Sociedad
El tema es abordado en el II Coloquio Patrimonial Industrial, un encuentro académico para dialogar y confrontar experiencias sobre los procesos de diversas comunidades industriales que hoy se encuentran abandonadas y su eventual nuevo desarrollo.
A partir de este jueves y hasta mañana viernes 15 de diciembre, en las dependencias de la Biblioteca del Museo Histórico Nacional, se realizará el II Coloquio de Patrimonio Industrial organizado por el Instituto de Estudios Patrimoniales.
Con la participación de la académica argentina Graciela Ciselli, experta en patrimonio industrial y Directora de patrimonio Cultural de la Provincia de Chubut, el encuentro tiene como objetivo evaluar la investigación desde la academia respecto del patrimonio industrial y cuáles han sido sus aportes a la gestión y valorización del mismo.
Diversas comunidades otrora industriales, que vivían en las cercanías de sus puestos de trabajo, se han comenzado a organizar para recuperar sus memorias y ponerlas en valor tras el cierre, muchas veces forzoso, de los espacios en los cuales forjaron una identidad. En ese contexto, hay iniciativas académicas que han optado por colaborar en este proceso. Una de ellas, los campamentos petroleros de ENAP en Tierra del Fuego, tendrán como corolario en dicho encuentro a través de la exposición “Enapinos. Los campamentos petroleros del Fin del Mundo”, que se inaugurará inmediatamente después del Coloquio, basada en la investigación contenida en el libro del mismo nombre a cargo de los investigadores del Instituto, Pía Acevedo y Carlos Rojas.
En Octubre de 2015, el Instituto realizó el Primer Coloquio de Patrimonio Industrial, con el nombre “Escenario Actual del Patrimonio Industrial en Chile”, cuya principal conclusión fue la carencia en cuanto al uso de la nomenclatura de patrimonio industrial, a la vez de la ausencia de un Plan Nacional que articule prioridades y financiamientos estructurales en torno a este tipo de patrimonio.
“Las comunidades locales están tomando el derecho al patrimonio en sus propias manos desde una perspectiva participativa y la institucionalidad respectiva no siempre ha estado a la altura”, manifiesta Carlos Rojas. Sin embargo, a juicio del académico, el patrimonio industrial que las comunidades rescatan hoy es muestra fehaciente de que sí existió una industria y se reclaman ciertos grados de bienestar que se tuvieron en ellas. Desde allí, son las mismas comunidades las que están cuestionando los modelos de desarrollo.
Por su parte, Graciela Ciselli se refiere al II Coloquio como una forma de seguir fortaleciendo relaciones académicas que se han iniciado en forma conjunta entre investigadores de Chile y Argentina, “lo cual nos permite explicar procesos históricos similares de cómo las empresas petroleras dejaron huellas materiales y simbólicas sobre el territorio”.
Es importante indicar también las diferencias. En Argentina coexistieron empresas privadas con la estatal, que fue la que marcó un modelo de ocupación territorial, decidió qué espacios podían ser entregados para la exploración y explotación, definió políticas laborales y de control de la población trabajadora.
A juicio de la investigadora, en ambos países, esos restos materiales, esos saberes, que dan cuenta de un sistema productivo, hoy pueden ser refuncionalizados por ejemplo cuando se trata de viejos talleres, usinas en desuso para ser convertidos en espacios públicos, recreativos, culturales.
“La otra opción es pensarlo como recurso turístico. A partir de la declaratoria de cinco barrios de esta ciudad como patrimonio histórico cultural e industrial hemos comenzado con talleres en cada uno de los barrios para acompañarlos a formular propuestas turísticas, culturales”, dice Ciselli.
La instancia académica se realiza entre las 10.00 a 18.00 horas en la biblioteca del Museo Histórico Nacional, en Plaza de Armas 951 y la inscripción es gratuita, si bien su certificación se debe hacer en: estudiospatrimoniales@gmail.com .
