Publicidad
El segundo aire que le regaló el fallo de La Haya a Piñera y el riesgo de sobregirarse PAÍS

El segundo aire que le regaló el fallo de La Haya a Piñera y el riesgo de sobregirarse

La tendencia hasta ahora en las encuestas era a la baja, pero el categórico triunfo conseguido en la CIJ va a traer a La Moneda –sin duda alguna– un tanque de oxígeno para el Presidente, a quien hace más de un mes se le había acabado irremediablemente la luna de miel con la opinión pública. Ahora la pregunta que cae de cajón es si el Mandatario será capaz de capitalizar este buen momento o, como varios temen, lo agotará rápidamente por el uso y abuso de este instante de gloria: el peligro de caer inevitablemente en el «síndrome del papelito 2».


Pasó del infierno al paraíso en solo tres días. Si el viernes el Presidente Sebastián Piñera fue duramente cuestionado por su desacierto de la bandera en la reunión con su par estadounidense Donald Trump, este lunes ascendió al Olimpo de los aplausos, después que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya diera a conocer –antes del mediodía de ayer– su esperado fallo sobre la demanda marítima de Bolivia: Chile no está obligado a negociar. Desde ese minuto en La Moneda solo hubo abrazos de alegría, festejos en los patios, banderitas chilenas a destajo con himno nacional incluido, muchos aplausos al Mandatario e, incluso, una seudoimprovisada ovación en la Plaza de la Constitución.

Claramente un momento soñado, sobre todo cuando en los últimos meses Piñera ha enfrentado una baja en las encuestas que lo tiene bajo el umbral del 50% de respaldo: transcurridos solo seis meses de Gobierno y el rechazo a su gestión ya empató a los niveles de apoyo. Las relaciones exteriores son por excelencia un punto fuerte de todo Jefe de Estado en las encuestas y el buen resultado en un asunto limítrofe cayó como anillo al dedo, más aún cuando desde La Moneda confiesan que no se esperaba un fallo tan favorable y contundente como el que leyó el juez somalí Abdulqawi Ahmed Yusuf: por 12 votos contra 3 la CIJ estimó que Chile no tiene la obligación de negociar con Bolivia.

En La Moneda el resultado fue tomado como una “gran victoria” y una forma de poner “paños fríos” a la tensión interna que ha vivido el oficialismo y el Gobierno por la caída de los números en las encuestas, por episodios tensos o incómodos como el último 11 de septiembre, los coletazos tras el último ajuste de gabinete y las cifras económicas que no acompañan del todo la promesa presidencial de los tiempos mejores.

Por eso que la oportunidad que representaba el fallo de La Haya era algo que en Palacio no se iba a dejar pasar y afirmaron que el propio Mandatario estuvo encima de cada decisión comunicacional sobre el tema.

Algunas de estas fueron que, si algo salía mal ayer con el fallo, no se iba a dar paso a mostrar un país dividido, que la derrota debía ser compartida por todos, razón por la que en el Gobierno comentaron que en todo momento, durante los días previos, se intentó mantener “a raya” la figura del ex canciller Heraldo Muñoz.

También habría sido una decisión presidencial dejar en Santiago al ministro de Relaciones Exteriores Roberto Ampuero, una orden que se dio después del cálculo sobre lo poco favorable que era tener al canciller en la primera fila de La Haya, que ante un fallo adverso se vería solo ante la nutrida comitiva boliviana, y que un resultado como el que finalmente se dio ayer habría desviado todas las miradas iniciales hacia Ampuero en la CIJ y solo después al Presidente.

Concentrar toda «la caballería» en La Moneda permitió dar una visión de Estado, contundente, “que era lo que el Presidente quería”, afirmaron desde Palacio y, de paso, permitió que la primera línea la capitalizara Piñera y La Moneda, no figuras como el ex canciller Muñoz.

[cita tipo=»destaque»]Bellolio puso el foco en algo que no pocos en la derecha y el piñerismo saben que es un riesgo latente; que el Presidente se sobregire con este segundo aire y caiga bajo el síndrome del «papelito» de los 33 mineros de Atacama.  «Vamos a ver si después de la llamada de atención que le hicieron de su equipo por la reunión con Trump, ahora esté más contenido, me gustaría pensar que va a enfrentar esto no con el chauvinismo tropical de Karen Rojo (alcaldesa de Antofagasta) sino como un buen ganador, un buen ganador que se puede poner encima del conflicto, ver cómo enfrenta a la derecha extrema que pide la salida del Pacto de Bogotá, validar los mecanismos de resolución internacional de forma pacífica… siempre a un riesgo que se sobregire, porque es Piñera”.[/cita]

Así, el fallo se convirtió en un segundo aire, un respiro para el Presidente Piñera, uno al que –saben en La Moneda– deben “sacarle el máximo rendimiento” e, incluso, que en términos económicos sirva para «dar una mayor visión de estabilidad con nuestros vecinos».

Para el analista y director de Criteria Research, Cristián Valdivieso, es claro que la resolución de La Haya “va a elevar el optimismo nacional”, lo que sumado inevitablemente al grado de “chovinismo» que conlleva este tipo de temas, efectivamente «podría traer una mejora en la apreciación del Gobierno”. Aseguró que en La Moneda “van a hacer un tema de esto, a tomarlo como un logro del país, en especial de este Gobierno, que no estaba dispuesto a ceder territorio, a pesar de que la defensa de Chile se cimentó en el Gobierno de Michelle Bachelet, junto a la figura de Heraldo Muñoz”.

Cuánto durará esta bonanza, depende de varios factores, aunque Valdivieso advirtió que, pasado el efecto del fallo, la evaluación del Mandatario “debiera pasar a sus números normales”, ya que es la “economía lo que moviliza el Gobierno de Piñera, lo otro son tema coyunturales».

