Opinión
El Coronavirus representa un tremendo desafío para Chile en términos sanitarios, sociales y económicos. Se trata de una pandemia cuyos efectos, a nivel local y global, aún no es posible dimensionar, pero que está provocando un temor natural e incertidumbre en la ciudadanía.
Los esfuerzos para enfrentar el virus son enormes, ya que se requiere de una gigantesca coordinación de diversos organismos, públicos y privados, orientados a implementar las medidas que eviten un contagio masivo en un corto plazo de tiempo.
Aún cuando el Gobierno del Presidente Piñera y las autoridades están implementando diversas iniciativas para morigerar los efectos de esta pandemia en la vida de las personas, como son los cambios en las rutinas, las restricciones de desplazamiento y los efectos económicos, existe, por sobre todo, una dimensión humana que resguardar, ya que en estas circunstancias la población también busca contención y acompañamiento.
En este ámbito, adquieren particular relevancia los dirigentes sociales a lo largo de todo el país, ya que tal como señaló la ministra Karla Rubilar, ellos son los voceros de cada uno de sus territorios. El liderazgo que ejercen en este complejo momento resulta fundamental para enfrentar el Coronavirus en sus respectivas comunidades.
Hoy es clave su contribución en ayudar a contener a sus representados en los distintos rincones de Chile, entregando la información oficial de las medidas que debe adoptar la ciudadanía para prevenir y evitar el contagio, organizar la colaboración comunitaria en los barrios frente a la emergencia y ofrecer asistencia, especialmente a las personas de mayor riesgo y vulnerabilidad, como son los niños y adultos mayores.
A lo largo de Chile, hay miles de dirigentes sociales, personas que de forma silenciosa y desinteresada, apoyan proactivamente a sus comunidades, con acciones que permiten a sus miembros disponer de mejores espacios de convivencia y de oportunidades para progresar y desarrollarse.
La labor que cumplen, especialmente en estas circunstancias, muchas veces pasa desapercibida. Por lo mismo, como país debemos reconocer y seguir alentando su participación, con el objetivo de fomentar el surgimiento de nuevos liderazgos locales. En este sentido, el Gobierno del Presidente Piñera ha dado prioridad a reforzar los vínculos con el mundo de los dirigentes sociales, relevando su trascendencia y significativo rol.
Superar el Coronavirus requiere precisamente del espíritu de colaboración y unidad que caracteriza a los dirigentes sociales, ya que la mejor forma de protegernos frente a la pandemia es cuidarnos entre todos, ser solidarios y generosos.
Estoy convencido que de este ingrato escenario, del que no tenemos certeza cuándo se resolverá, saldremos fortalecidos como país y como comunidad, y que los dirigentes sociales seguirán siendo los grandes protagonistas de los desafíos que tiene Chile hoy y hacia adelante.
