“Hay que tomar agua antes de hacer ejercicios para regular la temperatura. Durante la actividad física, para disminuir la percepción del esfuerzo. Y después, es necesario para recuperar el agua perdida”, explica la profesora de educación física y académica de la U. San Sebastián Carolina Mc Load.
La hidratación es clave en todo tipo de actividad física y en la vida diaria en general. Más aún cuando se estima que las temperaturas, tal como ocurre este miércoles en Santiago, pueden alcanzar entre 36 °C y 40 °C.
“La gente toma agua cuando tiene sed y eso significa que ya se está deshidratado. Esto hay que evitarlo, hay que mantener el cuerpo hidratado constantemente y no esperar a que el agua le haga falta”, explica la fisioterapeuta deportiva y profesora de la carrera de Pedagogía de Educación Física de la Universidad San Sebastián, Carolina Mc Load.
Además, después de hacer ejercicios, las personas pueden perder hasta 1,5 kilos de peso solo por sudoración. “Se puede saber qué tan hidratado está nuestro cuerpo según el color de la orina. Así, cuanto más amarillenta, menor es la hidratación del cuerpo y hace falta más agua”, apunta.
Según indica la experta, la clave para mantener el equilibrio de la hidratación y el ejercicio –sobre todo en días de calor– está en beber agua antes, durante y después, por lo menos unos 500 ml. por vez. “Hay que tomar agua antes de hacer ejercicios para regular la temperatura. Durante la actividad física, para disminuir la percepción del esfuerzo. Y después, es necesario para recuperar el agua perdida”, explica.
También se puede complementar el agua con bebidas isotónicas, ya que al hacer ejercicios el cuerpo pierde minerales y electrolitos, lo que puede implicar calambres, fatiga muscular y una recuperación más lenta; síntomas que se evitan con este tipo de líquidos y, por ende, mejorar el rendimiento.
Durante este período, la recomendación es hacer ejercicios al aire libre solo si es a primera hora de la mañana (a más tardar 8.30 am) o bien, en el atardecer cuando disminuya el calor.
“Otro consejo importante es considerar que la bebida no esté muy helada, ya que el cuerpo se esfuerza por regular el nivel de temperatura primero y después lo asimila. Entonces, es mejor que esté a temperatura ambiente”, dice la académica de la USS, Carolina Mc Leod.
