Publicidad
Mayor control en los procesos e información de los productos serían las claves de una buena alimentación

Mayor control en los procesos e información de los productos serían las claves de una buena alimentación

Así lo establece el estudio Taste Tomorrow, que recogió la opinión de más de 11.000 consumidores del mundo, aportando importantes datos sobre qué factores inciden en la decisión de los consumidores a la hora de elegir sus alimentos.


Vivimos en la era de la abundancia. Nunca en la tierra había existido tanta variedad de comida y tan al alcance de nuestra mano. Sin embargo, no podemos negar que la producción en masa ha llevado a que la elaboración de los alimentos sea cada vez menos natural y la calidad se haya ido “plastificando”, afectando nuestra salud y el estado de los alimentos.

El estudio “Taste Tomorrow” a cargo de la empresa Puratos, y que fue presentado de manera exclusiva en nuestro país por el Chef de origen belga Walter Deroo, midió las opiniones de consumidores en más de 25 países como Estados unidos, Canadá, México, Colombia, Chile, España, Francia, Rusia, China y Australia. Este arrojó que para 2025 el 60% de los consumidores del continente americano esperan una oferta de comida más globalizada. Sólo en Chile el 67% creen que habrá mayor diversidad en este ítem.

“Observamos que los chilenos al momento de elegir un producto de panadería buscan que estén elaborados con ingredientes más saludables, y que sea fresco y rico en fibra. En cambio cuando se enfrentan a un pastel o torta su decisión de consumo está determinada por el sabor”, afirma el gerente de marketing de Puratos Chile, Rodrigo Martin.

El estudio recogió la opinión de más de 11.000 consumidores del mundo, aportando importantes datos sobre qué factores inciden en la decisión de los consumidores a la hora de elegir sus alimentos.

Frescura y naturalidad

Una de las principales conclusiones de “Taste Tomorrow” fue que los consumidores se fijan en la salud, frescura y sabor al momento de elegir el producto, siendo este último el atributo que prevalece al momento de la elección. Al mismo tiempo, existe un temor de que la comida sea cada vez menos natural, es decir con presencia de preservantes, colorantes e ingredientes modificados genéticamente, lo cual ha provocado que las personas estén cada vez más preocupadas por la elaboración y control del proceso de alimentos.

En cuanto a la frescura, el 78% de los chilenos aprecian más la comida fresca que aquella con vida larga útil. Debido a que botar comida se considera una pérdida de dinero, es por ello que los consumidores aprecian más la frescura en la vida de los alimentos. Sin embargo, el 74% de las personas del continente americano cree que la frescura no mejorará en el futuro.

Proceso e información

Uno de los mayores problemas que detectó el estudio, es que los consumidores actuales poseen conocimientos erróneos sobre lo que es bueno o malo comer. Esto debido a un constante bombardeo de información y mal utilización de conceptos sobre alimentación o comida sana.

La personas no siempre entienden la “traducción” de ciertos ingredientes, como por ejemplo el “sin gluten”, por lo cual buscan tener mayor control y fuentes confiables para informarse correctamente.

Un ejemplo claro en relación a esto ocurre con el pan, debido a que un 87% de los consumidores cree que la fibra es beneficiosa para la salud, sin embargo sólo un 55% saben que el pan contiene este ingrediente.

Si bien, por un lado esto abre la puerta para destapar un potencial en la industria panadera, también significa que el conocimiento limitado del consumidor, combinado con una visión negativa del futuro, facilita que “opinólogos” inexpertos hablen sobre lo que es “comida sana”.

Otro aspecto importante que influye altamente en la decisión para consumir un determinado alimento, son las etiquetas que estos tienen, algunas de alto impacto como “sin grasas trans”, “sin aditivos o preservantes”, “libre de grasas saturadas” o “natural” u otras de bajo impacto, pero que igualmente es bueno tenerlas presentes, como “sustentabilidad certificada” o “alianza con bosques certificada”. En ese sentido un 53% de los consumidores de América declaró leer las etiquetas con más detalle que antes.

La importancia de la sustentabilidad

Botar comida, es malo para el mundo, pero desde la perspectiva del consumidor, es principalmente una pérdida de dinero. Algunas cifras arrojaron que un 16% de los chilenos congela el pan semanalmente para mantenerlo fresco. También lo hacen el 26% de los estadounidenses y el 45% de los canadienses. En definitiva esta tendencia se debe a la mayor conciencia de los países desarrollados y en desarrollo de no botar la comida, es decir de cuidar la sustentabilidad.

El manejo de desperdicios fue identificado a principios del 2014 como uno de los desafíos claves para los próximos años tanto para la industria alimentaria en general, como para la industria panadera en particular. En América un 18% de los consumidores declaró que botan el pan semanalmente, mientras que en Chile lo hace un 32% de las personas. En Colombia, en cambio, hay una mayor consciencia, ya que sólo un 6% de los consumidores lo realiza.

En definitiva este estudio concluyó que en la actualidad el consumidor está mucho más preocupado sobre lo que come, sin embargo el conocimiento que tiene es limitado, puesto que sus creencias se basan más en percepciones que en hechos. Es por eso que en el futuro la tarea será permitirle un mayor control sobre el proceso que un alimento requiere en su elaboración y al mismo tiempo que el producto comunique lo que el consumidor busca: naturalidad.

Publicidad

Tendencias