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Glamour, viajes y soledad: una mirada dentro del servicio doméstico de lujo FT Weekend

Glamour, viajes y soledad: una mirada dentro del servicio doméstico de lujo

Así de peculiar es la vida de un chef particular que atiende a familias ricas en sus hogares y villas vacacionales: “Si quieren trufas, debes ir y comprarlas. Si quieren que alimentes a su perro, lo haces.”


James Hunt está acostumbrado a cocinar con foie gras y zanahorias frescas recién sacadas del huerto.  Pero para los clientes realmente exigentes, el chef usa sus habilidades culinarias en la creación de dietas hechas a la medida, tal y como lo hizo para una mujer que se encontraba en un estricto régimen de comida “vegana, verde, y fría”.

“Tienes que tener el talento necesario para saber qué hacer con los ingredientes y sacar lo mejor de estos,” dice, con el aire desconcertado de alguien que ha conocido a un buen número de comensales caprichosos.

Así de peculiar es la vida de un chef particular que atiende a familias ricas en sus hogares y villas vacacionales. “Si quieren trufas, debes ir y comprarlas. Si quieren que alimentes a su perro, lo haces.”

“De un momento a otro pasas de estar cocinando un jugoso filete, a moler pollo y arroz para la cena de la perrita Lulu.”

¿Cómo se siente él, un chef que ha pasado décadas aprendiendo su oficio en restaurantes lujosos, preparando distintos platos de comida para una mascota? “Trabajas para la familia y el perro es parte de esta, tal y como lo son los primos y tías.”

Los economistas y expertos prevén que la tecnología y robótica reemplazarán muchos empleos profesionales relacionados con las leyes y finanzas. Pero es probable que un conjunto de personal doméstico exclusivo, como Hunt, quienes trabajan para familias adineradas, se resista a ser reemplazado. Ellos proporcionan un servicio personal, hecho a la medida y especializado, respaldado por la adulación y la atención a los caprichos del cliente, el cual es difícil de imaginar siendo controlado por robots.

El periódico inglés “Financial Times” estuvo en el detrás de escena de una serie de videos, la cual comienza este mes, para descubrir cómo los chefs privados, tutores a tiempo completo, administradores de la casa y niñeras ven sus roles y vida laboral trabajando en casas.

Lo que encontraron fue algo bastante distinto a lo que JB Priestley había previsto para el trabajo doméstico. El escritor y comentarista social, predijo que el servicio doméstico se convertiría en algo completamente obsoleto, y que desaparecería al mismo tiempo que las rígidas divisiones sociales.

Pero Jacqueline Townsend, asesora principal en Exclusive Household Staff, una agencia de reclutamiento de personal doméstico de alto nivel, dice: “la gente se sorprendería al saber cuántas casas de Londres tienen empleados. Es un pequeño mundo cerrado.”

Sin embargo, las estadísticas muestran un descenso desde la predicción de Priestley. El censo del año 1911 mostró 1,5 millones en servicios domésticos privados en Inglaterra y Gales. Para el año 2016, según la Oficina Nacional de Estadística, la cifra del Reino Unido era 97.000, aunque este número también incluye a los empleados que trabajan puertas afuera.

El servicio doméstico resulta no estar obsoleto después de todo. Además del personal doméstico privado, algunas aplicaciones para celular, tal como TaskRabbit, permiten al cliente contratar servicios de limpieza por hora, con tan sólo un toque. Son la última encarnación de las agencias de personal doméstico que atienden a la gente de clase media.

Pero el enfoque de nuestros videos es el grupo de profesionales altamente calificados, educados y móviles quienes usualmente compiten por los mejores puestos de trabajos, y jugosos salarios. Un chef muy solicitado podría ganar hasta 50 millones de pesos chilenos al año, mientras que el salario anual de un administrador ronda los 90 millones de pesos.

