Independiente de la causa del edema, existen medidas sencillas que pueden mejorar el problema. Entre ellas: la elevación de los pies con almohadas durante la noche y el uso de medias gruesas especiales para no dar oportunidad a que las piernas se hinchen. Otras prácticas beneficiosas son el ejercicio diario y un bajo consumo de sal.
El verano no sólo es sinónimo de relajo y diversión. Y, es que para muchos, el aumento de las temperaturas trae como consecuencia una desagradable sensación de piernas cansadas e hinchadas, obligándonos a adoptar una serie de medidas para mejorar su aspecto y, de paso, prevenir la aparición de patologías producto de una mala circulación sanguínea, como várices y celulitis.
El edema de extremidades inferiores o hinchazón de las piernas, puede afectar a cualquier persona que permanece de pie por mucho tiempo. Sin embargo entre las causas más comunes que alteran el mecanismo de intercambio de líquidos se encuentran las várices (insuficiencia de las válvulas que impulsan la sangre hacia el corazón), el sedentarismo y el embarazo, siendo esta, la época del año, en que más se presenta debido al aumento de las temperaturas.
Causado por la acumulación anormal de líquido -debido a un desequilibrio del intercambio normal entre el espacio intracapilar e intersticial-, los edemas más frecuentes ocurren en pies y piernas, aunque pueden también producirse en manos, brazos y rostro.
“En general las personas que sufren de hinchazón en las piernas tienen síntomas similares, entre los que se cuentan sensación de pesadez y dolor variable de las extremidades, menor flexibilidad en las articulaciones de tobillos y dedos, así como sensación de ropa y zapatos muy ajustados, marcándose éstos con facilidad”, explica Catalina Manzor, kinesióloga y directora de Salud de la Clínica Be Mom.
Independiente de la causa del edema, existen medidas sencillas que pueden mejorar el problema. Entre ellas: la elevación de los pies con almohadas durante la noche y el uso de medias gruesas especiales para no dar oportunidad a que las piernas se hinchen. Otras prácticas beneficiosas son el ejercicio diario y un bajo consumo de sal.
Junto a ello, hoy Be Mom cuenta con una alternativa de eficaces resultados a largo plazo. Se trata del Drenaje Linfático Manual y la Presoterapia, dos técnicas específicas para el tratamiento del edema.
El Drenaje Linfático Manual es una técnica terapéutica que tiene por objetivo tratar trastornos del sistema linfático a través de movimientos suaves e indoloros. Con estos masajes, lo que se logra es hacer llegar a territorios linfáticos sanos, el exceso de líquido acumulado en otras zonas, los cuales deben ser realizados “sólo por profesionales idóneos y con experiencia en el método que realizan”, subraya Catalina Manzor.
Para complementar el Drenaje Manual, en Be Mom utilizan la Presoterapia, equipo no invasivo que a través de un sistema de cámaras en forma de pantalón genera presiones en puntos señalados del cuerpo para conseguir reactivar el flujo en los vasos linfáticos.
Con ello no solo se logra unas piernas más livianas y ligeras sino que también ayuda a reabsorber los líquidos, tiene una acción sedante sobre el dolor, reduce la inflamación y la celulitis asociada a la hinchazón y evita la posible aparición de ‘arañitas’ vasculares.
