Niñez
¿Sabías que leer un libro no solo permite el desarrollo del vocabulario y la cultura? De acuerdo a estudios, también permite tener una vida como adulto, más resuelta y feliz. De ahí viene la importancia de inculcar este hábito desde temprana edad con textos que sintonicen con los menores.
Generalmente cuando hablamos sobre la importancia del hábito lector de niños, niñas y adolescentes, los beneficios tienden a centrarse en el desarrollo cognitivo y del lenguaje.
Sin embargo, el gusto de leer entrega otras ventajas que impactan, de manera directa, la vida de los menores y que se ven reflejados más tarde, en la adultez.
Según un estudio desarrollado por The Reading Agency junto a otros centros de investigación de Gran Bretaña, el desarrollar el gusto por la lectura a temprana edad, impacta en cuatro áreas de un ser humano: salud y bienestar (ayuda a la relajación física y mental), personal (potencia la creatividad, empatía y autoestima), intelectual (desarrolla el pensamiento crítico y la concentración, así como también el vocabulario y la cultura) y social (optimiza las habilidades comunicacionales y entrega herramientas para participar con otros).
Lo anterior se contrasta con un sondeo realizado en 2021 que investigó los hábitos lectores en las familias chilenas en plena pandemia.
Este estudio indicó que el 50% de los encuestados respondió que el último libro que habían leído había sido hace 6 meses, en tanto, solo el 24% aseguró que su último texto leído fue hace un mes.
Pero hay otro dato interesante: el 27% recalcó que el hábito lector había sido heredado de sus padres.
Paulina Schwarze, subdirectora editorial de Caligrafix, explica “los niños y niñas efectivamente aprenden el hábito de la lectura viendo a sus papás disfrutando de un libro, es decir, desde el ejemplo. Y para esto, nunca es ni demasiado temprano ni demasiado tarde para hacerlo, ya que esta costumbre puede incorporarse a cualquier edad de manera efectiva”.
Ahora, según la experta es vital que los papás que quieren desarrollar este hábito en sus hijos o hijas, no lo hagan desde la imposición, es decir, que no sea una actividad que parezca “una tarea más”.
Y para ello, es importante que se escojan lecturas que sean motivantes para el menor.
Hoy es posible encontrar un gran abanico de autores cuyos textos apuntan a los intereses, según las distintas edades.
“En la medida que sea una actividad placentera querrá seguir repitiéndola por el goce que le da. Así pues, no deben poner la mirada necesariamente en los clásicos de la literatura: en la medida que la ruta lectora de cada persona se vaya incrementando, seguramente optará por libros del canon literario”, agrega la experta.
Y si bien, los padres son actores protagónicos en traspasar a sus hijos e hijas el amor por la lectura, el rol de los docentes en este sentido también es vital.
Bajo esta premisa, Caligrafix acaba de lanzar novedades que incrementan su línea Viaje Literario, que cuenta con reconocidos autores, autoras, ilustradores e ilustradoras para promover la lectura en menores.
