Opinión
Desde el año 1969 se celebra a nivel mundial el Día Internacional de las Telecomunicaciones como una manera de destacar las posibilidades que el uso de Internet y otras tecnologías de la información y la comunicación (TIC) abren a las sociedades y economías.
La pandemia nos hizo vivir en carne propia la evidencia cotidiana que nos lleva a celebrar cada 17 de mayo las múltiples opciones que nos entrega la tecnología. Internet permitió que el mundo entero siguiera girando y que, pantallas mediante, millones de habitantes continuaran conectadas a sus estudios, trabajos y afectos.
En un nuevo aniversario de fecha, creo relevante recordar este aprendizaje. En Chile, la experiencia vivida reordenó nuestra agenda de urgencias. Conocimos de cerca la magnitud de la brecha digital que existe en el país y las diferencias brutales para muchos escolares en el país.
Sin conectividad la inequidad se hace mayor, no hay duda. Sin embargo, conectar a todos los habitantes del país es sólo el primer paso. De cara al futuro, debemos además promover la alfabetización digital y el desarrollo de las competencias necesarias para aprovechar las múltiples posibilidades que nos entrega la tecnología. De lo contrario muchos quedarán excluidos de más espacios de la sociedad.
En la industria de telecomunicaciones estamos conscientes de que junto al Estado deberemos continuar trabajando hasta que todos los habitantes de este país tan extenso y de variada geografía, puedan ser parte del desarrollo y gozar de los beneficios de la tecnología y de la ciudadanía digital.
