PAÍS
Al igual que en el discurso de la mañana una vez conocido el fallo, el Mandatario volvió a darse un gusto y golpeó de nuevo a Morales. En su alocución, el Presidente notificó además a su homólogo que «si Bolivia insiste en desconocer los Tratados Internacionales vigentes, o el Derecho Internacional o esta sentencia de la Corte Internacional de Justicia, el diálogo se vuelve imposible».
«Hoy ha sido un gran día y hemos logrado un gran triunfo para Chile y los chilenos». Con esa frase, el Presidente Sebastián Piñera inició su discurso en cadena nacional, refiriéndose al fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que determinó -por 12 votos a favor y 3 en contra– que Chile no tiene la obligación de negociar con Bolivia una salida soberana al Océano Pacífico.
En su alocución de aproximadamente 5 minutos, el Mandatario nacional repasó nuevamente al presidente Evo Morales -tal y como lo hizo esta mañana luego de conocerse el fallo- señalando que «sembró durante años falsas expectativas en su pueblo, y hoy está cosechando grandes frustraciones para el pueblo boliviano. Y, además, lamentablemente, su actitud nos ha significado perder cinco valiosos años en las relaciones entre dos países hermanos y vecinos como somos Chile y Bolivia, y que tenemos tantos desafíos que abordar en conjunto hacia el futuro».
El tono del Presidente hacia Morales ha llamado la atención incluso del propio piñerismo, desde donde resaltaron que el jefe de Estado se dio un gusto en la mañana y que era innecesario golpear a Morales. Pero, lejos de distender el trato hacia su homólogo boliviano, lo cierto es que Piñera mantuvo la misma actitud de frontalidad en la cadena.
En su discurso, además, el Jefe de Estado enfatizó las facilidades otorgadas por Chile a Bolivia en materia de acceso al mar, en el marco del Tratado de 1904, así como el «espíritu y actitud de diálogo».
En esa línea sostuvo que «si Bolivia se enmarca dentro de ese espíritu y esa actitud, Chile está dispuesto, como lo ha estado siempre, a reiniciar de inmediato un diálogo constructivo y de buena fe con nuestro vecino».
Por el contrario, advirtió que «si Bolivia insiste en desconocer los Tratados Internacionales vigentes, o el Derecho Internacional o esta sentencia de la Corte Internacional de Justicia, y sigue confundiendo aspiraciones con derechos, buena voluntad con obligaciones o prolongando sus infundadas pretensiones sobre territorio, mar o soberanía chilena, ese diálogo se vuelve imposible».
El Presidente finalizó su discurso agradeciendo a todas las fuerzas políticas y ex Presidentes chilenos «por su valioso apoyo, por su unidad, por su colaboración y por su compromiso con la defensa de los legítimos derechos e intereses de nuestro país. Y también, valorar y agradecer a la Cancillería y al equipo jurídico, por su magnífica defensa de los derechos e intereses de Chile ante la Corte Internacional de Justicia».
Pero a pesar de la derrota, el mandatario boliviano, en su discurso de esta mañana, dio a entender que no va a tirar la toalla y desde La Haya, donde se trasladó para seguir en vivo y en directo el fallo de la CIJ, reaccionó a la desfavorable sentencia.
«El primero de octubre de este 2018 será para recordar los acontecimientos para la región que es nuestra querida América. Hemos escuchado atentamente el informe de la Corte Internacional de Justicia. En este informe si bien no hay una obligación de negociar, pero hay una invocación de seguir continuando con el diálogo», dijo, a lo que agregó que «Bolivia nunca va a renunciar, el pueblo del mundo sabe del enclaustramiento».
El presidente boliviano sostuvo además que «no estamos felices por la resolución que ha tomado la Corte” e insistió en que “hay temas pendientes entre Bolivia y Chile referidos al acceso al mar».
