fue asesorar la creación de ésta (levantada finalmente en mayo de 2010), con el objetivo de preparar a la institución para el proceso de acreditación internacional, cuyo estatus hoy es ser candidata por la Middle States Commission on Higher Education. Díaz fue presidente (s) de la CNA desde el 30 de abril de 2010 hasta el 24 enero de 2011 y tuvo distintos períodos como comisionado. (Ver archivo adjunto)

Sobre este correo, Emilio Rodríguez, a quien se refiere Díaz y que entonces era presidente de la CNA, señala a El Mostrador que no recibió “presiones ni sugerencias tendenciosas de ningún miembro de la CNA durante los años que estuve en la agencia de acreditación” y que “durante los procesos 2007, 2008 y 2009, la influencia de abogado Sr. Eugenio Díaz fue francamente menor. Cada consejero tenía muchísima autonomía de pensamiento y los debates siempre terminaban inclinándose por la posición más rigurosa”. Emilio Rodríguez es actualmente rector de la Universidad de Tarapacá.

Es un correo que, según fuentes del Ministerio Público, podría tener complicaciones para el ex presidente de la CNA, no así para Selume. “Muestra que hay infracciones, sobre todo a la reserva que se debía tener, porque si hay indicaciones a relatores internos, está reconociendo que es algo que no se puede hacer… Le complica a Eugenio Díaz, pero Jorge Selume no contesta nada que lo comprometa”, indican.

Con respecto al mismo correo, Sally Bendersky –en ese momento jefa de la División de Educación Superior y representante del gobierno en la CNA, y a quien también menciona Díaz en el e-mail del 11 de diciembre de 2009– señala no recordar que Eugenio Díaz le haya pedido respaldar alguna posición suya. “Es posible que me haya llamado para entregarme información que yo podría haber supuesto era de relevancia para él en su calidad de vicepresidente de la CNA. Yo misma pedí información muchas veces y a varias personas con el fin de tener la mayor cantidad de antecedentes posibles para dar un voto fundado en la CNA”, contesta vía e-mail a El Mostrador. Bendersky dejó sus funciones en el Mineduc el 10 de marzo de 2010.

BLANCO Y NEGRO

Respecto a este correo –fechado el 11 de diciembre de 2009– Díaz aclaró ante la Fiscalía en julio del año pasado, que su “contratación en la UNAB fue decidida por el rector Rolando Kelly. Pero yo tenía una relación también con Jorge Selume porque él era parte de Blanco y Negro y yo del Club Social y Deportivo Colo-Colo”. Algo similar dijo Selume en una entrevista con Ciper: “Yo soy colocolino de toda la vida y fanático del fútbol y Eugenio Díaz también es colocolino. Y cuando me metí a Blanco y Negro, lo conocí más, porque él se sentaba cerquita mío en el estadio. Él iba casi siempre junto a su nieto. Recuerdo que conversábamos en el entretiempo con él y con otra gente que también conocí en el estadio. Y así fue durante dos años hasta que un día él me dijo: ‘Mira, yo trabajo en la Uniacc, me estoy yendo de ahí y me gustaría irme a alguna universidad privada. Me encantaría trabajar en la Andrés Bello’. Después, me llamó de nuevo y luego fue a mi oficina para entrar más a fondo en el tema. Él trabajaba en la Facultad de Derecho de la Uniacc”.

[cita]El 6 de ese mes, la petición a la Bridec era solicitar la entrega voluntaria de los equipos de diversas autoridades de la Universidad Andrés Bello –utilizados durante el período 2008/2011–, entre ellos, se mencionaba a Jorge Selume Zaror, vicepresidente de la Junta Directiva de la UNAB y presidente de la Región Andina de Laureate, cabeza del holding educacional más importante en el país: según datos procesados por la Fundación Sol, Laureate –UNAB, UDLA, AIEP, IP Escuela Moderna de Música y Universidad Viña del Mar– posee en total 123.739 alumnos. Es decir, junto a la Corporación Santo Tomás, cuenta con más alumnos que las 16 universidades estatales chilenas, que tienen en total 173.901.[/cita]

Jorge Selume Zaror casi no necesita presentación. Además de su rol en Laureate, es un reconocido empresario. Fue director de Presupuestos de Pinochet entre 1984 y 1989 y ha sido mano derecha de Álvaro Saieh, dueño de Copesa (empresa editora de La Tercera), CorpBanca y Hotel Hyatt, entre otras. De hecho, Selume fue gerente general de Corpbanca entre el año 1997 y 2001. Actualmente, además de sus vínculos con el mundo de la educación, es vicepresidente de CorpBanca.

