El ciudadano paquistaní Mohamed Saif Ur Rehman Khan aseguró este martes que su detención la semana pasada en la embajada de Estados Unidos fue un «gran malentendido», producido por una confusión de identidad.
El joven paquistaní había sido detenido luego que se le encontraran rastros de un explosivo llamado tetril, que sirve para potenciar el TNT, en los instantes en que ingresaba a la Embajada de Estados Unidos el pasado 10 de mayo.
Esta jornada en el Centro de Justicia, acompañado de su abogado defensor, Gabriel Carrión, declaró que espera que «este caso sea resuelto lo antes posible para poder contactarme con mi mamá, mi papá y el resto de mi familia».
«Esto no es sólo para mi seguridad personal, también porque yo sé que mi madre no está tranquila desde que ella supo todo los detalles de este gran malentendido. Ella merece vivir en paz, no sólo porque la amo demasiado sino también porque mi familia también estuvo asustada por estos eventos», reafirmó.
Asimismo relató que tiene «amigos y familia en Estados Unidos y más que nadie yo quiero que América esté a salvo y segura. He estado en Estados Unidos y agradezco enormemente los valores americanos de verdad, justicia y libertad».
«Estoy confiado que la verdad prevalecerá y me ayudará a tener una vida feliz y normal con mis amigos y mi familia. Fuertemente creo que ha habido un gran malentendido producido desde una confusión de identidad y quiero asegurar a todos ustedes que las alegaciones en mi contra son falsamente infundadas», apuntó.
Además dijo que podía «entender completamente el pánico y el miedo y la reacción desde las autoridades el lunes 10 de mayo. Pero como mi defensa alegó, todo parece como una una falsa alarma».
«Por favor confíen en mí, no tengo conocimiento de ninguna sustancia que pueda causar daño a nadie, yo deseo que los perpetradores de la violencia sean atrapados (…) También deseo que ninguna persona inocente debiera pasar por lo que pasé yo y mi familia», agregó.
Mohamed Saif Ur Rehman Khan fue formalizado por porte ilegal de explosivos en el marco de la Ley de Control de Armas y Explosivos, pero quedó en libertad, con arraigo nacional y firma semanal, en tanto que el tribunal estableció un plazo de 120 días para investigar.
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