Salud
Se estima que entre un 15% y 20% de las gestaciones en nuestro país son consideradas de alto riesgo. Especialista explica de qué se tratan este tipo de embarazos, el seguimiento que deben tener y qué se puede hacer desde la prevención.
Existen diversos motivos que pueden hacer que un embarazo se desarrolle en condiciones anormales. Pueden derivarse de condiciones de salud de la mujer, antes de embarazarse, o de factores durante la gestación.
“En Chile, entre un 15 y 20% de las gestaciones se considera de alto riesgo, de los cuales el 80% da cuenta de morbimortalidad materno fetal, por lo que es muy importante detectarlas a tiempo y realizarles los controles adecuados, para minimizar el impacto de complicaciones en el resultado obstétrico tanto en la mujer como en el hijo”, explica ginecólogo Ricardo Díaz Serani, especialista en medicina materno fetal de Clínica Bupa Santiago.
Desde el punto de vista de la madre, la hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad, trastornos cardíacos o primer embarazo en pacientes mayores de 35 años son algunos de los factores más comunes.
“También influye la edad avanzada al momento de embarazarse (sobre 40); los hábitos de vida de la mamá y, en caso de tener más hijos, cómo fueron sus embarazos previos”, señala el experto.
Respecto del ámbito fetal, los embarazos múltiples (dos o más fetos), la preeclampsia, las alteraciones en el crecimiento o en la placenta y los diagnósticos de malformaciones también son considerados de alto riesgo, por lo que requieren de seguimiento permanente.
“En todas las gestaciones críticas es muy importante hacer un acompañamiento médico constante, con especialistas en este tipo de casos. Además de los exámenes habituales a todo embarazo, se deben realizar algunos específicos, de acuerdo a los factores de riesgo identificados. Por ejemplo, es fundamental planificar las ecografías (screening) entre las 11-14 y las 20-25 semanas, ya que aportan mucha información”, sostiene.
El doctor agrega que hacer una evaluación previa al embarazo es muy beneficiosa, sobre todo cuando hay condiciones basales, para lograr un embarazo en las mejores condiciones posibles.
Respecto a esto, cuenta que una de las medidas preconcepcionales más exitosas es la suplementación con ácido fólico, ojalá tres meses antes de la concepción. “Esta recomendación ha logrado disminuir la ocurrencia y defectos del tubo rural como la espina bífida”, detalla.