Laureate también fue mencionado en el documento que un grupo de diputados redactó el año pasado y que fue conocido como el informe del lucro. En él, la comisión investigadora señala que hay sospechas fundadas por compra y venta de universidades en el caso de la U. de las Américas, Andrés Bello (grupo Laureate), Viña del Mar y AIEP. También se cuenta entre este grupo a las universidades Santo Tomás (grupo Hurtado) y Uniacc (Grupo Apollo).

Una de las personas que conoció de cerca la llegada de Eugenio Díaz a la Universidad Andrés Bello, es el abogado y experto en educación, Andres Bernasconi. Fue citado a declarar en septiembre del año pasado en su calidad de testigo. Bernasconi fue profesor en la UNAB entre los años 2005 y 2007. Posteriormente fue vicerrector de investigación y postgrado de la misma casa de estudios y entre 2010 y marzo de 2012, se desempeñó como vicerrector académico. Según cuenta a El Mostrador, él conoció a Eugenio Díaz mientras era asesor en la UNAB. En su declaración ante la Fiscalía, recordó así su contratación: “Recuerdo que hubo una reunión en que Jorge Selume, entonces vicepresidente de la Junta Directiva de la UNAB planteó la idea de contratar a Eugenio Díaz como asesor, señalando que el propio Díaz se le había acercado para ofrecerle trabajar en la UNAB. En esa reunión estaban el rector de la UNAB Rolando Kelly, el Vice Rector Académico Exequiel González y yo. Creo que había alguien más, pero no lo recuerdo. En esa reunión, Selume indicó que hace varios meses Eugenio Díaz Io venía persiguiendo ofreciéndole los servicios de asesoría y Selume indicó que él no había querido decirle ni que sí ni que no para no tener un problema con la acreditación de la UNAB”.

En esa misma reunión ante las autoridades de la UNAB, Bernasconi hizo advertencias con respecto a la llegada de Díaz, según declaró: “Yo manifesté mis reparos pues había escuchado sobre un episodio de conflicto de interés de Eugenio Díaz cuando en la época de la CNAP (ex Comisión Nacional de Acreditación de Pregrado, reemplazada por la CNA), actuó como par evaluador de la Uniacc, mientras tenía un cargo en la Uniacc. Conté este episodio en la reunión, me parece que el resto no lo conocía. En esa reunión no se tomó ninguna decisión, pero a los meses supe que se había contratado a Eugenio Díaz como asesor para aseguramiento de la calidad. Se le asignó una oficina en el edificio de República dependiendo de la Vicerrectoría Académica en la Unidad de Aseguramiento de la Calidad junto a Thomas Griggs y Cecilia Dooner”, declaró Bernasconi, quien también sumó otros datos en su declaración: “Por conversaciones con otras personas de la red Laureate, me parece que asesoraba también en cuanto al menos a estrategia a la UDLA y a la Escuela Moderna de Música”.

En la misma línea, Bernasconi señaló que “siempre le pareció que había un conflicto de interés con la contratación de Eugenio Díaz por el conocimiento que tenía de la CNA y cuando en algún momento conversamos con Rolando Kelly la posibilidad de finiquitarlo, Kelly me indicó que podía generarse un inconveniente, pues habían otras instituciones de Laureate en proceso de acreditación que podían luego ser perjudicadas por el voto de Eugenio Díaz”.

LOS OTROS CORREOS

Aparte del cuestionado correo de marzo de 2009, otro de los e-mails que integran la investigación es uno que envió Eugenio Díaz a Jorge Selume. Es uno de los documentos a los que también se han referido quienes han asistido a declarar en el marco de esta causa que involucra a las universidades y que ya tiene más de una arista: se indagan los delitos de negociación incompatible, cohecho y lavado de activos. Esta es una investigación paralela a la del lucro.

