Educación
La iniciativa busca darle un espacio a los jóvenes para que expresen sus ideas y sus necesidades, a través de una plataforma, y así visibilizarlas para la redacción de la nueva Carta Magna.
Desde siempre los estudiantes secundarios han tenido un rol importante en los profundos procesos de transformación social que ha debido atravesar el país y la actual redacción de la nueva constitución no puede ser la excepción.
Por ello, cuatro organizaciones lanzaron la consulta “Mi educación, mi opinión, mi Constitución”, que busca obtener información directa desde la voz adolescente para llevarla a los convencionales constituyentes, reconociendo el valor e importancia que tiene dicha opinión en el proceso de redacción de la nueva constitución.
La consulta está diseñada para responderse de manera ágil y breve, y se validó con una muestra de estudiantes que 39acompañaron su proceso de formulación. Con esta perspectiva joven, se busca recoger los principales intereses y expectativas de estudiantes acerca de distintos aspectos de la educación como derecho.
Junto con ello, pretende describir su percepción acerca de las condiciones de calidad, inclusión, equidad, participación, financiamiento y libertad de enseñanza que debiera reflejar la nueva carta magna en esta materia. Asimismo, indaga en el rol que el Estado, estudiantes y sus familias, y las comunidades educativas debieran tener frente al proceso educativo, atendiendo a las necesidades y aspectos que la juventud considera prioritarios.
Esta iniciativa es el resultado del trabajo conjunto del Centro de Investigación para la Transformación SocioEducativa (CITSE) de la Universidad Católica Silva Henríquez; la Red de Investigadores en Educación Chilena (RIECH); el Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación para América Latina y el Caribe (SUMMA); y el Centro Justicia Educacional (CJE) de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
La consulta está disponible y se difunde a través de canales oficiales de las cuatro instituciones que lideran esta iniciativa, potenciando las redes sociales de cada organización y apelando al espíritu de difusión online y voz a voz, que caracteriza las nuevas prácticas de participación juvenil.
Los resultados de este trabajo serán entregados a la Convención Constitucional y se podrá acceder a ellos de manera libre para la ciudadanía