Algunos clientes adinerados quieren combinar roles. Puede que esperen a que el administrador de la casa también sea un asistente personal, haciéndose cargo de organizar los armarios y papeleos.

Por parte de los reclutadores, hay cierta preocupación sobre el impacto que el Brexit podría tener sobre la capacidad del personal doméstico para moverse por todo el mundo, pero se encuentran relativamente relajados ya que confían en la capacidad de Gran Bretaña para atraer gente adinerada. A muchos clientes extranjeros les agradan las agencias británicas. El toque inglés, parecer ser, sigue siendo altamente comercializable y apela a una cierta nostalgia global.

Para los propios trabajadores, el estatus es complicado. Nathaniel McCullagh, director de Simply Learning Tuition, una agencia que presta el servicio de tutorías, reflexiona sobre sus propias experiencias con los hijos de las familias para quienes trabajó.

 

“Eres un empleado, por lo tanto, debes tener mucho cuidado a la hora de presentarte a los amigos de la familia u otros miembros de la familia, porque claramente no eres un invitado.”

Aun así su posición dentro de la casa siempre estaba cambiando. Menciona que, una tarde, se encontraba sentado con los padres y sus invitados. Continúa diciendo que estaban “bebiendo un vino fantástico, teniendo una encantadora cena y disfrutando de una conversación bastante interesante”. Al día siguiente, se encontraba sentado alrededor de una mesa pequeña, acompañado por cuatro niños, una niñera y “teniendo una conversación menos interesante”, mientras que en otra habitación, los padres se hallaban bebiendo champagne. Después de un tiempo, comenzó a sentirse solo, ansiando estar con sus amigos. Y si la soledad no logra molestarle, quizás la familia lo haga.

Mark Maclaine, un tutor que, por hora de servicio, cobra hasta aprox. 800 mil pesos chilenos, ha dejado de trabajar puertas adentro. Sin embargo, recuerda un viaje que realizó con la familia a una hermosa isla paradisíaca, con playas de arena blanca.

“Los padres estaban discutiendo entre ellos y querían utilizarme como un arma. Fue una experiencia horrible” finalmente decidió dejar el trabajo y volver a casa.

Cuando una casa se convierte en un lugar de trabajo, el trato con los empleados puede ser caprichoso. Paloma Irving, directora general de Irving Scott, una consultoría de personal privado con sede en Londres llamada, dice: “Puede ser un ambiente difícil. Estás entre cuatro paredes, las cuales pertenecen a otra persona, y estás expuesto a rabietas y solicitudes. Es un trabajo que exige demasiado.”

Añade que la paga puede superar la del mundo comercial y que también se obtiene satisfacción laboral. “La gente que se dedica a esto se sienten orgullosas de lo que hacen. No son forzadas a ser parte de esto, es su decisión y estarían devastados al sentir que alguien los menosprecia.”

Paul Brooke-Taylor es un chef que trabaja para el Conde de Carnarvon en el castillo Highclere, lugar en donde la serie de televisión inglesa Downton Abbey fue grabada. El profesional dice que, si bien no extraña el compañerismo que se experimenta dentro de una cocina de un restaurante, aprecia haber trabajado para una familia. En el año 2010, el Brooke-Taylor sufrió un derrame cerebral mientras se encontraba trabajando y se sintió agradecido por el trato recibido.

“Estoy convencido de que en ningún otro trabajo me hubiesen apoyado durante un mal momento como ese. Creo que ellos me hubiesen arrojado a la basura,” señala. “El beneficio de trabajar para una familia, es que logras tener una relación personal con ellos. Por otro lado, esto también es algo negativo.”

Hunt está interesado en señalar que hay una línea que no debe cruzar. Dice, “el asunto es que sigue siendo su jefe. No es su mejor amigo. Está aquí para cumplir con su deber, el cual es servir.”

Traducido por: Dwan Miranda, traducción Inglés-Español, Universidad Arturo Prat (UNAP).

 

 

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