El doctor en Ciencias Políticas Cristóbal Bellolio, reconoció que pensó que «el Bandera-Gate de unos días atrás con Trump podía perjudicarlo», pero es un episodio que ya no alcanzó a estar en las mediciones y el fallo de la CIJ lo va a ayudar no solo a compensar, sino también a subir en las encuestas. «Normalmente los países, cuando se unen contra el adversario externo, los gobernantes de turno rentan».

Para el analista Carlos Correa, el resultado en La Haya es parte de los “episodios que son de unidad nacional y que a los gobiernos, en general, les hacen bien, ya que la gente tiende a mirar a los gobiernos como referentes del país”. Sin dudarlo, precisó que “esto favorece a Piñera”.

En la misma línea, para el Decano de la Facultad Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central, Marco Moreno, este fallo “evidentemente le va a permitir retomar el control de agenda y poner como tema central, de los próximos días, exprimir el triunfo internacional, de tal manera de desviar la atención de los problemas internos».

¿Síndrome del papelito?

Bellolio puso el foco en algo que no pocos en la derecha y el piñerismo saben que es un riesgo latente; que el Presidente se sobregire con este segundo aire y caiga bajo el síndrome del «papelito» de los 33 mineros de Atacama.  «Vamos a ver si después de la llamada de atención que le hicieron de su equipo por la reunión con Trump, ahora esté más contenido, me gustaría pensar que va a enfrentar esto no con el chauvinismo tropical de Karen Rojo (alcaldesa de Antofagasta) sino como un buen ganador, un buen ganador que se puede poner encima del conflicto, ver cómo enfrenta a la derecha extrema que pide la salida del Pacto de Bogotá, validar los mecanismos de resolución internacional de forma pacífica… siempre a un riesgo que se sobregire, porque es Piñera”.

Correa coincide en el punto del peligroso exitismo. «Tengo el temor de que, como este hombre no se puede contener, va a terminar cayendo en el papelito 2, se va a sobregirar como se sobregiró la vez pasada en el caso de los mineros (…). Es más, el sorpresivo viaje a Antofagasta de este martes, podría ir en esa línea, la de la saturación. Veo síntomas de sobregiro, el Presidente no tuvo ninguna palabra para Heraldo y hay que esperar lo que va a decir en Antofagasta. El gran error de Evo Morales es que se sobregiró con el nacionalismo, pero cuando partió, partió bien; si sigue así, Piñera podría terminar como Evo”.

Los dos síntomas de sobregiro de los que habla el analista son el discurso del Presidente tras el fallo, donde, con poca diplomacia, le dio en el suelo a su par Evo Morales, al enrostrarle sus errores y la derrota, punto que reiteró después en la cadena nacional que anoche hizo para comentar la resolución de la CIJ. Un tono y contenido que en la propia derecha y en el piñerismo histórico fueron reconocidos como un error, un gesto que estuvo totalmente de más, que fue “un gustito personal” del Mandatario que empañó de cierta forma un despliegue, hasta entonces, impecable.

El otro síntoma fue la decisión de ir hoy a Antofagasta, región simbólica de la controversia con Bolivia, donde ya estuvo Piñera el sábado de regreso a Estados Unidos. Solo tres horas habían pasado de la euforia en Palacio cuando se confirmó el viaje, que hizo que más de uno en el oficialismo arriscara la nariz, porque apunta precisamente a un «uso excesivo» del tema y que además habría estado motivado por pugnas internas en la derecha y neutralizar el protagonismo que adquirió ayer la alcaldesa Rojo.

Para Moreno, el Gobierno «le ha dejado bastante espacio a la improvisación, al chauvinismo, que de alguna manera, y conforme vayan pasando los días, la euforia y estado emocional, va a comenzar a ser contraproducente, porque lo que se requiere es mesura y tranquilidad para abordar esto. Pero sabemos que la naturaleza del Presidente Piñera es distinta. Sus actuaciones, después de conocer el resultado, muestran a Piñera tal como es: al jugador que hace apuestas riesgosas, pero que siempre está buscando obtener un rédito en esas apuestas que realiza”.

La reunión

El fallo fue seguido desde temprano en La Moneda, en una cita que encabezó Piñera junto a su esposa, Cecilia Morel, y en la que también participaron Ampuero; los presidentes del Senado, Carlos Montes, y de la Cámara de Diputados, Maya Fernández; de la Corte Suprema, Haroldo Brito; y miembros de la comisión de Relaciones Exteriores de ambas cámaras.

Ningún detalle de la puesta en escena se dejó al azar. Previo a sentarse cada invitado, asesores de Palacio entregaron un pin de la bandera chilena, el mismo que ocupan los ministros, aunque ni el presidente del máximo tribunal ni los de ambas cámaras se los pusieron en sus chaquetas.

Si bien desde Presidencia se publicó un video en el que aparecen todos aplaudiendo y abrazándose, la tónica de la cita distó mucho de aquello, ya que –según relatan personeros que allí estuvieron– la lectura del fallo se hizo en completo sigilo, siendo la subsecretaria de Cancillería, Carolina Valdivia, la única que habló con autoridad en la mesa, porque era quien explicaba los detalles de lo que se veía en la transmisión.

Tras los aplausos y abrazos que se observaron en un video que difundió La Moneda sobre el backstage de la jornada, Piñera efectivamente se sentó a solas en su oficina a redactar la declaración que después dio en vivo y en directo en el patio de Los Naranjos, repleto de funcionarios y asesores gubernamentales que no escatimaron entusiasmo ni consignas. No consultó con nadie el contenido, ni siquiera con el canciller Ampuero. Era su momento.

Publicidad

Tendencias