El correo enviado el 22 de marzo de 2010 por Díaz a Selume, se leía así: Estimado Jorge. Creo que la idea de que no tenga ningún cargo formal no ha funcionado. Habría que buscar algo que no sea incompatible legalmente con mi condición de integrante de la CNA (una vicerrectoría de Calidad lo es). Se me ocurría una Dirección General de Calidad (manteniendo a Thomas como Secretario o Director Ejecutivo), pero hay quienes (Luis Horacio Rojas) me dicen que eso no se ve bien (Andrea Aedo no tendría problemas), para lo que sugieren otra denominación, como Dirección General de Procesos o algo así (Adolfo Arata), que englobe el aseguramiento de calidad.

Quizás esto se resuelva formalizando más, al interior de la UNAB, la Comisión de Aseguramiento de la Calidad, de la cual soy coordinador o secretario ejecutivo, y así se informa en la web de la CNA, sin que a nadie le haya llamado la atención. Quizás se pueda llamar Director General de la Comisión de Aseguramiento de la Calidad. En término de actividades reitero lo que te señalé en algún momento, que me gustaría comenzar por levantar un estado de las artes de cada carrera y programa de post grado, para identificar fortalezas y debilidades, y diseñar un plan de fortalecimiento.

Ello requiere contratar dos profesionales más. Por ahora sólo está Thomas y un estadístico, más Cecilia Dooner que está dedicada a la acreditación internacional. Y oficinas adecuadas. Nos vemos mañana. Cordialmente. Eugenio”.

Respecto a este correo, Emilio Rodríguez declaró que no le parecía correcto que hubieran existido (si existieron) “las conversaciones de Díaz con Arata y con Luis Rojas porque ellos también se deben pronunciar sobre procesos de Laureate y están dando opiniones sobre la estructura que debiera tener su cargo en Laureate”.

Andrea Aedo, socióloga que trabajó en el Mideplan y la Fundación Chile, fue contratada como Jefa del Departamento de Acreditación de la CNA en diciembre de 2007. En su declaración ante la Fiscalía deslizó en varias oportunidades el delgado límite que traspasaba Díaz e incluso detalla que ella se lo hizo ver en un encuentro con el director de Corpbanca. “Recuerdo que a inicios del 2010 tuvimos un almuerzo organizado por Díaz con Selume, los tres, en que se conversaron temas generales y Díaz indicó en algún momento su preocupación por los cambios que se venían en la CNA con la renuncia de Rodríguez y la relación de eso con su cargo en la UNAB. No recuerdo qué dijo Selume, pero fue algo así como no te preocupes. Cuando volvimos a la CNA le manifesté que no me parecía que se hablaran estos temas en el almuerzo y le indiqué que el procedimiento a mí parecer era pedir un pronunciamiento a la jefa del departamento jurídico y Díaz se molestó por mi comentario”, señaló Aedo en su testimonio, el que quedó registrado con fecha 17 de agosto de 2012.

En relación a este mismo contenido, el jefe de la División de Educación Superior, Juan José Ugarte, señaló que le llamaba “mucho la atención que no tenga un cargo formal con tareas específicas que era lo que yo entendía. Yo creía que era funcionario de la UNAB y que esa era su actividad principal en términos de sustento económico y que su actividad en la CNA era parcial y adicional en términos de dedicación profesional y de remuneraciones. Me parece que el mail devela una vaguedad de funciones, ya que no tiene funciones definidas ni un rol dentro de la organización que determine su ámbito de competencias. No recuerdo que Eugenio Díaz hubiera conversado conmigo respecto a su actividad profesional en la UNAB”.

