Sustentabilidad
“Más que construir más embalses y carreteras hídricas, lo que urge es conservar y restaurar los ecosistemas, que son los que proveen agua en calidad y cantidad, que son bosques y humedales principalmente”, explica especialista.
Déficit de lluvias, escasez de nieve y temperaturas por sobre lo normal. Ese es el panorama que, en pleno invierno, afecta a gran parte del país. El mes de julio de 2021 figura como el tercer julio más seco en 72 años a causa de la megasequía por la que atraviesa Chile de norte a sur y ante este desalentador escenario, esta semana el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, afirmó nos encontramos ante “la peor sequía de la historia”.
Al mismo tiempo y ante este complejo escenario hídrico, se declaró en Alerta Temprana Preventiva con respecto al agua y se llamó a los usuarios a hacer un uso eficiente y responsable del suministro.
Por esto Ignacio Rodríguez, ecotoxicólogo y Director del Centro de Humedales Río Cruces de la Universidad Austral advierte que ya no podemos pensar el Chile que queremos para el 2030 con una mirada de 1990.
“Ya no sirve lo que se escucha habitualmente de construir más infraestructura gris como la carretera hídrica, más embalses o grandes obras de drenaje o conducción de agua, eso es una mirada antigua, de los noventa”, sentencia el investigador.
Él propone la idea de construir ciudades resilientes, de usar el concepto de ciudades esponja, de implementar soluciones basadas en la naturaleza, ya que son ideas más adecuadas para el contexto actual.
“No estamos poniendo el énfasis donde debe estar: en las soluciones basadas en la naturaleza, en la conservación y restauración de ecosistemas como los humedales que son los que nos proveen de agua de calidad y cantidad”, agrega.
“En general los estados y los gobernantes se enfocan mucho en cómo reducimos las emisiones de C02 lo cual es éticamente correcto para estar acorde con la realidad mundial, sin embargo para Chile, uno de los países más afectados por el cambio climático, es mucho más urgente la agenda de mitigación y adaptación al cambio climático”, señala Rodríguez, quien advierte que ya no se puede más pensar en seguir construyendo infraestructura gris y propone con urgencia el paso de una ciudad gris a una ciudad esponja (verde) para mitigar estragos de cambio climático.
Desde el Centro de Humedales Río Cruces de la U. Austral, este experto en escasez hídrica, viene hace años proponiendo la idea de construir ciudades resilientes, usando el concepto de ciudades esponja.
“Más que construir más embalses y carreteras hídricas, lo que urge es conservar y restaurar los ecosistemas, que son los que proveen agua en calidad y cantidad, que son bosques y humedales principalmente”, explica.
El especialista ha estado estudiando estos ecosistemas hace más de 20 años, insistiendo en la necesidad urgente de preservar y conservar los humedales como mitigadores de los efectos del cambio climático.
“No existen avances sustanciales al respecto en el sentido de la urgencia que esto tiene, Por esto hay que implementar soluciones basadas en la naturaleza, ya que son ideas más adecuadas para el contexto actual. Ya no sirve lo que se escucha habitualmente de construir más infraestructura gris – enfoque de los noventa- como la carretera hídrica, más embalses o grandes obras de drenaje o conducción de agua”, acota.
Uno de los desafíos más importantes y urgentes es discutir cómo vamos a restaurar la naturaleza que se ha perdido, los bosques y los humedales, como ecosistemas clave para entregar agua, cosechar este elemento y distribuirlo de mejor manera.
“No estamos poniendo el énfasis donde debe estar: en las soluciones basadas en la naturaleza, en la conservación y restauración de ecosistemas como los humedales que son los que nos proveen de agua de calidad y cantidad. No podemos pensar el Chile que queremos para el 2030 con una mirada de 1990. Urge cambiar esta mirada, porque la hora de diagnosticar y de seguir discutiendo ya pasó. Hay que tomar acciones rápidas, ahora”, explica Rodriguez.
