Salud
Un proyecto desarrollado por un grupo de académicos del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile, creó una herramienta tecnológica para la pesquisa del síndrome geriátrico que se caracteriza por la pérdida de masa y fuerza muscular, conocido como sarcopenia. La aplicación de esta herramienta permitió detectar que 26,5% de los adultos estudiados tenían este síndrome. Una oportuna detección de la enfermedad, mejoraría la salud y calidad de vida de cientos de personas mayores.
Aumento de riesgo de muerte, discapacidad, fragilidad, caídas y mala calidad de vida son las consecuencias que se asocian a la sarcopenia, un síndrome que se caracteriza por la disminución de masa, fuerza muscular y de rendimiento físico que afecta a las personas mayores. En el mundo 50 millones de personas la padecen y se proyecta que en 40 años más esta cifra aumente a los 200 millones. Nuestro país, en tanto, no se queda atrás con una prevalencia del 19,1% en hombres y mujeres, mientras que quienes tienen más de 80 años la prevalencia alcanza el 38%.
Identificar la sarcopenia a tiempo es muy relevante porque se trata de una condición que diagnosticada a tiempo se puede mejorar con intervenciones, por lo cual el proyecto de diseño y validación de una herramienta para su pesquisa en la atención primaria de la salud propuesto en INTA, busca ser un aporte para la salud y calidad de vida de los adultos mayores.
“Para el diagnóstico de sarcopenia se requiere, entre otras pruebas, la medición de masa muscular cuyo referente estándar es un examen DEXA. Actualmente hay una muy baja disponibilidad, de este examen, porque es de alto costo y difícil acceso para la población de 60 años y más, por lo cual este software, que es más económico y de fácil uso, puede ser un gran aporte a la salud pública”, explica Lydia Lera, experta en estadística, salud y envejecimiento, del INTA de la Universidad de Chile y líder del proyecto.
Con el apoyo del Ministerio de Salud, fondos CONICYT y la Municipalidad de Huechuraba se desarrolló y validó esta herramienta que junto a un dinamómetro miden la masa y fuerza muscular, permitiendo determinar la presencia de sarcopenia. Este proyecto fue aplicado en un estudio longitudinal compuesto por 430 personas mayores de 60 años atendidos en 18 servicios de salud del Gran Santiago, encontrando una razón de incidencia de 1,78 por 100 personas/años (mediana del seguimiento 4,82 años). Además, comprobó que las personas con sarcopenia tiene peor desempeño físico y funcionalidad que los no sarcopénicos al cabo del tiempo, con un riesgo de caída del 44%.
En la prueba de lanzamiento, MINSAL hizo entrega de 50 dinamómetro para el uso del software, los cuales fueron enviados a los servicios de salud en cinco regiones a lo largo del país y al Hospital Geriátrico de Santiago. En dicha prueba se evaluaron 1612 personas mayores, de las cuales se detectó 11,8% de personas con pre-sarcopenia, y 26,5% eran sarcopénicos, de los cuales 6,3% fueron diagnosticados con sarcopenia severa. Esto demostró la viabilidad del uso del software que puede ser usado en computadoras y celulares (Android e IOS) y que se basa en una versión adaptada, ya validada en Chile, del algoritmo diagnóstico del Grupo de Trabajo Europeo sobre Sarcopenia en Personas Mayores (EWGSOP).
“Al ser incorporado este examen médico preventivo de fácil acceso y bajo costo en la salud primaria, se puede tener un diagnóstico certero de la prevalencia de esta enfermedad en nuestro país, con ello es posible obtener información que permita generar programas de salud públicos adecuados para la prevención y control de sarcopenia”, acota la académica Lydia Lera. Para ello el MINSAL masificará el uso de la herramienta con el objetivo de ir ampliando esta importante iniciativa.
Buenos hábitos nutricionales y actividad física
Realizar ejercicio físico, 3 a 4 veces a la semana, de forma regular (siempre y cuando no haya contradicciones médicas) puede prevenir la sarcopenia. Además, una alimentación saludable puede retrasar su avance, esto incluye consumo diario de verduras y frutas, tomar leche y yogurt con poca grasa, preferir pescado, pavo, pollo o carnes rojas sin grasa, comer legumbres y beber mucha agua.
También la vitamina D es importante, ya que participa en la mantención de la función muscular, del hueso y del equilibrio, reduciendo la posibilidad de caídas. Se recomienda exponerse de forma moderada al sol, unos 10 a 15 minutos diarios.
