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Bebidas gaseosas salen de las escuelas de Brasil para combatir la obesidad Salud

Bebidas gaseosas salen de las escuelas de Brasil para combatir la obesidad

Coca-Cola Brasil, PepsiCo Brasil y Ambev, gigantes que acaparan casi la totalidad del mercado, se comprometieron a no vender los refrescos en escuelas públicas o privadas que cuenten con alumnos de menos de 12 años. En cambio ofrecerán agua mineral, jugos de frutas, agua de coco y bebidas lácteas que atiendan las necesidades de los menores tanto para hidratarse como para nutrirse.


Los grandes productores de bebidas gaseosas en Brasil, incluyendo las multinacionales Coca Cola y PepsiCo, alcanzaron un acuerdo para retirar sus productos de las escuelas como estrategia para combatir la obesidad.

Coca-Cola Brasil, PepsiCo Brasil y Ambev, gigantes que acaparan casi la totalidad del mercado de bebidas gaseosas en el país, se comprometieron a no vender los refrescos en escuelas públicas o privadas que cuenten con alumnos de menos de 12 años.

Los productores iniciarán las restricciones en agosto por considerar que la obesidad es un «problema complejo» y por reconocer su responsabilidad para ayudar a combatirlo.

Según el acuerdo anunciado, las tres fabricantes y sus distribuidores tan sólo ofrecerán en estos centros educativos agua mineral, jugos de frutas, agua de coco y bebidas lácteas que atiendan las necesidades de los menores tanto para hidratarse como para nutrirse.

Las bebidas que los fabricantes venderán a restaurantes, cantinas y tiendas que funcionan en las escuelas con menores tendrán en cuenta, según el acuerdo, que los niños de hasta 12 años no tienen madurez suficiente para tomar decisiones sobre consumo consciente.

Los productores también se comprometieron a apoyar una campaña de concienciación para que las tiendas escolares que se abastecen directamente en supermercados y comercio minoristas también se abstengan de ofrecer bebidas gaseosas.

Los grandes fabricantes también extenderán esa campaña a las escuelas con alumnos mayores o de diversas edades, a las que tan sólo ofrecerán las menores versiones de sus productos, es decir latas de hasta 250 mililitros.

En algunos estados y municipios brasileños ya existen leyes que restringen la venta de gaseosas en escuelas públicas y privadas.

La Asociación Brasileña de las Industrias de Refrescos y Bebidas no Alcohólicas (Abir) recomendó a sus asociados en marzo pasado adoptar la tendencia mundial de suspender la propaganda dirigida a menores de 12 años.

El compromiso de los grandes fabricantes se produce en medio de una grave crisis económica en Brasil que redujo la producción de bebidas gaseosas el año pasado en un 5,9 % frente a 2014.

De acuerdo con un estudio divulgado este año por el Ministerio de Salud, el 30 % de los jóvenes brasileños consume bebidas gaseosas diariamente y un 28,5 % come dulces en exceso (cinco veces o más por semana), comportamientos que han elevado las tasas de obesidad y de enfermedades como diabetes en el país.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) considera que los alimentos ultraprocesados, incluyendo bebidas azucaradas, son los responsables de la «epidemia de obesidad» que hay en América Latina, por lo que recomienda «regular el mercado para revertir esta tendencia».

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