Videojuegos
El pasado 13 de enero la consola fue presentada en sociedad, con todas sus virtudes y propuestas que prometen cambiar el curso de los videojuegos. Acá las desglosamos.
La mañana del 13 de enero fue algo así – y exagerando un poco – como la «Navidad de Nintendo». Ese día, cerca de las 1 de la mañana, la «Gran N» presentaba en plenitud su nueva consola, la «Nintendo Switch». Con ella, buscan dar un golpe al mercado y recuperar su trono luego del fracaso de la WiiU.
Pero, ¿qué trae de nuevo esta consola que se diferencia de las demás existentes en el mercado? La apuesta de Nintendo es volver a sus raíces. O dicho de otra manera, remar contra la corriente y presentar un producto distinto y una experiencia diferente. Este híbrido de consola de sobremesa y portátil no es algo que se vea a menudo y es por eso que Nintendo apuesta por esa dualidad para marcar la diferencia. Ahora queda por ver cuántos serán los osados que intenten sacar la consola a la calle a jugar.
Sabemos que una consola no es nada sin sus juegos. Estos son los que diferencias a una alternativa de otra. Y en su presentación, quedamos algo al debe de los títulos que vendrán a futuro. Esta bien, «Zelda: Breath of the Wild» y «Super Mario Oddissey» lucen asombrosos y buscan aventurarse en otros formatos que no se les conocían, como el caso del Zelda que será de mundo abierto. ¿Cuál es el problema entonces? Su lista de salida no es muy llamativa. Títulos como «Arms», «1-2-Switch» o ese nuevo «Mario Kart 8» no son suficiente «gancho» como para gastar 299 dólares en la consola. La esperanza, eso si, está puesta en los llamados «third parties», como el «Skyrim» de Bethesda o el «FIFA» de EA. De momento, solo serán 5 títulos los disponibles con el lanzamiento de la consola: los mencionados Zelda, 1-2-Switch, junto con Skylanders Imaginators, Just Dance 2017 y Super Bomberman R.
En aspectos más técnicos, la batería de la consola en su modo portátil tendrá una duración entre las dos horas y media y las seis horas y media. Algo decepcionante, considerando que tanto tablets de gama alta como las mismas consolas portátiles de Nintendo ofrecen una mayor duración. Eso si, hay que ser justos y mencionar que, a diferencia de consolas portátiles antecesoras, las especificaciones no son las mismas ni el hardware ni en sus necesidades energéticas.
En cuanto a rendimiento, la consola promete llegar a 1080p cuando esté en su forma de consola de sobremesa y a 720p cuando esté en modo portátil. ¿La razón de la baja? Alargar lo máximo la batería. Además, solo contará con 32 GB de almacenamiento, y ya se filtró, por ejemplo, que solo el nuevo Zelda ocupará 1/3 de esa memoria, aunque será ampliable a través de tarjetas microSD. La consola, tanto en su versión de sobremesa como portátil, se carga a través de un puerto USB-C y se desconoce si ese puerto tendrá algún otro uso además de la transmisión de corriente.
Muchos se han quejado de que ahora para jugar online, tendrán que pagar, algo que ya ocurría con su competencia de Sony y Microsoft. El movimiento suena lógico por parte de Nintendo, ya que será el peaje a pagar por contar con servidores de calidad que permitan la mejor experiencia posible. No se conoce cuánto costará este modo, pero Nintendo ya adelantó que podrás jugar juegos de NES y SNES gratis cada mes.
¿Conclusión? Un optimismo moderado. Muchas de las cosas presentadas prometen cambiar el curso de la historia de Nintendo, por eso hay que darles oportunidad. El gran «pero» es en el escueto apartado de títulos con los que debuta la consola. Esta bien, el nuevo Zelda es garantía asegurada, pero con el resto queda al debe. Es algo en lo que tienen que seguir trabajando duro para evitar los errores que se iniciaron con Wii y se acentuaron con WiiU. Dejar de apostar por tecnología de punta no es aliciente para que los grandes editores y distribuidores dejen de apostar por Nintendo. Si logran superar este escollo, triunfarán a su modo. Volviendo a sus raíces.
