Opinión
Todos conocemos la condición de megasequía que afecta a Chile hace más de una década, especialmente a la zona central del país. Esta situación, que se debe a la falta de precipitaciones generada por el cambio climático, está ha afectado seriamente la disponibilidad de agua para consumo humano y ha impactado a las distintas actividades que se desarrollan en este territorio.
Enfrentar este escenario requiere de la colaboración de todos los sectores de la sociedad y de la capacidad para desarrollar en conjunto soluciones innovadoras. Con esa visión, en Anglo American iniciamos un camino para reducir nuestro uso de agua fresca en todas nuestras operaciones y privilegiar así el consumo de las personas. Sabemos que partimos de un escenario complejo y que en ocasiones en el pasado no se tomaron las mejores decisiones, en un contexto donde la manera de hacer minería era muy diferente. Pero hoy tenemos un propósito claro que orienta todas nuestras acciones: Re-imaginar la minería para mejorar la vida de las personas.
Para avanzar en esa dirección, diseñamos una nueva Estrategia de Gestión Hídrica que apunta a reducir nuestro consumo de agua fresca incorporando nuevas tecnologías para hacer más eficientes nuestros procesos, y optando por fuentes alternativas de abastecimiento hídrico que no afecten el consumo humano, como el uso de agua industrial y, eventualmente en el futuro, de agua desalada. En el marco de este plan, nuestras operaciones han implementado importantes medidas en los últimos años que nos permitieron reducir en 44% el uso de agua fresca entre 2015 y 2020.
Esta estrategia también considera el desarrollo de iniciativas colaborativas para aportar a la seguridad hídrica de las regiones en que operamos y la generación de conocimiento y de medidas para una mejor reportabilidad y transparencia.
Un ejemplo de cómo esta estrategia ha tenido resultados positivos es el caso de El Melón, localidad donde se ubica nuestra mina El Soldado. En materia de optimización, la operación recicla cerca del 90% del agua que utiliza en su proceso, con uno de los promedios más altos de la industria en Chile, y, si bien cuenta con derechos de agua por 425 litros por segundo, la máxima extracción que realiza en función de sus permisos ambientales llega 109 litros por segundo, lo que representa el 3,9% de los derechos totales otorgados en esta zona.
Además, desde 2012, venimos impulsando diversos proyectos – con una inversión que supera los $4.000 millones – para apoyar a la comunidad en esta problemática. En 2019 comenzamos la implementación de un “Plan de emergencia escasez hídrica para la comuna de Nogales”, que incluye más de 60 proyectos tendientes a contrarrestar la baja de agua en los pozos de la comuna y fortalecer los sistemas de abastecimiento de agua para sus habitantes.
Entre las iniciativas destacan proyectos que permitieron más que duplicar la disponibilidad hídrica para las localidades de El Melón y Los Caleos, como la conexión de los pozos N° 4 y 9 de El Soldado al APR Municipal, la perforación de 5 nuevos pozos y la reparación de redes, limpieza y mejoramiento del equipamiento de todos los APR de la localidad de El Melón. En forma complementaria, continuamos suministrando agua mediante camiones aljibes a las zonas fuera de la cobertura del APR municipal, que entre 2019 y 2020 alcanzó los 63.400 m3. Estas iniciativas han ayudado a garantizar el agua a más de 10 mil personas en la comuna de Nogales.
Asimismo, desarrollamos en alianza con la empresa WeTechs, nuestro Programa Agua Rural que mejora la eficiencia de los APR a través de tecnología de punta, ya que permite monitorear y controlar desde una plataforma web el nivel de los pozos y los estanques. Esto es de gran ayuda para los operadores de APR, ya que les permite contar con información en tiempo real y de esa manera gestionar sus instalaciones de una manera remota, proactiva y mucho más eficiente. A la fecha este sistema se ha implementado ya en ocho APRs de la comuna de Nogales, beneficiando a unas 17 mil personas.
Estamos convencidos que la convivencia armónica entre la actividad minera y su entorno es totalmente posible en la medida que todos los actores del territorio trabajemos de manera colaborativa para dar solución a desafíos comunes como es la escasez hídrica que afecta actualmente al país.
