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Las redes 5G no solamente transmitirán mejor los videos de gatos Tecnología

Las redes 5G no solamente transmitirán mejor los videos de gatos

Como puede atestiguarlo cualquier usuario de teléfonos inteligentes, aun las redes 4G más recientes tienen dificultades a veces para manejar los millones de personas que envían tuits, miran videos y participan en juegos –lo cual nos pone nerviosos esperando durante valiosos segundos a que Google nos devuelva los resultados de búsqueda.


A intervalos de años, los operadores móviles prometen recargar los teléfonos inteligentes con nueva tecnología “G”. Últimamente, la 4G comenzó a reemplazar la 3G, y todos, desde Trenton hasta Tacoma, celebraron el hecho de poder mirar videos de gatos sin que las pantallas se bloquearan (bueno, la mayor parte del tiempo).

Este verano, Verizon y AT&T comenzarán a probar la 5G. Si esta red móvil de quinta generación funciona como se publicita, podría resultar mucho más transformadora que las versiones anteriores, acelerando la adopción de la Internet de las Cosas: casas inteligentes, autos sin conductor, robots quirúrgicos y más. Según una estimación, el número de cosas “conectadas” podría crecer más del doble hasta 50.000 millones mundialmente para 2020 –y llegar a 500.000 millones 10 años más tarde.

El lanzamiento de la 5G representa la mayor expansión de Internet hasta la fecha y cuenta con el potencial de generar miles de millones de dólares de negocios para empresas como Cisco Systems Inc., Nokia Oyj, Ericsson, Qualcomm Inc. e Intel Corp. Todas están compitiendo por los secretos de las nuevas redes; su capacidad para conseguir contratos podría determinar si algunas de estas empresas sobrevivirán.

Ir más allá

“La 5G no representa otra G con Internet súper-rápida”, dice el máximo responsable de Ericsson, Hans Vestberg. “La 5G implica ir más allá de los teléfonos inteligentes y las tablets. Pensamos que la 5G brindaría una oportunidad excelente para transformar nuestro mundo”.

Si bien la 5G ofrece una enorme oportunidad para una serie de incondicionales del sector, el liderazgo en una generación de tecnología no garantiza la dominación en la siguiente. Nokia no vio venir la Web móvil y le ganaron Qualcomm, Samsung Electronics Co. y, en definitiva la innovación del iPhone de Apple Inc. Cuando llegó la 4G, Sprint Corp. apostó a Wi-Max pero se vio obligado a adoptar la tecnología utilizada por Verizon Communications Inc. Es indudable que la 5G llegará; lo que todavía no se ve con claridad es a quién beneficiará más dado que gran parte de la tecnología todavía debe ser probada en el mundo real.

Como puede atestiguarlo cualquier usuario de teléfonos inteligentes, aun las redes 4G más recientes tienen dificultades a veces para manejar los millones de personas que envían tuits, miran videos y participan en juegos –lo cual nos pone nerviosos esperando durante valiosos segundos a que Google nos devuelva los resultados de búsqueda. Esto no es muy útil cuando un auto sin conductor debe decidir si es seguro atravesar una intersección y debe esperar hasta que alguien reciba el siguiente paquete de datos de la película de Netflix que está mirando.

De modo que, para empezar, la próxima red deberá dar una mayor respuesta. Durante años, la industria se centró en gran medida en la cantidad de datos que puede hacer pasar por el sistema en determinado tiempo –concepto conocido como rendimiento- con apenas algunos intentos rudimentarios de asegurar que cada uno reciba lo que necesita durante la demanda pico.

El nuevo objetivo es la latencia –con qué rapidez una red responde a una solicitud. Para garantizar que un robot reaccione instantáneamente a un cirujano que opera a distancia, las redes 5G tendrán un procesamiento incorporado, almacenarán datos más cerca de donde se los necesita y utilizarán múltiples formas de ondas radiales para enviar y recibir tráfico. Todo esto debe ser controlado por software avanzado que pueda adaptar dinámicamente lo que se envía, dónde y en qué momento, de acuerdo con necesidades que cambian rápidamente.

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