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Un cambio que parte desde la casa Opinión

Un cambio que parte desde la casa

María José Escudero
Por : María José Escudero Co-Fundadora y Directora de Incidencia en Fundación Ronda
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Después de una larga espera en el mes de Febrero se hizo oficial que el 1 de Abril será la fecha de inicio de la Ley de Reserva de Cuotas de Personas con Discapacidad, Ley 21.015, la cual obliga a las empresas y organismos públicos sobre 100 trabajadores a contratar el 1% de su dotación, con personas en situación de discapacidad – de ahora en adelante las mencionaremos como PsD.


Si bien como Fundación Ronda – organización sin fines de lucro, en la que trabajamos día a día por incluir socio laboralmente a PsD o comunidades con barreras de acceso – estamos felices y muy esperanzados de este anuncio hay varias cosas por las que es importante reflexionar.

Según la ENDISC II – Encuesta Nacional de la Discapacidad -, el 20% de los Chilenos sobre 18 años tiene algún tipo de discapacidad. En cifras hablamos sobre 2.600.000 personas. Seis de cada diez de ellos se encuentra fuera del mercado laboral.  ¿Increíble no?

Aunque de la cifra no estamos tan seguros. Esa encuesta que se tomó el 2015 sólo considera muestra sólo de 12.265 personas mayores de edad y 5.515 de 2 a 17 años. En Chile no existe un censo actual de la población con discapacidad: no sabemos cuántos somos realmente o cuántos hay por tipo de discapacidad. Irónicamente actuamos “a ciegas” o con “baja visión“ respecto a la comunidad con discapacidad.

Por otro lado, también podemos hacer el alcance que en base a esta nueva legislación se considera que actualmente en el sector privado hay más de 7.600 empresas que tienen 100 o más trabajadores por lo que se podrán habilitar más de 25.000 cupos laborales para PsD y que en el sector público hay 158 instituciones (sin contemplar municipalidades ni personal administrativo de Fuerzas Armadas), las cuales deberían habilitar alrededor de otros 2.500 cupos laborales más. ¡Eso es maravilloso! Sin embargo, la duda es: ¿contamos con esas PsD? Según la ENDISC II, sí. Sin embargo, en esta son sólo proyecciones no la realidad. Desde Fundación Ronda somos tajantes en manifestar que hoy no existe esta cantidad de posibles candidatos, empoderados y listos para comenzar a trabajar. Hay una ley, pero no está el número necesario ni siquiera para cubrir ese 1% que se exigirá.

El problema es de fondo. Esta vez no le atañe al gobierno. Ni a las empresas o fundaciones. Es responsabilidad de nosotros, de la sociedad.

Hoy como país estamos, en temas de discapacidad, en un círculo vicioso, y uno de los grandes focos a revisar,  es  que aunque existan hoy oportunidades la primera gran barrera de la PsD es su propia familia. Su círculo cercano que en la mayoría de los casos,  tiene miedo a que no va a poder, a que será discriminado, a que ellos perderán tiempo llevándolos y trayéndolos, que perderán la pensión de invalidez y capaz que después los despidan. Y así sigue la larga lista de prejuicios y aprensiones que si yo fuese ellos capaz que también las tendría. Lo importante es que hoy nos demos cuenta que estamos cambiando como sociedad y requerimos atravesar estos miedos que están delimitados por nuestras creencias y paradigmas porque finalmente lo que necesitamos de las familias es que los vean igual que a otro de sus hijos. Mientras más ellos normalicen su mirada y con los apoyos adecuados, más fácil es que puedan comenzar su proceso de independencia y autonomía.

Sabemos lo difícil que ha sido hasta ahora ser un familiar directo de una persona con discapacidad, cuando hace 30 años en Chile se les tildaban de enfermos o “ Minusválidos” que significa menos valor. Nos podemos imaginar todo lo que han atravesado en discriminaciones, falta de educación en estos temas, de concientización y en todo índole, educación, salud, trabajo, etc. Sólo les pedimos abrirse a la posibilidad que juntos, empresa, estado, sociedad civil y familia, podemos marcar la diferencia y el antes después de nuestra comunidad con discapacidad de nuestro país.

Démosles la oportunidad que toda persona merece al salir al mundo laboral, caerse, equivocarse, triunfar, decepcionarse, aprender, crear, emprender, crecer y sin fin experiencias más que todos en algún minuto hemos vivido.

Ustedes son por lejos los más importantes, ya que si ustedes creen… ellos van a creer a que pueden ser lo que quieran ser!

Por lo mismo… esta columna va en honor a la familia de Zidan Linares Tapia, – la imagen corresponde a ellos –  joven de 19 años oriundo de La Pintana, que adquirió su discapacidad al quedar en silla de ruedas a los 11 años en manos de un uniformado ebrio que lo atropelló a él y toda su familia, sin embargo su entorno cercano,  – Mamá, Papá y Hermana –  lo han apoyado y empoderado al punto, de que hoy es seleccionado Paralímpico en Basketball, se graduó de un colegio técnico y ahora trabaja como Asistente Contable y Administrativo en Ronda y se está preparando para ser consejero en temas de discapacidad en el consejo de la juventud, para un gran organismo internacional. Gracias por demostrarnos y dar evidencia que el cambio parte en casa! Nadie dice que será fácil pero se puede! Sé que se puede!!

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