Salud
El Trastorno Afectivo Estacional afecta principalmente a mujeres de 30 a 35 años y a personas genéticamente dispuestas a trastornos psiquiátricos por historia familiar. Existen diversos tratamientos para combatirla, sin embargo, uno de los más usuales es el tratamiento farmacológico.
Sin dudas, la sensación de días más cortos, la poca luz y el clima frío tienen un efecto en el ánimo durante el invierno. Este reducido ciclo de luz natural puede afectar la salud mental de las personas, haciendo estallar un trastorno conocido como la Depresión de Invierno. Esto sumado a los efectos del confinamiento y la pandemia, puede ser de máxima preocupación si no se trata a tiempo.
El tratamiento que recibe un paciente con Depresión de Invierno puede ser farmacológico con medicamentos o a través de un proceso de fototerapia o luminoterapia, el que consiste en exponer a la persona a diversas cantidades de luz a lo largo del día. En esta línea, antidepresivos como la paroxetina y venlafaxina, siempre bajo la supervisión de profesionales, pueden complementar la terapia para combatir esta realidad, que afecta considerablemente a la vida cotidiana de las personas y así equilibrar los químicos del cerebro que pueden estar en desbalance.
Desde este punto de vista, según el doctor Juan Fernando Meneses, psiquiatra de la Clínica Las Condes, destacó que “puede haber una disminución de los químicos cerebrales, como la serotonina, que tienen que ver con el estado de ánimo. Por otro lado, puede existir una alteración en la metabolización de la hormona melatonina, que también se relaciona con el sueño y el ciclo circadiano”.
Según Meneses esta enfermedad afecta principalmente a mujeres de entre 30 y 35 años, presentándose también en hombres, aunque en menor medida. Por otro lado, las personas con antecedentes familiares de trastornos psiquiátricos también se ven más expuestos a sufrir de cuadros depresivos durante esta época del año. Sin embargo, esto no excluye que este trastorno pueda desarrollarse en otro tipo de personas.
En línea con lo anterior, el especialista en psiquiatría apuntó que “cuando los síntomas de este trastorno empiezan a interferir en mi vida diaria, en mi rendimiento laboral, en mis relaciones sociales, generando aislamiento o un desagrado en el vivir, es momento de consultar con un médico”.
Cabe destacar, que en este tipo de tratamientos es fundamental la ayuda de expertos en el tema, que puedan regular y supervisar los estados de ánimos, la ingesta de medicamentos antidepresivos y la adaptación a ellos.
