Gastronomía
La muerte de Joël Robuchon en agosto se suma a las de Anthony Bourdain y Paul Bocuse.
En estos 11 meses de 2018 hubo tres muertes que impactaron fuerte en el mundo de la gastronomía. La última fue la del francés Joël Robuchon, de 73 años, que falleció de un cáncer y ostentaba el récord de ser el cocinero que había ganado más estrellas Michelin: 32.
Un año conmovido por la partida de Anthony Bourdain, probablemente el chef más famoso del mundo gracias a sus programas “Sin reservas” y “Parts Unknown”. El estadounidense fue encontrado muerto el 8 de junio en un hotel de Estrasburgo, Francia, mientras estaba grabando su programa para la CNN. Su suicidio a los 61 años fue inexplicable para muchos considerando que aparentemente tenía una vida ideal, pues se pasaba viajando y probando sabores del mundo.
“Lo tenía todo. Exito más allá de sus sueños más salvajes. Dinero más allá de sus sueños más descabellados”, dijo su madre, Gladys. “Es absolutamente la última persona en el mundo que yo hubiera imaginado que podía hacer algo como esto”, agregó.
Bourdain -quien aseguró que viajaba 200 días al año-, ganó varios premios Emmy y estuvo diez días en Chile en marzo de 2009, cuando realizó una conferencia en Espacio Riesco y recorrió tradicionales lugares de Santiago donde probó completos, arrollado, pernil y terremotos.
Pero este 2018 partió con la muerte en enero del creador de la “nouvelle cuisine” Paul Bocuse, el chef más importante del siglo XX y un ícono de la gastronomía francesa.
Fue tan importante para la historia de la cocina que el “mundial” de los chefs lleva su nombre, el Bocuse D’Or. Desde 1965 y sin interrupción, el cocinero gozaba de tres estrellas Michelin, y fue considerado el “cocinero del siglo”, al igual que Robuchon.
Bocuse fue despedido con honores y a su funeral fueron más de mil personas, muchos de ellos cocineros vistiendo todos sus trajes de cocina de ese color. Además estaban sus tres mujeres.
