Opinión
El mejor recinto de la ciudad, el stand up comedy del año y la orquesta bailable que debutó en el Festival de Viña en el verano. Un menú acorde a la ocasión, transporte de calidad y confort y una factura de aquellas para la empresa. Una noche que parece perfecta. Formar Identidad, celebrar en comunidad, reconocer trayectorias, agradecer y hacerles saber a todas y todos, cuánto importan para la organización, es (o debiera ser) el objetivo del evento.
Sin embargo, los comentarios semanas previas y meses después, no son tan buenos como se esperaría. La insatisfacción de los participantes o la desidia de los ausentes, genera el desconcierto de los organizadores. ¿Por qué? ¿Qué falló? Múltiples factores de seguro.
Estos eventos de “recreación” llevan asociados recursos y presupuesto no menores, lo que hace cada vez más importante, una gestión planificada de estas actividades, que agreguen valor a la organización y sus miembros.
Más allá de la simple entretención, la recreación en organizaciones debe tomarse como un tema serio. Liderar e implementar procesos de planeación celebrativa en organizaciones, conlleva necesariamente, incorporar las expectativas y preferencias de los colaboradores y equipos. Implica generar una alineación estratégica de la acción, con la misión, visión y valores de la compañía. Implica ReCrear lo tradicionalmente hecho y renovarlo con participación e involucramiento de las personas.
Los recursos destinados a una celebración, buscan objetivos que deben ser claros y medibles, pues consideramos que estamos realizando una inversión. Si la celebración no satisface ni cumple los objetivos, habrá sido un gasto.
La recreación en las organizaciones modernas, cumple un rol importante en cuanto a beneficios directos para trabajadores y sus familias. Actualmente, es un gran aliado a la hora de reducir factores de riesgo psicosocial laboral, específicamente en la Dimensión Doble Presencia del protocolo SUSESO ISTAS 21 que aborda el equilibrio familia y trabajo.
También se aborda desde la política de compensaciones, los beneficios de calidad de vida y la gestión de cambio organizacional entre otras estrategias que redundan en mejores desempeños, mayor productividad, involucramiento y compromiso entre colaboradores y la organización.
Quizás, el evento del próximo final de año en la organización, no sea nuevamente la gran fiesta de gala a la que se acostumbraba, sino por ejemplo, un festival al aire libre, con música en vivo, carritos de comida, juegos para niños y adultos y la posibilidad de incorporar a la familia en el contexto laboral, recreando (resignificando) las relaciones hogar/trabajo.
Seguro que si ocurre algo similar, habrá sido por una nueva manera de gestionar la recreación organizacional, incorporando a los protagonistas en el diseño de las actividades y programas del que serán parte, además de vincularlo estratégicamente en la planificación anual de la organización.
