Artritis Psoriásica: una enfermedad que si no se controla puede llegar a ser invalidante

Este lunes 29 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Psoriasis, una enfermedad de la piel que en algunos casos puede provocar también artritis psoriásica. Esta patología es poco conocida y afecta con mayor frecuencia a pacientes que tienen psoriasis en la piel, produciendo dolor y/o inflamación de algunas articulaciones de las extremidades o de la columna y pelvis.

Para la doctora Anelisse Goecke, presidenta de la Sociedad Chilena de Reumatología (Sochire) y jefa de la Sección de Reumatología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, el principal riesgo para tener artritis psoriásica es tener psoriasis de piel.

“En algunos casos la artritis puede aparecer antes que la psoriasis aparezca, pero lo más frecuente es que ocurra después de que ya se tienen las lesiones de la piel. Dentro de los pacientes con psoriasis, aquellos que tienen compromiso de las uñas por su psoriasis son lo que tienen más posibilidades de tener artritis. Esta enfermedad afecta aproximadamente un 10-30% de los pacientes con psoriasis de piel y se manifiesta más frecuentemente entre los 30 y 50 años”, afirmó.

Para la especialista, lo más característico de la artritis psoriásica es que produzca dolor e inflamación de algunas articulaciones en forma asimétrica, a veces con inflamación de algún dedo en forma difusa (llamado dedo en salchicha) y/o tendones o sitios donde los tendones se adosan al hueso con dolor de talones o del Tendón de Aquiles (parte posterior de los tobillos).

Su causa no es del todo conocida. Se conoce que existe una predisposición genética, pero además debe haber un gatillante en el ambiente (como infecciones, un trauma) que genera la expresión de la enfermedad, lo cual ocurre porque el sistema inmune del paciente produce inflamación en tejidos previamente sanos.

Si no se controla puede ser invalidante

Para la doctora Goecke es relevante tener un diagnóstico oportuno frente a la artritis psoriásica para evitar mayores daños, e incluso, que llegue a ser invalidante para el paciente.

“Como en otras artritis, mientras existe inflamación articular esto puede llevar a daño de éstas, lo cual es irrecuperable. Por esto, es imprescindible un diagnóstico temprano e inicio de terapia precoz para evitar posteriores secuelas. Además, un individuo con inflamación persistente tendrá más riesgo de hacer enfermedades cardiovasculares, infartos y accidentes vasculares encefálicos, lo cual puede llevar a discapacidad e incluso acortar sus años de vida”, declaró.

Además, “si la enfermedad no se controla puede producir destrucción articular con pérdida de la función de éstas y, por tanto, llegar a ser invalidante”.

Respecto de los tratamientos para esta patología, la especialista explicó que “además de los fármacos que pueden ayudar al alivio del dolor (como analgésicos y antiinflamatorios no esteroidales), la mayoría de estos pacientes requieren fármacos similares a los usados para el tratamiento de la artritis reumatoide llamados fármacos modificadores de la enfermedad, como la sulfasalazina o el metotrexato. En algunos casos en que la enfermedad no responde a estas medidas, pueden requerir usar medicamentos biológicos. No todos los biológicos que sirven para la artritis reumatoide necesariamente se pueden usar para la artritis psoriásica y, viceversa”.

Actualmente, el Ministerio de Salud se encuentra analizando la posibilidad de incluir algunas terapias para la artritis psoriásica en la Ley Ricarte Soto, en el marco del cuarto decreto. En cuanto a la necesidad que la patología cuente con cobertura en la mencionada ley, la doctora Goecke subrayó que “en los pacientes refractarios a las drogas convencionales, de síntesis química, se deben usar los fármacos biológicos los cuales son de muy alto costo y esto lo hace de un acceso prohibitivo para los pacientes. Esta ley precisamente permite que aquellos pacientes que requieren usar fármacos de muy alto costo tengan acceso a ellos y, por tanto, tengan la posibilidad de recibir el tratamiento adecuado para una enfermedad que de otra forma les mantiene con dolor, discapacidad y a la larga puede generarles secuelas severas”.