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Nicolás Silva, director de Tecnología de Asimov Consultores, aclara por qué la popular aplicación no es una amenaza real para la seguridad de ningún país.
El pasado 27 de febrero, la Casa Blanca dio un plazo de 30 días a las agencias federales para que prohíban a sus trabajadores el uso de la aplicación de la red social TikTok en sus dispositivos.
La medida se debe a la preocupación ante la posibilidad de que China presione a la empresa local ByteDance –dueños de la app– con el fin de que le entregue información sobre usuarios estadounidenses. Canadá y la Unión Europea también se sumaron a la iniciativa.
Nueva Zelandia también prohibirá TikTok en todos los dispositivos con acceso a su Parlamento a finales de este mes, convirtiéndose en el último país en imponer una prohibición oficial a la popular plataforma.
Surge antes estos hechos si Estados Unidos avanzará o no en la prohibición de la app a toda la población. La semana pasada, demócratas y republicanos del Senado presentaron la Ley de Restricción, proyecto legislativo que otorgaría a la administración nuevos poderes para prohibir masivamente las aplicaciones chinas, incluyendo TikTok.
El proyecto fue presentado por Mark Warner, jefe demócrata del comité de inteligencia del Senado, con el fin de enfrentar las amenazas de países como China, Rusia e Irán.
Nicolás Silva, director de tecnología de Asimov Consultores, empresa que desarrolla software, apps móviles e inteligencia artificial para el sector público y privado, considera que una medida de esas características “iría en contra de los principios de neutralidad en la red”.
“Uno tiene derecho a acceder a todos los contenidos de forma neutral. No se debería estar prohibiendo o vetando”, agrega al especialista.
“A nivel de los teléfonos federales, entiendo que pongan ese tipo de medidas, pero ir más allá sería un muy mal precedente para internet. El mundo de occidente estaría haciendo lo mismo que China. Siempre se les ha criticado que tienen una muralla de internet donde los ciudadanos solo pueden ver un subconjunto de contenido que son los aprobados por el gobierno chino. Si internet empieza a tener este tipo de filtros, va a dejar de ser lo que ha sido hasta ahora”, añade.
La duda que muchas personas tienen hasta ahora es si efectivamente TikTok puede llegar a ser una amenaza en las manos del poder chino.
Para Silva, pensar eso es exagerado. “TikTok no hace más que lo que hace Facebook o Instagram. Esta medida tiene que ver más con la desconfianza que tiene el gobierno de Estados Unidos por su símil chino. De hecho, Facebook recopila más datos que TikTok. A un celular le pide más permisos Facebook que lo que pide TikTok para acceder a distintas cosas”.
El experto agrega: “Una app no puede recopilar más datos de lo que el teléfono permite. Cuando uno desarrolla apps para teléfonos, tiene unas restricciones bien rigurosas. Es exagerado pensar que TikTok es un riesgo para la nación. No va a ser una gran fuente de inteligencia para los chinos. Lo único que pueden obtener es información sobre los videos que más les gusta y nada más”.