En otro correo, enviado el 18 de diciembre de 2010 por Díaz a Selume, el abogado señala: “Estimado Jorge, Conversando con Julio Castro se nos ocurrió que quizás sea conveniente solicitar pronunciamiento de la Contraloría General de la República respecto de la supuesta inhabilidad que me afectaría que se aplicó también a Luis Horacio y ahora afectaría también a Eduardo Olivares del AIEP para participar de la acreditación de las demás instituciones Laureate. La abogado jefe –que es muy sesgada– emitió un informe recomendando la inhabilidad. Enrique Montenegro, cuando íbamos a comenzar a ver AIEP, planteó que no podíamos estar en función de ese informe y todos los demás estuvieron de acuerdo. Como ello nos seguirá afectando, se nos ocurrió conveniente recurrir a la Contraloría. Te envío el informe de la abogado de la CNA y el texto de la presentación a la Contraloría, para requerir tu opinión. Cordialmente. Eugenio”.

Sobre este último correo se pronunció en la investigación el actual jefe de la División de Educación Superior, Juan José Ugarte, quien dijo que le parecía “impropio que Eugenio Díaz insista en participar en procesos de acreditación de instituciones vinculados a su desempeño profesional bajo el paraguas de Laureate. En todo caso, recuerdo que en un proceso en que iba a ser tratado la UDLA o AIEP, Eugenio Díaz permaneció en el pleno intentando participar de la discusión, lo que fue rechazado por el pleno de la CNA debiendo retirarse de la sesión”.

En la entrevista con Ciper, Selume niega cualquier tipo de vínculo con Díaz que haya facilitado la acreditación de la Escuela Moderna de Música o de otra institución ligada a Laureate. También lo calificó como un “operador político” de las universidades privadas, razón por la que decidieron que cuando se cambiara al rector le cancelarían el contrato. En esa misma entrevista, el empresario sumó adjetivos para quien había conocido en el estadio: “Mire, Díaz es un hombre digno de un análisis psiquiátrico. Usted no sabe cómo nos majaderió por el asunto de la oficina, con que no tenía secretaria, que Rolando Kelly no lo pescaba… ¡Qué se creía! Sí tenía oficina, la que correspondía a un asesor, y no tenía secretaria exclusiva para él y Rolando Kelly no le podía dedicar su tiempo porque no fue contratado para relacionarse con Kelly, sino con los académicos”, dijo en Ciper.

Uno de los correos que suma la investigación —además de otros en que aparecen los nombres de autoridades de cuestionadas universidades en su proceso de acreditación, como la Universidad del Mar y Pedro de Valdivia— es aquel que le envía Díaz a Selume cuando la UNAB decide no seguir contando con sus servicios.

El 1 de abril de 2010, desde su iPad, Díaz le escribió sentidas palabras a Jorge Selume: “Estimado Jorge. Entiendo las dificultades de tu agenda, pero te ruego podamos resolver mi situación no mas allá de los primeros días de la próxima semana, para iniciar un nuevo curso de acción. Asumo que el rector tiene facultades para adoptar la decisión que me comunicó, sin embargo, como mi contrato inicial lo acordé contigo, me parece razonable cerrar el círculo en una conversación contigo. Los abogados asumimos el principio de que las cosas se deshacen del mismo modo como se hacen. Si te parece que ya está todo resuelto, es preferible que me lo indiques ya mismo. En tal caso, sólo te rogaría que vieras las mejores condiciones posibles para el finiquito, que sería preferible suscribir a la brevedad. Te pediría especial consideración para que mi salida fuera lo menos desdorosa posible, habida consideración de mi cargo en la CNA, aunque ya la sola salida me va a significar una inevitable complicación. Saludos cordiales. Eugenio”.

Minutos después de haber recibido el correo, pasadas las tres de la tarde y haciendo honor al tiempo en que ambos se conocían, el director de CorpBanca selló la conversación: “Eugenio. Comprendo tu sentir en este tema, pero no comparto la forma en que lo estas viendo. Jamás he dejado de cerrar los temas que deba de cerrar y menos en tu caso donde ha habido una relación de varios años, y donde ha sido la firme decisión del Rector de hacer cambios en esa área lo que nos lleva a este tema. Aunque no hubieras acordado el contrato conmigo (la decisión final en ese momento fue del rector Kelly), igual siento el deber personal de cerrar bien el tema contigo. Lamentablemente esta semana he estado solo 3 días en Stgo y solo ayer hable con la gente de la UNAB. Te espero el próximo lunes a las 10:30 en mi oficina. Saludos, Jorge”.

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