Emprendedores
El pago de facturas en un plazo de 60 días y no 30, y el uso de IVA como crédito fiscal en quienes no han pagado, son las principales críticas del gremio de emprendedores.
La próxima semana, la Sala de la Cámara de Diputados deberá votar el proyecto de ley que pretende reducir los plazos de pago de las facturas emitidas por ventas de un producto o prestación de servicios. Pero lo que fue un anuncio positivo para los emprendedores, hoy los tiene en pie de guerra con el Gobierno.
«Ministro José Ramón Valente, cuando quiera debatimos, porque la ley de Pago Oportuno, tal como está, es letra muerta», escribió el miércoles en su cuenta de Twitter, el director de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), Juan Pablo Swett.
Un malestar que ya se había hecho sentir con una carta que la agrupación envió a a sus 32 mil socios con duras críticas al proyecto. «Asech lleva tiempo impulsando una ley de pago a 30 días. Debido a esto, el Gobierno convocó a una mesa de trabajo, para posteriormente anunciar el proyecto de ley de Pago Oportuno. Sin embargo, la iniciativa tal como se presentó en el Congreso no beneficia a los emprendedores por varias razones», dice la misiva.
En las reuniones de trabajo «se expuso que un plazo ético y razonable debe ser de 30 días. Sin razón alguna se mantuvo en los 60 días», agregan.
El límite de pago, fijado en el proyecto en un máximo de 60 días, y que considera intereses diarios que se generan a favor del vendedor por cada día de atraso cumplido el plazo, es la principal piedra de tope. La Asech busca que ese plazo se rebaje a 30 días y que los intereses comiencen después de ese periodo.
El malestar también se genera porque el proyecto considera convenir plazos mayores si así lo acuerdan por escrito el comprador y el vendedor. Un «acuerdo entre las partes estaría sobre la ley”, ha explicado Swett, quien además cree que existe «un desequilibrio entre quienes concurren a ese acuerdo».
Otro punto cuestionado es la eliminación del IVA crédito fiscal, es decir, que mientras la empresa compradora no pague por los productos adquiridos, no pueda usar el IVA como crédito fiscal en sus declaraciones mensuales de impuestos.
Esta es la medida de presión que han sugerido los emprendedores para incentivar a reducir los plazos de pago. Sin embargo, las autoridades han señalado que, por ahora, no es factible considerar una idea así por la complejidad técnica que implica.
Para Asech, esos argumentos no son válidos porque las facturas son electrónicas y ya no son de papel.
Ante las críticas, el ministro de Economía, José Ramón Valente, ha sido enfático en aclarar que el «proyecto es redondo y, lo más importante, resuelve un problema de más de 15 años» y que hay avances muy significativos para las pymes «que van a cambiar completamente la forma en que se pueden financiar».
