Opinión
Este viernes 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad y es una buena oportunidad para reflexionar sobre cómo podemos aportar como personas y como organizaciones a construir una sociedad más inclusiva.
En Chile 1 de cada 6 adultos chilenos tiene algún tipo de discapacidad y el 25% de ellos además vive en situación de pobreza. La tasa de empleo de personas con discapacidad es menor al 30% , lo que tiene un costo social enorme porque hay talentos y capacidades diferentes que se pierden entre muchas personas que sí quieren trabajar.
Hace tres años entró en vigencia la Ley N°21.015 o Ley de Inclusión Laboral en nuestro país, que obliga a las empresas con más de 100 empleados a cumplir una cuota del 1% de personas con discapacidad.
Si bien en Kyklos aún no llegamos a 100 empleados, en 2018 decidimos empujar un proyecto que incluyera a personas con discapacidad: el Centro Inclusivo de Reciclaje. En él se emplea a personas con discapacidad cognitiva que son parte del equipo que recolecta, segrega, y repara residuos, ofreciendo trazabilidad a nuestros clientes que van desde colegios hasta comunidades y empresas.
A la fecha el equipo de personas con discapacidad ha mostrado un compromiso muy alto con cero ausentismos, cero rotación y cero accidentes laborales. Y además han logrado mejorar nuestras tasas de recuperación de residuos, haciendo un trabajo meticuloso de segregación, lo que es fundamental para ofrecer trazabilidad.El gran trabajo de este equipo nos ha permitido evitar que 15 toneladas de residuos electrónicos vayan a vertederos, dándoles una nueva vida o enviándolos a empresas valorizadoras. Y en la medida que más material podamos recuperar, más personas podremos contratar.
Esta experiencia nos ha mostrado que las altas tasas de desempleo de personas con discapacidad responden a factores culturales o prejuicios y no se justifican desde el punto de vista de la productividad. La clave es encontrar el espacio que cada persona necesita para explotar sus propias habilidades y talentos. Y esta lógica debiese aplicar a todas las personas, sin hacer distinciones entre quienes tienen alguna discapacidad y quienes no.
Por eso el llamado en este día es a ser parte del cambio cultural que requiere nuestro país para que la inclusión sea real, lo que implica no esperar que estemos obligados por ley a cumplir con cuotas, sino que tomar la iniciativa. Para avanzar en ese sentido, la próxima semana decenas de emprendedores sociales y directivos firmaremos el acuerdo #CEOPorLaInclusión, una alianza que impulsa una transformación de los espacios laborales, para garantizar la participación significativa de las personas con discapacidad. Esperamos que muchas más empresas e instituciones se unan en esta cruzada para impulsar el desarrollo sostenible del país a través de la transformación de los negocios y la valoración de la diferencia.
