Según la última versión del Termómetro de la Salud Mental ACHS-UC, los problemas de salud mental han disminuido en los últimos meses, sin embargo, más de un 20% de las personas sigue presentando síntomas relacionados, lo cual continúa siendo un número alto al que hay que ponerle atención.
Nos acercamos al fin del año 2022 y el cansancio ya comienza a sentirse. Esto, producto de un período que está marcado por la intensidad de las diferentes actividades -sociales, laborales y económicas- que caracterizan el fin de año, sumado a las ganas de salir más con la liberación de las restricciones por la pandemia.
El psicólogo de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), Armando Enríquez, explica que “cada fin de año tiene situaciones o actividades que ponen a prueba las energías que nos van quedando y nuestras capacidades cognitivas y emocionales para afrontarlas».
«Cuando nos vemos sobrepasados puede afectar la salud mental de las personas, por lo mismo, hay diferentes herramientas que pueden ser útiles al momento de enfrentar estos meses que a veces resultan bastante intensos”, explica.
Según la última versión del Termómetro de la Salud Mental ACHS-UC, los problemas de este tipo disminuyeron 2% entre agosto de 2021 y junio de 2022, continuando la mejoría mostrada el año pasado de la mano del fin de las restricciones producidas por la pandemia.
Sin embargo, más de un quinto de los encuestados (21%) sigue presentando síntomas de problemas de salud mental.
El experto sostiene que la interacción entre las demandas estacionales y la salida de las restricciones de la pandemia generan un momento de mayor intensidad emocional, por lo que se vuelve necesario desarrollar estrategias de cuidado emocional que potencien la resiliencia junto a la capacidad de adaptarnos a las adversidades.
Esto incluye conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas por cualquier persona, tales como:
De acuerdo con el Quinto Termómetro de la Salud Mental ACHS-UC, los mayores estresores para los encuestados fueron la delincuencia y la incertidumbre política.
“La salud mental había sido postergada dentro de prioridades de salud pública durante los últimos años, pero la pandemia nos mostró la importancia de abordarla. Hoy la gestión de la salud mental en Chile, tanto la cantidad de atenciones como la prevención de enfermedades, enfrenta importantes desafíos y todos somos responsables de aportar a su resolución”, señala Enríquez.
Como parte de las soluciones a esta problemática, la ACHS puso a disposición un servicio de Salud No Laboral, con el objetivo de contribuir a la salud de todos los chilenos y chilenas.
“Mediante el Proyecto de Salud No Laboral, buscamos ser un complemento a la salud pública y ofrecer atención primaria a la comunidad, ya sea de forma presencial o telemática», explica el especialista.
A través de esta iniciativa el paciente es atendido directamente por psicólogos y médicos generales previo copago a precios accesibles, los cuales cuentan con el soporte de un psiquiatra. El modelo considera una psicoterapia breve y efectiva.