La Plaza Sotomayor de Valparaíso, frente al Monumento «A los Héroes de Iquique», fue el escenario en el que se realizó el acto central de conmemoración del 131° Aniversario del Combate Naval de Iquique, ceremonia que fue encabezada por el Presidente Sebastián Piñera acompañado por el ministro de Defensa, Jaime Ravinet y el comandante en jefe de la Armada, almirante Edmundo González Robles.
En la oportunidad estuvieron presentes, además, diversas autoridades del Gobierno, Congreso, Poder Judicial, Cuerpo Diplomático, religiosas, representantes de las Fuerzas Armadas de diversos países extranjeros y nacionales e invitados especiales, mientras que los habitantes de Valparaíso ocuparon masivamente el entorno y las calles aledañas a la Plaza Sotomayor, tal y como sucede cada año.
La jornada comenzó con la Misa de Acción de Gracias, oficiada por el Obispo General Castrense Juan Barros Madrid. Tras el arribo del Presidente Piñera poco después del mediodía, se inició la parte central de la ceremonia conmemorativa con los honores de pito y corneta y el disparo de una salva de 21 cañonazos que recordó el hundimiento de la Corbeta «Esmeralda» en la rada de Iquique hace ya 131 años, un 21 de mayo de 1879 a las 12.10 horas.
En la alocución patriótica que vino a continuación, el Almirante Edmundo González destacó que «hoy, como heredera de la impronta marítima de Chile y de sus glorias, responsable de la gravitación de sus intereses nacionales en los mares del mundo y gestora de su destino oceánico, la Armada de Chile renueva su compromiso inclaudicable con sus valores – que son los más excelsos de la Patria – y proyecta, muy especialmente en la juventud actual y en las futuras generaciones, el tributo a los héroes de Chile, formados en su siempre sobria y austera entidad institucional».
Aludiendo al personal que sería condecorado poco después por el Presidente Piñera en mérito a sus destacadas acciones el día del terremoto y maremoto del 27 de febrero pasado, el comandante en jefe de la Armada recalcó que «esta conducta ejemplar, que sin duda refleja el alma misma de los marinos de Chile, configura nuestro compromiso existencial, y es parte del nobilísimo legado heredado de Arturo Prat y sus hombres que, transmitido y validado generación tras generación, también en este trance reciente, ha iluminado los espíritus y orientado las acciones en momentos decisivos, más allá de toda consideración ajena a la generosidad integral y trascendente».
Su intervención terminó comprometiéndose «ante las máximas autoridades del país aquí presentes y la Nación toda, a que como Institución, proseguiremos en el empeño de custodiar, cautelar y acrecentar nuestros sagrados valores del honor, la verdad y de ser necesario como a Prat, la gloria, que han de demandar, por siempre, nuestras mejores causas y supremos compromisos con nuestra querida Patria.
A continuación, el Presidente de la República, acompañado por el Comandante en Jefe de la Armada, impusieron la condecoración «Al Valor» a personal de la Armada por realizar destacadas acciones más allá del cumplimiento de su deber, durante la catástrofe que afectó al país el 27 de febrero.
Así, el Sargento 2º (MC.EL.G.E.SM) Héctor Valladares Cáceres y el Cabo 1º (MC.MQ.SM.) José Muñoz Castro, merecieron la condecoración por actuar con especial arrojo y valentía, arriesgando su vida durante el tsunami que afectó al puerto de Talcahuano, conformando en forma voluntaria la dotación del remolcador «Fueguino», ayudando a zarpar y salir de la dársena al submarino «Carrera» y evitando daños a los submarinos «O’Higgins» y «Thomson»
En el caso del Soldado 1º Infante de Marina (INF.) Reinaldo Orellana Carrasco, por actuar con sobresaliente valor, al salvar a tres personas desde sus vehículos, que eran arrastradas por el mar, entre el sector de isla Rocuant y el peaje de Talcahuano, poniendo en riesgo su vida para salvar la de sus conciudadanos.
