Salud
Falta de tiempo y dinero son algunas de las principales razones que se desprenden ante la postergación de los chequeos médicos. Especialista explica las consecuencias que pueden sufrir las mujeres que no se realicen periódicamente sus controles y exámenes ginecológicos.
La salud sexual y reproductiva es un tema de crucial importancia. En especial, al saber que un 38 % de mujeres cancelaron o aplazaron sus chequeos de salud preventivos anuales o rutinarios por culpa de la pandemia, de acuerdo con un estudio de Kaiser Family Foundation’s Women’s Health Survey realizado en 2021.
El ginecólogo Rolando Rodríguez indicó que, si bien en el último tiempo se han retomado los controles postergados en pandemia, esta realidad sigue manteniéndose como una tendencia a lo largo del tiempo.
“Es necesario generar conciencia sobre el impacto en la vida de una mujer saltarse sus controles y chequeos preventivos”, refuerza Rodríguez.
Pero, ¿por qué es importante realizar estas visitas periódicas al ginecólogo? El especialista de Nueva Clínica Cordillera aclara que “postergar los exámenes de salud siempre es un riesgo, ya que los chequeos preventivos son herramientas clave para la detección de enfermedades y darles control de forma adecuada y oportuna”.
Así puede ser en el caso de las infecciones de transmisión sexual, que en sus primeras fases no presentan síntomas y que a largo plazo pueden derivar en complicaciones graves, tales como infertilidad y/u otros problemas de salud.
“La infertilidad puede ser causada por diversos problemas ginecológicos como la endometriosis, los quistes ováricos y los miomas uterinos e infecciones, que pueden tratarse si se detectan a tiempo”, asegura.
Asimismo, menciona que “realizar estos chequeos también es una mejora a la calidad de vida para las mujeres, ya que se pueden buscar soluciones a, por ejemplo, dolores menstruales muy fuertes, migrañas, efectivos de anticonceptivos, entre otros”.
¿Qué exámenes se deben hacer? Todo dependerá de la edad y proceso médico en el que se encuentre la mujer. “En la adolescencia es crucial asistir porque se pueden entregar respuestas respecto a la sexualidad, control de la natalidad y cómo llevar una vida sexual sana, respondiendo interrogantes, tales como ¿qué método anticonceptivo debo usar?, ¿son normales los cambios en mi cuerpo? y ¿por qué no menstruo todos los meses?”, sostiene el especialista.
Mientras que en la adultez, hay otro tipo de situaciones que deben ser controladas como son las molestias menstruales, métodos anticonceptivos, prevención y control de enfermedades y la planificación de embarazos, explica el ginecólogo.
Por último, entre los 40 y 50 años, la mujer debería asistir para tener controlada la menopausia y verificar que todo esté funcionando según corresponda.
“A esto se le suma que siempre hay que ir chequeando posibles enfermedades tales como cáncer de mama, cáncer cérvico uterino, infecciones de transmisión sexual, entre otros”, finaliza el Dr. Rodríguez.
