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Un nuevo tipo de estafa virtual ha hecho su aparición en redes sociales: El “Scraping”. Una vez más, la rápida evolución de los ciberdelincuentes obliga a los usuarios a estar más atentos que nunca para resguardar sus datos personales.
Instagram, TikTok y otras redes sociales suelen ser el lugar de ocio por excelencia de estos tiempos e, incluso, para muchos significa una fuente de trabajo e ingresos. La nueva estafa virtual llamada “Scraping”, ha llegado para transformarse en una gran amenaza para todos sus usuarios.
Este puede darse de dos maneras. Por un lado, tal como su nombre en inglés lo indica, es un “raspaje” de información de distintas plataformas que almacenan datos de los usuarios, particularmente los más sensibles y confidenciales de una persona, robando incluso su información genética.
Los ciberdelincuentes usan esta información para extorsionar a las víctimas respecto de la comercialización de sus datos más sensibles. De esta forma, un perfil biométrico o cualquier otro elemento único de cada persona puede ser usado para distintos fines.
Otra forma en que es usado el “Scraping” es el que apunta a quienes más hacen uso de redes sociales, es decir, los creadores de contenido, término tan en boga en este último tiempo.
Esta modalidad se da cuando los ciberdelincuentes se hacen pasar por plataformas de redes sociales, siendo Instagram una de las más utilizadas, informándoles de un problema con los derechos de autor de una publicación hecha por ellos, logrando de esta manera sustraer sus datos personales.
“El primer paso y tal vez el más importante es detenerse un momento y evaluar. Tener prisa y avanzar sin pensar es lo peor que se puede hacer. Es necesario siempre comprobar los detalles de cualquier sitio cuando están juego nuestros datos personales”, señala María Claudia Ardila, directora de Canales de Sophos para Latinoamérica.
No hacer click: siempre es importante contar con información sobre cómo gestionar las reclamaciones de derechos de autor en Instagram u otras redes, para conocer el procedimiento antes de seguirlo. Lo mismo con todas las redes sociales y sitios de distribución de contenidos que se estén utilizando.
No esperar un reclamo: si la URL correcta es conocida de antemano por el usuario, nunca será necesario confiar en un enlace de ningún correo electrónico, ya sea real o falso.
Utilizar gestores de contraseñas: hacer uso de esta herramienta siempre proveerá de seguridad adicional. Estos ayudan a evitar poner la contraseña correcta en el sitio equivocado, porque no pueden sugerir una contraseña para un sitio que nunca han visto antes.
Conocer 2FA: puede resultar un término poco familiar, pero estos son los códigos que se utilizan junto con una contraseña y son de extrema utilidad, ya que ponen las cosas más difíciles a los ciberdelincuentes, al no permitir que la contraseña sea suficiente por sí sola para acceder a una cuenta.