Finalmente, el Marinero 1º (MN.) Javier Palacios Venegas, por actuar con extraordinario profesionalismo, valentía y arrojo, al presentarse en forma voluntaria como patrón del trasbordador «Meteoro», arriesgando su vida para zarpar y navegar dicha unidad y así salvarla del peligro existente.
Sobre la condecoración, el Soldado 1° Infante de Marina Reinaldo Orellana expresó que «para un marino no es una medalla que a uno simplemente llega y postula o espera en el tiempo que le llegue, sino que es un reconocimiento único; son muy pocas las personas que llegan a tener este tipo de medallas, y para mí son sentimientos muy encontrados, alegría y al mismo tiempo recuerdo a Javier: muchas gracias a él por haber informado todo esto y a mi Mando por haberse hecho cargo de hacerse todo público. Mi intención nunca fue ser héroe, son cosas de instinto, situaciones que a uno le enseñan, desde cuando ingresas a las escuelas matrices, que es siempre tomar la iniciativa para estas cosas. Estuve en el momento preciso e hice lo que tenía que hacer.»
Seguidamente, y posterior a la colocación de las ofrendas florales, el Almirante González acompañó al Presidente de la República y demás autoridades asistentes a una visita a la Cripta de los Héroes
A continuación, el Presidente de la República hizo uso de la palabra, expresando que «hay muchas razones que hacen que este 21 de mayo sea parte fundamental, no solo de la historia, sino que también, del presente, del futuro y del alma de nuestro país. En primer lugar, y como lo ha dicho el Comandante en Jefe de la Armada, porque no sólo Arturo Prat, sino que también, los héroes inmortales de la Esmeralda, tenían una vida de patriotismo, de amor por su país, de compromiso, no sólo con su querida Armada, sino que también, con su familia, con su gente y por tanto da la impresión que Arturo Prat, el Sargento Aldea, y el Teniente Serrano se prepararon toda su vida para la gesta heroica que vive y viviría siempre en nuestro corazones.»
Agregó que «cuando ocurren estas cosas uno se pregunta que quisieron decirnos nuestros héroes, cuál fue el mensaje que dejaron indeleblemente grabados en nuestros corazones, el que al fin y al cabo es un solo, el cumplimiento fiel, transparente y permanente el deber. Prat cumplió con su deber, desde el primer, hasta el último día de su vida. Siendo un hijo ejemplar, un padre ejemplar, un esposo ejemplar, un miembro de la marina ejemplar, un abogado ejemplar y, por sobre todo, un héroe que estuvo dispuesto a ofrendar su vida por nuestro país.»
Armada destaca labor realizada por sus efectivos en las horas posteriores al terremoto y tsunami
El comandante en jefe de la Armada, almirante Edmundo González, destacó este viernes la labor realizada por los efectivos de la institución en las horas posteriores al terremoto y tsunami del 27 de febrero, reprochando los cuestionamientos que han recaído sobre la marina debido a la fallida alerta de maremoto por parte del SHOA.
El jefe naval aseguró que las criticas que le «han tocado recibir últimamente a nuestra Armada, han sido aprovechados por algunos para intentar cuestionar su honor y veracidad, valores sagrados, arraigados y trascendentes de la estructura y la identidad de su alma».
Sin embargo, destacó la labor realizada por la Armada tras la catástrofe, «sólo minutos después del terremoto cientos de marinos de todos los grados y jerarquías estuvieron embarcados en sus buques para enfrentar el tsunami que por la violenta intensidad del sismo reciente previeron acertada y profesionalmente que sobrevendría muy pronto».
«Cubrieron sus puestos en plena conciencia del inminente peligro que les venía sobre todo a las embarcaciones y ellos mismos con el coraje propio de las convicciones éticas del oficio naval salvaron sus naves y así tanto las avezadas dotaciones de los submarinos, como la de los pequeños remolcadores tripulados por jóvenes marineros y grumetes, todos sin excepción alguna fueron fieles a su deber y gracias a ellos la capacidad operativa de la institución crucial para la seguridad nacional se mantiene intacta y vigente».
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