Sustentabilidad
No solo los árboles necesitan agua para vivir, también al revés: el ciclo hídrico no podría sustentarse sin la vegetación de los suelos. Es por eso que algunos proyectos buscan mantener verdes ciertos ecosistemas que son cruciales para preservar fuentes de agua dulce, tanto rurales como urbanas.
El viernes 6 de diciembre, la zona norponiente de Santiago protagonizó un hito medioambiental: el #6D, la reforestación del Parque Metropolitano Cerros de Renca. Uno de los pulmones de la ciudad recibió a cientos de voluntarios, quienes plantaron 15 mil especies nativas, en la primera parte de un proceso que culminará a mediados de 2020 con una nueva jornada que llegará a los 30 mil árboles.
Según la OMS lo óptimo es que existan 9 metros cuadrados de áreas verdes por habitante y en Santiago el promedio es de 4.5. Y eso se acentúa en comunas como Renca o Quilicura, que tienen menos de 3 metros cuadrados por habitante. Es por eso que esta iniciativa no sólo importa desde el punto de vista ambiental, sino que por el acceso que implica para los habitantes con menos acceso a estos espacios.
“Esta es la reforestación más grande que se ha hecho en Chile. Una actividad masiva, con comunidades y estudiantes en que reforestamos 15 hectáreas y plantamos los primeros quince mil árboles. Estamos recuperando un sector altamente degradado que está al medio de la ciudad, en una zona con escasez de áreas verdes», explicó Enrique Gellona, director de Avina.
Coca-Cola fue una de las empresas que se unió a Fundación Cultiva, Fundación Avina y la Municipalidad de Renca para hacer este sueño una realidad. Pero además del Cerro Renca, la compañía hace una década se impuso el desafío de reponer el 100% del agua utilizada en la elaboración de sus productos, por lo que trabaja de manera constante en otros tres proyectos, que significaron el cumplimiento de la meta a fines de 2018.
El proyecto se enfoca en reforestar zonas dañadas por incendios, además de activar zanjas para captación y almacenaje de aguas lluvias en napas subterráneas. Todo un esfuerzo que permitirá inaugurar, en los próximos meses, el nuevo Parque del Agua, un recinto abierto al público que repondrá 300 millones de litros de agua al año, y que será un espacio educativo, con senderos y orientación sobre el cuidado del agua.
En la zona altiplánica de Tarapacá, la Corporación Norte Grande, Fundación Avina y Coca-Cola se unieron para recuperar cerca de 300 hectáreas de humedales de altura -o bofedales-, vegetación clave para la alimentación del ganado de las comunidades aymaras. Hombres y mujeres de 14 comunidades originarias trabajan con técnicas ancestrales la canalización, limpieza de vertientes, retiro de vegetación muerta y construcción de diques.
El 80% del agua que consumen los capitalinos proviene del río Maipo, de ahí que la compañía decidiera apoyar a la ONG The Nature Conservancy (TNC) en la tarea de restaurar, reforestar y proteger hábitats naturales en las zonas del Monumento Natural El Morado y de la Reserva Nacional Río Clarillo, ambas áreas protegidas administradas por la Conaf.
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