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Actualmente, VTR junto a Bluewolf Tech están desplegando en escuelas remotas la instalación de servicios de acceso satelital como una forma de reforzar su compromiso de llevar internet a zonas de compleja geografía.
Junto con el inicio de un nuevo año escolar y en el marco del programa “Conectividad para la Educación 2030”, que busca conectar a más de 1.200.000 estudiantes de todo Chile y a más de tres mil colegios en siete regiones del país a internet de alta velocidad, VTR anunció la incorporación de tecnología satelital para alcanzar aquellas zonas remotas o extremas donde por motivos geográficos, no es posible abastecer este servicio por medio de cable.
Para lograrlo, la empresa trabaja de manera conjunta con su partner tecnológico Bluewolf Tech están desplegando la instalación de servicios de acceso satelital en escuelas muy lejanas a lo largo del país para llevar a ellas herramientas que permitan un mejor futuro conectados al mundo y el aprendizaje.
Esta tecnología, de última generación y disponible también en Chile, que se caracteriza principalmente por su mayor capacidad y estabilidad, requiere de una antena satelital de tan sólo 90 cm de diámetro y que funciona con un nuevo satélite operado por Hughes, que recientemente fue puesto en órbita. Esto se traduce de cara a los colegios, en servicios de conexión a internet con velocidades superiores a los 50 mbps para cada establecimiento, de manera de cubrir las necesidades del contenido digital educativo para todos sus alumnos.
Los servicios satelitales se instalarán en colegios ubicados en lugares aislados de comunas del norte del país como: Arica, Iquique, Taltal, Camarones, Putre, Calama, Ollagüe, Sierra Gorda, La Serena, La Higuera, Coquimbo, Paihuano y Andacollo. En el centro del país, las comunas de Los Andes, Lo Barnechea, San José de Maipo y Quilpué también se verán beneficiadas. Por último y más al sur, las regiones aisladas de General Lagos y Tomé podrán estar conectadas gracias a este beneficio.
La Escuela de Farellones ubicada en Lo Barnechea, fue la primera en quedar instalada. Las escuelas que vienen ahora son: Escuela Estación Baquedano y Escuela Caracoles en Sierra Gorda; Escuela Paranal en Taltal; Escuela Basica Pukaray Escuela Basica San Francisco en Calama y, por último, Escuela Básica Rural San Antonio De Padua en Ollagüe.
En Chile hay muchas escuelas que aún no tienen conexión a internet por lo remoto de sus accesos y por lo mismo se ubican en zonas en que las telecomunicaciones tradicionales no llegan.
Miguel Oyonarte, vicepresidente de Asuntos Corporativos de VTR, señaló que “en la compañía trabajamos día a día para fortalecer nuestro compromiso histórico de ser un actor clave que apoya a la educación del país. Por esta razón poder llegar con conexión a zonas de compleja geografía no ha sido un impedimento para nosotros. Con la ayuda de partners tecnológicos como Bluewolf Tech hemos podido llegar con internet satelital a esos lugares donde nadie puede llegar”.
Cabe destacar que el objetivo del plan de ampliación de red es conectar zonas o comunidades que no contaban con infraestructura digital, por estar en zonas apartadas, por temas de ruralidad o vulnerabilidad, o donde hay una oferta limitada. De esta manera las escuelas podrán tener acceso del contenido digital educativo para todos sus alumnos.
A la fecha la firma ya ha conectado 2.000 escuelas en el marco del programa “Conectividad para la Educación 2030”, lo cual representa un 66% de avance. Junto a esta iniciativa, a través de la Fundación VTR, la empresa lleva a cabo una serie de acciones tendientes a promover la educación y bajar la brecha digital en el país.
En ese contexto, destaca la última entrega de la Radiografía Digital, realizada por la compañía para medir el uso e impacto de las nuevas tecnologías entre niños, niñas y adolescentes de todo Chile, la cual muestra que más de la mitad tiene un computador de uso exclusivo.
Los resultados de la quinta Radiografía Digital VTR, ponen de manifiesto la urgencia de educar a los escolares sobre las oportunidades y riesgos que enfrentamos al convivir en un mundo cada vez más digital. Algunas cifras relevantes que se revelan son menos de la mitad de los niños, niñas y adolescentes menores de 17 años verifica la veracidad de los datos que publica al compartir información con sus pares y apenas un 11% conoce en qué consiste la “huella digital” o el rastro que su interacción en la red deja para siempre.
